Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Por Juana N.
El famoso "parto respetado" tiene muchos nombres. Por suerte, el marketing solo llega hasta cierto punto. Si leemos un poquito entre líneas, si miramos detrás del telón, hacemos preguntas y escuchamos las respuestas, casi siempre logramos captar de qué van quienes estamos considerando para atender nuestro parto.
Cada mujer es única. Tenemos cada una una serie de requisitos, de miedos y sueños... cada una de nosotras necesita algo distinto para tener el parto que queremos. Por eso, no hay una respuesta única. No hay un lugar donde atiendan el parto a la perfección. Hay lugares que se acercan más al ideal de cada una, lugares donde cada una se sentirá más o menos segura. Profesionales que podrán brindar el respeto y cuidado que cada una busca y necesita para su parto.
Por eso es tan importante informarnos. Concer los centros y los profesionales. Hacerles nuestras preguntas. Escuchar los relatos de otras mamás. Y, al final del día, tomar cada una nuestra propia decisión.
Hoy en día el marketing de maternidades y la atención al parto y nacimiento está en pleno apogeo. De alguna forma, es una buena señal: significa que se está empezando a escuchar nuestra voz, que están tomando nota de que somos individuos con necesidades y decisiones propias. Pero en este momento de transición y comercialización, unas palabras bonitas pueden esconder detrás realidades dispares.
Aún cuando nos sentamos en círculo y cada una expone que quiere tener un "parto respetado", casi nunca estamos hablando de lo mismo. A grandes rasgos, sí, obviamente: todas queremos que nos traten con respeto, que nos cuiden según la evidencia científica, y terminar el día del parto con un bebé sano y feliz en brazos. Pero los detalles... eso es personal. Y mi parto perfecto ideal soñado puede ser vivenciado como horrible, triste y abandonado por otra.
Entonces, al final del día, lo que necesitamos es menos marketing y más transparencia.
Las respuestas a nuestras preguntas no pueden ser "sí, sí, aquí hacemos todo muy natural", sino algo concreto y específico a nuestras inquietudes según las exponemos.
Mi parto será muy "mío", y el de la comadre de al lado, será muy "suyo". Natural, ecológico, humanizado, mamífero o moderno: el mío es mío, de este bebé, de este momento vital.
El mejor ejemplo de este curioso marketing es un folleto que publicó Sanitas. Bajo el título "Conoce todo lo importante sobre el parto humanizado" nos presenta su visión del parto "humanizado", intentando además explicar las diferencias entre "parto natural", "parto humanizado" y "parto no intervenido".
[Imagen: Imagen de una presentación titulada "Parto - ¿humanizado?", para el Colegio de Psicólogos de Madrid, el pasado 28 de Abril de 2014. Fuente: banco de imágenes El Parto es Nuestro]
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Rogando disculpas a nuestros lectores, el presente post ha sido modificado para corregir erratas.