Respuesta al artículo “La Paz, mi primer hogar” publicado en El País digital el 14 de enero de 2015.
[Imagen: "El momento del parto", en el Hospital de La Paz, Madrid. / Fuente: Artículo "Matrona, el oficio más bonito del mundo", EFE Salud]
¡Hoy es el día! Estoy de parto y me voy a parir a La Paz. He leído en El País lo maravillosamente bien que hacen los partos en este hospital, os paso el enlace para que vosotras también lo veáis: http://elpais.com/elpais/2015/01/14/planeta_futuro/1421235459_369085.html
Uno de los subtitulares de la noticia me tranquiliza un montón, ése que dice que “sin olvidar que nacer es un proceso natural, profesionales y medios evitan que sea mortal”. Menos mal, menos mal que voy a estar rodeada de médicos interviniendo, porque si no, seguro, seguro que me moría en el parto. Así voy muy tranquilita.
Cuando llegue, lo primero que van a hacer, después de hacerme un tacto, claro, y de ponerme el monitor, es ponerme la epidural. Es que si no, ya lo dice el artículo, me pondría a gritar como una loca, y a lo mejor hasta me despeinaba, sudaba y todas esas cosas tan vulgares. No, no, yo voy a parir como una señora. Con epidural, no vaya a ser que me despeine y no esté mona cuando lleguen las visitas. Al hospital de La Paz, y a mí por la (no) información que me da, nos da igual lo que digan la OMS y la EAPN sobre la epidural en partos normales. Después de lo que me han dicho, no quiero métodos alternativos, yo quiero ser como el 85% de las mujeres que paren allí (pobrecillas las del 15% restante). Me da igual que haya gente por ahí que diga que tiene efectos secundarios. ¿Y qué si el parto acaba siendo instrumental por culpa de la epidural? Total, yo ni me entero. Además, si acaba en cesárea así ya tengo puesta la anestesia.
Otra cosa que me van a hacer, por mi bien, es monitorizarme constantemente. Si ya lo he dicho, la EAPN y la OMS como si no existieran. No importa que en un parto normal los resultados de morbimortalidad materna e infantil sean similares con monitorización continua e intermitente. Es que si es continua, las matronas están en una sala vigilando, y no tienen que perder el tiempo en ir a ver a las parturientas, y pueden hacer más partos. ¿Para qué contratar más personal, pudiendo gastarse el dinero en máquinas?
Cuando llegue el momento del expulsivo estaré tranquila, porque ya me han enseñado a agarrarme a la cama y a empujar. Es que las mujeres de ahora venimos defectuosas y no sabemos hacerlo de serie. Lo de pujar, digo. No tiene nada que ver con que tengamos que estar tumbadas sobre nuestras espaldas, en la última postura que recomiendan tanto la EAPN como la OMS. No. Es que estamos mal hechas, y por eso necesitamos que nos intervengan los partos, incluso los de bajo riesgo.
Y no es sólo el hospital el que me enseña todo lo que tengo que saber, también en el periódico me han informado de maravilla. El periódico dice que si el parto se paraliza, me ponen oxitocina para el alumbramiento. Mira tú que yo pensaba que el alumbramiento era cuando salía la placenta, pero no, debo ser yo la equivocada, porque si lo dice El País, será que parto y alumbramiento es lo mismo.
Si quiero dar el pecho a mi bebé, que no lo sé, tengo un magnífico equipo a mi disposición para ayudarme. Son tan, tan, tan pro-lactancia, que si me hacen una cesárea le van a enseñar a mi marido a darle a mi bebé leche con una jeringuilla porque, ¿para qué me lo van a poner a mí encima al nacer? ¡Si es que digan lo que digan la OMS y la EAPN de favorecer el contacto precoz madre-recién nacido en caso de cesárea da igual! Es mucho mejor que inicie la lactancia (artificial, supongo) con una jeringuilla en lugar de en mi teta. ¡Si ya me cansaré de estar con mi bebé! Yo solita en REA estaré de maravilla, y mi bebé con mi marido, que así también se implica él, qué caramba. Y con mi madre, y con mi cuñada. Y con mi suegro, y con mi suegra. Y hasta con la tía de mi marido a la que no puedo ver ni en pintura, y el vecino del tercero que venía a visitar a su hermana, y ya de paso ... . Y seguro que se pasan también mi hermano y los niños, a conocer a la nueva prima, claro. Porque aunque la gente vaya diciendo cosas por ahí, no la van a dejar en el nido. O en la UCIN, sin que su padre, ni yo, sepamos nada de ella.
¿Pues saben qué les digo? Que no. Que no me voy a La Paz. Que seguro que tienen un equipo de neonatología fantástico, y si mi bebé tuviese algún riesgo, pues no les digo yo que no. Y seguro que hay profesionales estupendos trabajando allí. Seguro. Pero mi embarazo esun embarazo normal. Y mi parto espero que sea un parto normal. NORMAL. Con mis gritos de dolor, moviéndome como me da la gana para pasar las contracciones, con mis pujos naturales, incontenibles, salvajes, a cuatro patas, colgada de mi marido o tumbada de lado. O de pie. O en cuclillas. O a lo mejor tumbada, que nadie se libra de necesitar una intervención. Con mi niña piel con piel conmigo al nacer, sea como sea que nazca, por mi vagina o por mi abdomen. Con mi atención profesional, sí, pero siguiendo la evidencia científica. Porque no creo que nadie me tenga que salvar de mi parto. Más bien me tendrán que salvar de los que no me lo van a respetar.
Bibliografía
[1] OMS – Cuidados en el parto normal. Guía práctica. Departamento de Investigación y Salud Reproductiva. Ginebra 1996.
[2] EAPN- Estrategia de Atención al Parto Normal en el SNS (Sistema Nacional de Salud). Ministerio de Sanidad, 2007.
[3] Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal. Ministerio de Sanidad y Política Social. 2010.
Estimada Susana,
no dudo del gran trabajo que se pueda realizar en su hospital, es más, estoy segura de que la inmensa mayoría de los profesionales que trabajan ahí buscan de buena fe el bienestar tanto de la madre como del hijo. Mi principal intención es criticar un artículo que ha salido en un periódico, y no precisamente uno local, sino uno de tirada nacional y de los más leidos. Le aseguro que si lo que se dice en dicho artículo no es cierto, y no se monitoriza de forma continua a las parturientas, no se separa sistemáticamente a las mujeres que han sufrido una cesárea de sus bebés y pueden hacer ellas piel con piel con sus hijos, se apoya a las mujeres y se les dan alternativas antes de ponerse la epidural y no se las obliga a parir en litotomía, me da una alegría, y afirmo que, por lo menos en esos puntos, si cumplen lo establecido por la OMS. Es más, si algo de lo que dice este artículo es falso, le pido encarecidamente que se ponga en contacto con El País para que saquen una corrección del artículo al que me refiero, ya que me parece que de esta manera podemos poner nuestro granito de arena para la mejora de las prácticas obstétricas en España. Ahora bien, si lo que se dice ahí es cierto, y tal y como denuncio en esta entrada, no se siguen las recomendaciones de la OMS. Y si lo que digo es cierto, usted también puede contribuír tratando de aplicarlas, en la medida en la que pueda, que ya sé que a veces no tienen ustedes mucho margen de maniobra.
Muchas gracias por su comentario.
Un saludo.