Exportando malas prácticas a los países pobres
Por Patricia López Izquierdo
Hace unas semanas como gallega me sentí avergonzada y consternada al leer esta supuestamente buena noticia:
http://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2011/06/26/madre-corazon-africa/508934.html
Y cito:
"La joven tuvo un parto muy largo agravado por la estrechez de su pelvis."Le hice una episiotomía (corte en el perineo que evita el desgarro vaginal) que la ayudó mucho y que las matronas tradicionales tienen prohibido hacer", apunta. Finalmente, a pesar de trabajar bajo la escasa luz de dos linternas, el bebé nació sano y la madre se recuperó rápidamente. Apenas se la escuchó quejarse- poco que ver con cualquier mujer española en una situación parecida- ya que las mujeres senegalesas tienen un control muy especial del dolor y no está bien visto que se quejen en exceso."
En un solo párrafo se hace apología de los grandes falsos mitos de la obstetricia en los últimos 40 años: pelvis estrecha, episiotomías para evitar desgarros, y bebé sano "a pesar de todo". Y lo remata con un comentario retorcido, racista y machista a la vez, que no sé si deja peor a las pobres senegalesas sometidas pero fuertes que soportan el dolor, o a las desdichadas españolas gritonas y exageradas en sus afortunados partos hospitalarios.
Cabe señalar que en los hospitales africanos los bebés prematuros que no reciben cuidados madre canguro, tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir, no hay incubadora que valga. Solo el piel con piel las 24h y la lactancia materna irrestricta puede salvarlos.
Tal vez no es muy sorprendente que los profesionales españoles quieran hacer en otros sitios lo que hacen aquí porque les han enseñado que esa es la mejor atención posible y tal vez la única admisible. Pero no deja de ser muy triste y preocupante que incluso personas con inquietudes por salir de lo establecido y por dar lo mejor de ellas mismas, como son las voluntarias de estas organizaciones, no sean capaces de actualizar y reciclar sus conocimientos ni de poner en valor tanto la última evidencia científica como el más simple y puro sentido común.
Sería muy bonito y sencillo preguntarles a las mujeres senegalesas y camerunesas como les gustaría parir, o incluso hablar con las parteras del lugar para intercambiar impresiones y conocimientos. Estoy segura de que allí- como aquí- necesitan un ambiente limpio y tranquilo, mucho apoyo, acompañamiento si lo desean, e intimidad para que el nacimiento se desarrolle normalmente... guardando los quirófanos y los bisturís para las verdaderas emergencias.