Adri (unverified)
31 Mar 2012
Además de todo esto. He extraído algunas conclusiones más del artículo que he leído... Voy a pensar en voz alta: William Smellie el pupilo de William Hunter, sentó las bases para el uso del fórceps. Dando por válida estas conclusiones del investigador Shelton: ¿Por qué fue necesario desarrollar y diseñar un aparato que extrajera al feto del vientre materno? La explicación que se me ocurre es bien sencilla. Cuando los cuerpos llegaban a manos de W.Hunter y W.Smellie, la madre estaba muerta, así que era preciso extraer al feto sin dañar el útero; sólo de esta forma luego podrían diseccionar de la manera y por el lugar preciso para realizar sus investigaciones y sus dibujos, o atlas anatómicos. La única posibilidad de lograr estas condiciones de ensayo, era extraer al feto por el canal de parto. Cuestión imposible, a priori, sin la colaboración conjunta de la díada madre-cría. #Conclusión 1: el fórceps es una herramienta que se diseñó para la extracción del feto por el canal de parto sin colaboración materno-filial. Las conclusiones sobre la utilización de este aparato ¿han sido transferidas sobre cuerpos con vida, realizando un estudio previo exhaustivo de las condiciones de ensayo en las que se realizaron las investigaciones, quiero decir cotejaron todas las variables del estudio?es decir, ¿es este mecanismo de ayuda al expulsivo, fórceps, que proviene de un escenario con cuerpos sin vida, aplicable a un parto? Por otro lado en el estudio se encumbra a W.Hunter y W.Smellie como los padres de la ginecología y la obstetricia. Disputándose la paternidad de la nueva disciplina médica, en su doble vertiente: Ginecología y Obstetricia. Si ya en aquellos momentos el trabajo de partera se reconocía y estaba establecido en la sociedad ¿por qué hubo que perseguir a las mujeres que lideraban esa tarea tradicional, con paciencia, estudios y análisis fundados y basados en la experiencia y en la acumulación de conocimientos? #Conclusión 2: W.Hunter y W.Smellie encarnaron en su momento el concepto de humano, independientemente del sexo, al servicio del Patriarcado que Casilda Rodrigáñez identifica y describe en su libro. La sabiduría de la mujer, para la mujer y con la mujer,que al final no deja de ser un guión de actuación y valores extensible a toda la Humanidad; es perseguido, eliminado y ocultado en pro de una falsa ciencia a favor de intereses espurios y perversos. En cualquier caso cubiertos hasta entonces, por una sabiduría ancestral anterior, aniquilada a favor de la Industria en contra de la Humanidad, entendida desde el individuo para el individuo y no tanto a beneficio de inventario del Ego de un Profesional, una Institución o una Corporación determinada. NO olvidemos que en los inicios y pleno auge de la Revolución Industrial, los conceptos, principios y reglas tácitas que guiaban los cambios sociales y económicos, promovían una marcada tendencia a favor de la magnificación de la fabricación, la producción y el capital. Todo un nacimiento prematuro de lo que más tarde hemos conocido en occidente como Capitalismo. No es de extrañar entonces que máximo beneficio, investigación a toda costa y sin criterio, conocimiento científico, en contra de tradición y experiencia, fuesen preceptos de partida sobre los que se asentaron buena parte de los conocimientos, métodos y prácticas, que hoy reproducen campos como la Medicina o la Industria, por ejemplo. Finalmente comentar que no es de extrañar que las decenas de testimonios de parto que circulan por la red, describan a profesionales fríos, deshumanizados, incluso en el extremo "carniceros". (Evidentemente no será el caso de todos, pero sí que determina el perfil de un conjunto, sí que describe la idea general de colectivo.) Los padres de la Ginecología y Obstetricia poseen "post mortem", unas duras acusaciones contra su imagen y la ética de las prácticas de investigación, que llevaban a cabo. Por no decir, contra su propia condición de seres humanos. ¿Qué nos hace pensar que las conclusiones de sus estudios, sus investigaciones y sus procedimientos, están impregnados de un buen hacer y un amor a la humanidad nunca antes profesados a la Humanidad, en el campo de la Medicina nacida en la Revolución Industrial, y a favor de un enriquecimiento personal y de un reconocimiento profesional forzado?. ¿Qué nos hace pensar que Occidente ha establecido los cimientos del futuro, de sus prácticas y procedimientos a todos los niveles del saber humano, sobre una base sólida en valores para con la propia Humanidad? ¿Qué nos hace pensar que la crisis que vivimos no sea generada por el fin, el colapso y la caída de un sistema nacido de los más brutales acontecimientos, de las ideas y planes más inconfesables? #Conclusión 3: La Comunidad Científica, en su vertiente médica y en lo que concierne al campo de trabajo de la Ginecología y Obstetricia, debe realizar una ardua tarea de limpieza y desinfección de conocimientos, conclusiones y "doctrinas de fe", sobre las que han basado argumentaciones científicas y protocolos de actuación. Sólo una investigación de esta caladura es suficiente para remover teorías, reescribir libros y desarrollar buenas dosis de autocrítica colectiva. El Director del Museo Hunteriano debe poner todo el material disponible a favor de las investigaciones que sean pertinentes, y guardar una compostura más cauta, menos orgullosa y más humilde ante las acusaciones que pesan sobre el nombre y apellidos de los Padres de aquella inexistente nueva disciplina Médica. Al margen de la versión de las acusaciones, la que aporta la investigación realizada por Shelton. Creo que también es labor del Director del citado Museo, si realmente desea confirmar y comprobar la inocencia de quienes idolatra, aportar pruebas que demuestren tal inocencia, sobre aquellos dos "médicos", de los que sí se puede intuir y demostrar la avidez de protagonismo y su afán lucrativo. No por las mujeres asesinadas en mitad del siglo XVIII, en plena Revolución Industrial, en pleno descontrol social; por las que desgraciadamente no podemos hacer nada a día de hoy, salvo rendir un homenaje personal; sino por las que a día de hoy sufren la falta de revisión de las teorías médicas, de los protocolos comprobados y demostrados, de los ensayos médicos, de los errores fatales, de las teorías farmacéuticas y de los estudios patrocinados... Es por las mujeres de hoy, por las que la Comunidad Científica debe dilucidar la validez y la brillantez de los estudios; es por la sociedad de hoy, por la que la Medicina, en su vertiente Obstétrica y Ginecológica, debe revisarse por completo, y dar la mano finalmente, a la EVIDENCIA antes que a la CREENCIA. Un saludo, Adriana