Ana Castillo
7 Mayo 2010
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El mejor país del mundo

La ONG Save the Children ha publicado hace escasos días, coincidiendo con el Día de la Madre y el Día Internacional de la Matrona, su informe anual sobre la situación de la mujer en el mundo. El informe contiene un ranking de 160 países basado en varios índices de bienestar materno-infantil que reflejan una vez más el abismo que existe entre países ricos y pobres. La clasificación tiene en cuenta indicadores de salud (mortalidad materna e infantil, uso de anticonceptivos, esperanza de vida femenina), educación (años de escolaridad de las mujeres, acceso a enseñanza primaria y secundaria de los niños), derechos económicos (beneficios del permiso maternal, ratio de igualdad salarial entre sexos) y políticos (participación femenina en órganos de decisión). Los países del norte de Europa junto a Australia y Nueva Zelanda ocupan los primeros puestos del ranking mientras que Afganistán y países de África Sub-sahariana los últimos. Aunque este tipo de clasificaciones presenta límites y zonas opacas, es interesante destacar que el primer país es Noruega, un lugar donde hasta las princesas paren en casa. Entre las primeras posiciones hay más países en donde la atención al parto domiciliario es una opción reconocida, como Holanda, con un 30% de partos en casa (en 8º lugar). España aparece en el 13º lugar, gracias al bajo nivel de mortalidad infantil y materna (indicador que se ve afectado por el grado de fertilidad) y a la alta esperanza de vida de las españolas (84 años, la más elevada del mundo después de Japón). Sin embargo, en lo que respecta a derechos económicos durante la maternidad, España, con 16 semanas de permiso maternal, está entre los más austeros del grupo de países desarrollados. La mayoría, incluidos países de Europa del este, reconocen permisos de maternidad más largos, destacando Suecia y Noruega con más de un año de permiso remunerado, así como Dinamarca y Reino Unido, con 52 semanas. El poder de la relación “mujer a mujer” Además de la clasificación por países, el informe contiene un análisis y recomendaciones para mejorar la situación de mujeres y niños en los países empobrecidos. Tras recordar las alarmantes cifras de la mortalidad materna e infantil y el déficit en personal sanitario en los países menos desarrollados, se recomienda poner en “primera línea” de actuación a trabajadoras sanitarias, en especial comadronas, que intervengan a nivel comunitario. Estudios y casos descritos o reseñados en el informe ilustran que capacitar a mujeres en temas de salud materno-infantil y dotarlas de autonomía y reconocimiento para prestar apoyo y atención a otras mujeres de su propia comunidad, especialmente en zonas rurales aisladas, reduce drásticamente la mortalidad materna e infantil. La ONG recuerda que una inversión relativamente modesta en este sentido tiene así un gran impacto, mientras que el coste de formar a médicos o dotar de equipos a hospitales es comparativamente muy elevado. Es más, “los más efectivos cuidados de salud a menudo comienzan en el hogar, o muy cerca de él. Docenas de estudios en muy distintos lugares del mundo demuestran cómo el poder de la relación mujer a mujer puede mejorar los índices de salud de las madres y sus hijos”. Save the Children recuerda que en muchos lugares del mundo las mujeres prefieren ser atendidas por otras mujeres durante el embarazo y el parto ya que “los cuidados de mujer a mujer se consideran a menudo de mayor calidad (...) y para tratar temas específicamente femeninos, como es la reproducción o la sexualidad, embarazo, parto y crianza, es común que las mujeres prefieran recurrir a trabajadoras sanitarias que comparten sus experiencias”. El informe se remite asimismo a una encuesta realizada en 41 países de la cual resultó que una cuarta parte de las mujeres entrevistadas evitaban los centros de salud u hospitales por miedo a ser atendidas por hombres. Finalmente, entre los ejemplos exitosos que se mencionan de apoyo entre mujeres con un impacto beneficioso en la salud materno infantil, está la labor de voluntarias en hospitales que enseñan a madres de bebés prematuros el método canguro, permitiendo así salvar muchas vidas. El informe se remite a un reciente estudio que concluye que el método canguro es más eficaz que el uso de incubadoras y reduce en un 51% la mortalidad de los bebés prematuros estables. Informe save the children Noticia en El País Parto en Noruega Por Ana Castillo