Sobre tamaños y formas…o cada útero es un mundo
Por Ángeles Cano
En nuestra lista interna de la asociación salió un día el siguiente comentario:
“En la reunión del viernes pasado una de las asistentes nos contó que estando de unas 20 semanas ya le habían comentado que, posiblemente, tuviera una cesárea ya que su cuello de útero era muy largo. Nuestra respuesta fue "un poco tibia", sin querer desmentir nada de forma rotunda ya que nos faltaba información, pero nos comprometimos a enviarle una respuesta. Necesitamos información para responder a esta mujer. ¿Alguna orientación, información al respecto?”
No podemos enviarle algo como la noticia enlazada a continuación y terminar con todas sus esperanzas de tener un parto normal: La longitud del cuello del útero predice el riesgo de cesárea“
A raíz de este correo me puse a reflexionar.
Imagínate que a un hombre le dicen que no podrá tener relaciones sexuales porque tiene el pene muy curvado, o largo, o gordo, o corto, o de un color raro, o con demasiados pelos o yo que sé. O que, casi seguro, no podrá “funcionar bien” y que mejor que ni lo intente.
¿A qué nadie le dice esto a un hombre?, entonces ¿por qué nos hacen a las mujeres estas observaciones sobre nuestra fisiología?
A cuántas amigas mías les han hecho comentarios en la consulta del ginecólogo o ginecóloga del tipo: “Tienes el útero raro, largo, grande, pequeño, etcétera., y, casi seguro, no podrás quedarte embarazada o tener un parto normal”, por ejemplo. Igualmente en las consultas con la matrona durante el embarazo, en ocasiones opinan sobre el aspecto de nuestra vagina, si es muy larga, o gruesa o cualquier otra crítica desafortunada e impertinente.
Sinceramente, no lo entiendo. Seguro que cada útero tiene su tamaño, su forma y sus peculiaridades.
Asimismo, cuántas veces hemos escuchado historias de mujeres de generaciones anteriores —cuando no había ecografías en los embarazos—a las que, después de haber parido varias veces, el ginecólogo les ha dicho que con su útero, o cuello de útero, u ovarios no deberían haber podido parir.
Con el fin de aportar información profesional a la pregunta, consultamos a Ascensión Gómez, comadrona, fisioterapeuta, madre y socia de El Parto Es Nuestro.
“El tamaño del cuello del útero, y el tamaño del útero en sí, es muy variable y de poco sirve como predicción. La longitud del cuello del útero, en todas las mujeres sin contracciones, esto es antes del parto, será diferente, porque cada mujer es diferente y porque depende de cuándo y cómo se inicie le parto. Es más, si en la semana 30 le miden el cuello a una mujer y mide menos de 25 mm lo considerarán una amenaza de parto prematuro. Entonces ¿en qué quedamos? Si es corto la medicamos porque puede ‘caerse el bebé’ y si es largo le programamos una cesárea, no vaya a ser que no dilate. Es absurdo.
La noticia no habla de cómo se hizo el estudio, porque no es lo mismo un inicio de parto espontáneo que una inducción y me temo que las metieron a todas en el mismo saco.
Lo que sí es cierto es que, a mayor longitud de cuello, menor probabilidad de éxito de una inducción y mayor probabilidad de terminar en cesárea. Eso sí.”