No medicalices la vida
El embarazo y parto también son eventos normales de la vida. No son una enfermedad ni requieren ser tratados desde la patología cuando nada indica que el proceso esté fuera de la normalidad. Su medicalización y el exceso de pruebas, dobles y hasta triples seguimientos, son más perjudiciales que beneficiosos para la madre y el bebé.
Cuando se envía a las mujeres todo tipo de mensajes negativos respecto a su cuerpo y los procesos propios de su feminidad, cuando se les invade el cerebro con ideas de "lo doloroso", "lo terrible", "lo difícil" que puede ser parir, cuando se infantiliza y se convierte a la mujer en un mero objeto de estudio, es muy fácil que nos sintamos enfermas y discapacitadas para tomar decisiones o informarnos. Y entonces, después de haber sido calladas, regañadas, vigiladas, pendientes de cada pequeño síntoma durante nueve eternos meses.... llegamos vencidas a la sala de partos.
Se conoce también como "efecto nocebo" y no es otra cosa que generar una expectativa negativa, sugestión y miedo aunque no exista ninguna razón objetiva que haga pensar que algo saldrá mal.
Y efectivamente, no existen garantías cien por ciento seguras de que todo saldrá como habíamos planificado: perfecto y sin mancha. Pero esa es la vida: un riesgo.
- Es la vida, no una enfermedad. No medicalices cualquier situación. Cartel de la Consejería de Sanidad y Dependencia. Junta de Extremadura, 2013.