M. Sanidad - Cuidados desde el nacimiento (EAPN)
Cuidados desde el Nacimiento. Recomendaciones basadas en pruebas y buenas practicas.
Ministerio de Sanidad y Politicas Sociales.
Esta guía forma parta de la Estrategia de Atención al Parto Normal (EAPN) y se centra en los cuidados de los recién nacidos. Los dos capítulos principales hablan de los Cuidados centrados en el desarrollo y del nacimiento a la primera semana de vida.
Os presentamos aquí el subcapítulo: Maniobras innecesarias. Citamos:
En las últimas décadas se han venido añadiendo una serie de maniobras en la atención postnatal inmediata del recién nacido, relacionadas con el paso de sondas a través de orificios corporales. Estas maniobras se vienen realizando de forma rutinaria en muchas maternidades.
Actualmente, el cuidado postnatal inmediato tras el parto se basa en el contacto piel con piel madre/ recién nacido. Se intenta que éste se adapte al ambiente extrauterino en contacto con su madre, que es su ecosistema natural, y al mismo tiempo se evitan las maniobras agresivas que le puedan desestabilizar.
La aspiración rutinaria de las secreciones orales y faríngeas, el paso de sondas para descartar una atresia de esófago o una atresia anal o el lavado gástrico rutinario no parecen tener mucho sentido actualmente. No se dispone de ninguna prueba de que el paso de sondas o la aspiración de secreciones de forma rutinaria de la orofaringe conlleve ningún beneficio para el recién nacido. No se realizó; ningún tipo de estudio cuando se introdujeron toda esta serie de maniobras y tampoco, salvo con el lavado gástrico [1], se han identificado estudios que hayan valorado las consecuencias de su abandono.
Tanto en la guía de cuidado perinatal de la academia americana [2] como en la británica [3] no se incluye ninguna de estas maniobras. Muchas de ellas tenían como objetivo descartar malformaciones como la atresia de esófago o la de coanas o la de ano. Actualmente la recomendación es la vigilancia por un profesional experto durante las dos primeras horas de vida para detectar cualquier problema. El paso de sondas en ningún caso podría sustituir a la vigilancia del recién nacido y en algunas ocasiones podría desestabilizarle [2].
Aspiración sistemática de secreciones durante la reanimación. Si el recién nacido tiene una buena puntuación de Apgar no precisa de ninguna maniobra de reanimación ni de aspiración de secreciones. En caso de que se precise aspirar secreciones porque esté; la vía aérea ocupada, se limpiará; la boca preferiblemente con una gasa y si no es suficiente, la aspiración se limitará; a la orofaringe sin pasar la sonda [4,5].
Lavado gástrico rutinario. Esta práctica no aporta beneficios y no está exenta de riesgos [1].
Paso de sonda orogástrica o nasogástrica para descartar atresia de esófago. Solo está justificado el paso de sonda si el recién nacido presenta muchas secreciones o babea de forma continua o existe la sospecha de atresia de esófago prenatalmente. Es muy difícil que una atresia de esófago no presente algún signo clínico que pueda alertar durante las primeras horas de vida.
Paso de sonda para confirmar la permeabilidad de las fosas nasales. La atresia de coanas no pasa desapercibida ya que el niño presenta dificultad respiratoria grave, por tanto no es preciso realizar ningún tipo de cribado.
Paso de sonda rectal. Es suficiente con confirmar de visu la presencia de ano y estar al tanto de la eliminación de meconio.
Bibliografía
1.Cuello C, Gónzalez V, Soto A, V López, SJ Fernández, MC Cortez. Lavado gástrico en recién nacidos sanos: un ensayo clínico aleatorizado. An Pediatr. 2005;63:509-551.
2.American Academy of Pediatrics. The American College of Obstetricians and Gynecologists. Guidelines for Perinatal Care. 5th edition. 2002.
3.UK National Screening Committee. Newborn. (Policies on newborn)
4.Grupo de Reanimación Cardiopulmonar de la Sociedad Española de Neonatología. Recomendaciones de reanimación neonatal. An Pediatr. 2004;60(1):65-74.
5.Mercer JS, Erickson-Owens DA, Graves B, Haley MM. Evidence-based practices for the fetal to newborn transition. J Midwifery Womens Health. 2007;52:262-272.