Estos son los derechos que nos asisten como usuarias del sistema sanitario, siempre, también en el momento de dar a luz:
- Tenemos derecho a identificar a los asistentes en el parto, a conocer el nombre, titulación y especialidad de cada uno de ellos.
- Tenemos derecho a la información de cualquier aspecto que tenga que ver con nuestra salud. Debemos conocer cada intervención y cada proceso sin confusiones.
- Tenemos derecho a decidir: es imprescindible nuestro consentimiento para cualquier actuación sobre nuestra salud y nuestro cuerpo (consentimiento informado), pudiendo revocar este consentimiento en cualquier momento; también podemos rechazar tratamientos o intervenciones (rechazo informado).
- Tenemos derecho a elegir entre las opciones clínicas disponibles y a ser respetadas en nuestras decisiones. La capacidad de elegir sólo estará limitada por la disponibilidad de la opción elegida y la buena praxis.
- Tenemos derecho a la protección de nuestra intimidad y dignidad, tanto física como moral. Para la presencia de residentes de matrona y ginecología será imprescindible la previa autorización escrita, atendiendo al derecho de toda persona a ser considerada sujeto de derechos y a no ser utilizada como objeto para los fines de otros.
- Tenemos derecho a aceptar o rechazar los protocolos médicos (guías de actuación para los profesionales no de obligado cumplimiento por los mismos, ni por los pacientes) u optar por tratamientos alternativos.
- Tenemos derecho a elaborar un plan de parto que recoja nuestra voluntad y exprese nuestras preferencias. Cualquier medio de expresión y comunicación admisible en Derecho es válido para ello.
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