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16 Abr 2014
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7 comentarios

Comer, beber, correr

Por M.P.C.

Mi amigo Jorge llevaba un tiempo preparándose la Media Maratón de Donostia-San Sebastián: iría desde Madrid con su compañero de entrenamiento y amigo. Viajarían el día anterior, se acostarían pronto, madrugarían e irían al punto de salida: era la carrera más importante en la que participaba, su reto personal desde que hacía unos cuatro años, empezó a correr.

Había estudiado el perfil de la carrera, había hablado de ello con otros corredores veteranos, y sabía bien dónde empezaría a flaquear.

Los primeros kilómetros fueron bastante buenos, iba con fuerzas y animado. En el kilómetro 13 comenzó a sentir un bajón enorme: necesitaba parar y recuperar fuerzas. Pero el público le animaba, le insuflaba ánimos, le gritaba que siguiese, que no podía rendirse ahora.

Tenía que parar y beber agua, estaba muy cansado y sediento, pero hasta 2 km después no había punto de avituallamiento. Los ánimos de las personas que estaban allí le insuflaron la energía que necesitó para levantarse y seguir.

Apenas 600 metros después, Jorge sintió un agudo dolor en su rodilla, un dolor que no era normal, y que le obligó a dejarse caer en el suelo, a agarrarse la rodilla con sus manos para tratar de calmar aquel dolor tan espantoso, que le nubló la mirada, mientras todo empezó a darle vueltas.

Se despertó en una camilla de una ambulancia, con un sordo dolor generalizado y una persona que no conocía a su lado, quien le explicó que se había desvanecido debido al cansancio y al dolor producido por la rotura de rótula probablemente severa, que iban al hospital y que allí le ayudarían.

En el hospital le revisaron, y le dijeron que le meterían en el quirófano para abrir la rodilla, que sería una operación realizada con epidural, y que en algo más de dos horas estaría fuera.

Le preguntaron si había comido o bebido hace poco, y se alegraron cuando les dijo que no había bebido en mucho rato.

–Estupendo, menos mal que no has bebido, así te podremos operar con epidural, en vez de con anestesia total.

A lo que mi amigo contestó:

–Creo que precisamente me veo en esta situación por no haber bebido y comido durante la carrera lo que necesitaba y cuando lo necesitaba.

Cuando su mujer llegó al hospital aquella tarde, y Jorge le contó todo esto, su mujer comentó:

-Vaya, lo mismo me pasó a mí cuando no me dejaron comer ni beber en el parto, y llegó la matrona a decirme que gracias a eso, me pondrían la epidural para la cesárea, porque estaba agotada.

Lo que dice la Estrategia de Atención al Parto Normal sobre este tema:

4.1.-Abordaje de las prácticas clínicas basadas en el mejor conocimiento disponible

4.1.4.-Periodo de dilatación

Evidencia disponible (ver detalle en Anexo I). Se incluyeron revisiones sistemáticas de Cochrane Database, Biblioteca de Salud
Reproductiva (BSR/OMS), ICAs y Recomendaciones de la OMS.

Recomendaciones:

  • Instruir a la embarazada en el reconocimiento de los signos de un verdadero trabajo de parto para reducir el número de consultas de guardia por falsos trabajo de parto.
  • Facilitar que la gestante pueda deambular y elegir adoptar la posición de acuerdo a sus necesidades y preferencias.
  • Permitir la ingestión de alimentos, principalmente líquidos, según las necesidades de las gestantes.
  • Potenciar entornos amigables (naturales, arquitectónicos y psico-sociales) que ayuden a una actitud y vivencia en las mejores condiciones.
  • Utilizar el partograma como método de evaluación del progreso del parto.
  • Realizar una monitorización y control del bienestar fetal adecuado a las recomendaciones de la OMS.
  • No realizar amniotomía de rutina.
  • No colocar vía venosa periférica profiláctica de rutina.
  • El empleo de la oxitocina se limitará a los casos de necesidad. No se considera necesaria si el progreso del parto es el adecuado.
  • Limitar el número de tactos vaginales a los mínimos imprescindibles.

(Páginas 25-26 del documento)

Irene (unverified)
16 Abr 2014
Hospital Puerta de Hierro, octubre pasado. Voy con mi hermana con bolsa rota y tras varias horas de contracciones seguidas, y cada vez de más duración y tal. De parto. Entrada del hospital. Marido de ella, ella y yo. El celador trae una silla de ruedas. Mi hermana dice "Irene, déjame la botella a mano para que pueda beber". El celador, "NO, NO, NADA DE AGUA, NO PUEDE BEBER NADA, ¿Y SI ES CESÁREA?". Muy motivados se les ve como IHAN. El primero que hace que se te caiga el alma a los pies, el celador de la entrada. No hablaré pues de las matronas que para comprobar que la bolsa estaba rota no miraron que mi hermana dejó un charco en la silla y venía con la ropa empapada. Fue cesárea, curiosamente. A lo mejor le tienen que dar el premio al visionario del año al señor celador. Cesárea entrando con 10 cm de dilatación.
alemana (unverified)
16 Abr 2014
Pues en Alemania durante el parto te dejan comerte un plato de pasta Si así lo quieres....o lo que sea que te apetezca. Porque si Vienes recién cenado de casa sin saber que te ibas poner De parto próximamente, te pueden hacer la cesárea igual.... De hecho, la gente que se pone de parto en casa, no suele llegar en ayunas al hospital.
Ana Cristina (unverified)
16 Abr 2014

Enviado por Ana Cristina (no verificado) el

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Yo tuve parto y me lo provocaron y me dijeron que podia comer lo que me diera la gana... Y tenia.pensado ponerme la epidural porque mi niño estaba muerto ya.... Asique eso de no comer por la epidural es tonteria...
Alba2 (unverified)
21 Abr 2014
Yo comí y bebí en mis dos partos. En el segundo, eran las mismas comadronas que me enviaron a comer, y como la cosa fue muy larga, me dieron yogures, galletas...Los dos partos fueron con epidural.