Mad Men, New York, 1963.
Nueva York, 1963
(sobre el episodio 3.5 de Mad men)
Llegada al hospital: Betty se despide de Don.
Se despierta en quirófano, sola, confusa y angustiada y... segunda dosis de anestesia general. En esta ocasión viaja a su cocina, en la que la esperan sus padres, recientemente fallecidos.
Recupera la consciencia ya en la habitación, donde conoce a su bebé. En esta escena ella ya está resplandeciente, preciosa, cumpliendo la profecía popular (no por ello cierta) de que "Desde que te dan a tu bebé, ya estás feliz y se te olvida todo"...
En su caso, desgraciadamente, no hay mucho que recordar, pero precisamente estas lagunas suelen ser en sí traumáticas para las madres, ya que de un parto que protagonizamos solemos salir empoderadas, y de este se apartó a la mujer por completo.
Quizá por ello cuando su vecina le pregunta "¿Qué tal fue todo?", Betty la mira resignada y le contesta "Ya sabes, la niebla".