Mis patas
cuando naciste a vientre rajado
empecé a entonarme
quería palparte Pablito
ponerte sobre mis pechos y dedicártelos
quería arrimarte a mi cuerpo
para palidecer las ojeras del frío
para romper la antipatía de la luz
para separarte con mis dientes amorosos
y ver andar libres tus pinceles de sol
quería arrinconar mi hocico
en tus pliegues tiernos e impronunciados
con mi lengua barrer la sangre que te cubría
y lamerte por horas
como una loba que acaba de parir
tirada en la tierra teta a teta vulnerable rendida plena Una
quería despertar la fiereza de mis colmillos
para morder con rabia las vendas
las malditas vendas
que ataron mis patas a una plancha de quirófano
desde donde no pude abandonarme
a tu virginidad de cachorro
Beatriz Eugenia Andrade Iturribarría, 1992
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Noticias de Juárez