No es necesario preparar físicamente el cuerpo para parir. El día del parto, las mujeres de manera intuitiva adecuamos nuestra respiración a las circunstancias y adoptamos las posturas más adecuadas en cada momento para facilitar el descenso del bebé, siempre que tengamos libertad para ello.
No obstante, sí es recomendable prepararse mentalmente para el parto, mediante información veraz sobre el mismo. Conocer cómo tiene lugar un parto normal, cuáles son las fases del parto, en qué consiste cada una de ellas, y sobre todo, cuáles son los factores que condicionan el desarrollo del mismo, es decir, qué cosas lo favorecen y cuáles pueden entorpecerlo, es importante para vencer posibles miedos, derribar mitos y vivir el parto de una manera tranquila.
Reflejo de la excesiva medicalización mayoritaria en la atención al parto en nuestro país, las llamadas "clases de preparación al parto" transmiten a las embarazadas en no pocas ocasiones una visión patológica del mismo. Se le retrata como una situación peligrosa para madre y bebé, que sólo mediante la intervención médica tendrá un buen fin. Sin embargo el parto puede ser una experiencia maravillosa y gratificante para la madre. Para “aprender sobre” el parto recomendamos la lectura de bibliografía basada en la evidencia científica más actual.
Cuando estamos bien informadas, estamos en condiciones de tomar decisiones conscientes sobre nuestro parto. Sólo una decisión informada es una decisión "libre".