Cuando vayas a consulta pregunta tus dudas, comenta tus miedos, muestra tus deseos.
Un buen profesional te dedicará tiempo, atención y no tendrá inconveniente en explicarte todo lo que necesites saber. Ante tus dudas, te dará respuestas, sin tratarte con condescendencia; ante tus miedos, te transmitirá tranquilidad, sin ridiculizarlos ni intentar que "lo dejes todo en tus manos"; y ante tus deseos, te ofrecerá alternativas y respetará tus decisiones.
Es bueno establecer una relación de confianza mutua con tu médico o comadrona; el profesional tiene que demostrarte con sus actitudes y comentarios que confía en ti, en tu cuerpo y en el proceso del parto. Así tú podrás confiar en su criterio.