En nuestros días, la mayoría de las mujeres no presenciamos más partos que los propios. De ahí que los relatos de parto permitan hacernos una idea de cómo es parir. Leer estos relatos es pues una magnífica preparación al parto. Con ellos aprendemos qué es normal y esperable en el parto, qué favorece su desarrollo, y qué hay que tratar de evitar porque puede entorpecerlo.
Tanto si tu experiencia de parto ha sido satisfactoria, como si no, contarla será algo muy positivo para ti, y para todo el que quiera escucharte.
Si la experiencia no ha sido positiva, si no te sientes satisfecha con tu parto, si no ha sido como te lo imaginabas, por la razón que sea, poner palabras a estas vivencias puede servirte de desahogo y ayudarte a comprender y superar, en la medida de lo posible, lo que pasó. Contar tu historia facilita también, el camino a las futuras madres que pueden aprender de esas experiencias y prepararse para transitar este camino y afrontar dificultades que se les puedan presentar con algunas posibles respuestas.
El silencio solo sirve para ocultar las deficiencias del sistema, y contribuye a sostener una falsa sensación de normalidad.
Si tu experiencia ha sido satisfactoria, contarla también puede facilitar que las futuras madres aprendan de tu experiencia y adquieran seguridad en sí mismas y confianza en el proceso del parto. Contar que es posible el pvdc, que se puede parir sin dolor, o explicar lo emocionante que es sentir al bebé piel con piel nada más nacer, puede ayudar a que otra mujer visualice el parto que quiere para ella, y el nacimiento que desea para su bebé, y luche por conseguirlo.
Tus sentimientos y sensaciones son válidos y respetables. Busca a quien esté dispuesto a escucharte de corazón y seguro que encontrarás personas generosas que te apoyarán y acompañarán en este recién estrenado camino de la maternidad.