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21 Ene 2016
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7 comentarios

Epidural: Ni a favor ni en contra, pero no es para mí

Hoy compartimos esta reflexión de una de nuestras socias sobre la analgesia epidural, basada en su experiencia, no sin antes recordaros que la postura de nuestra asociación es que toda decisión de la mujer es la adecuada siempre que se haya respetado su derecho a un consentimiento informado.
Por Diana Aragón No es que tenga partos exprés y la dilatación no me duela, no es porque no le cueste a mi cuerpo el cambio y abrirse en cada contracción, mi parto fue duro también. No quiero epidural, no es por sentirme más fuerte que otras hermanas que la usan y la disfrutan, cada cuerpo conoce sus límites y sus necesidades. No es para mí, porque desde que empezaste a gestarte en mis entrañas somos dos seres en uno, y por nada quisiera que lo que tu estás sintiendo no sentirlo yo en todas las células de mi cuerpo y en todos mis nervios. Llegará el momento de la separación, pero no es ahora, ahora me necesitas más que nunca, y yo te necesito a ti. El parto es cosa de dos, trabajo en equipo. No es para mí porque no quiero aislarme de ti, ni de este momento tan intenso, de este trance tan pocas veces vivido, tan mal comprendido, tan mal explicado. No quiero cortar la comunicación de lo que ambos tenemos, no quiero dejarte desconectado, no quiero dejar de vivirte como me vivo yo. Quiero trabajar contigo en el parto, moverme contigo, avanzar en esta aventura, advertir cada cambio que tiene mi cuerpo, visualizar la meta, cada vez más cerca, con cada arremetida de nuestro útero, que ahora no es mío, es nuestro, el tiempo te acerca a mí. Quiero notar con profundidad cómo arde mi cuerpo con tu salida, cómo queman el amor y mis ganas de verte, de rodearte con mis brazos y con mi cuerpo, como he estado haciendo hasta ahora. No quiero epidural porque se me hiela la sangre cuando leo y me informo y aprendo que ralentiza el parto, que todo se retrasa contra natura. No quiero epidural porque no te siento, ya que no me siento. No quiero epidural porque me para, me hace estar quieta o limita mis movimientos, porque lo que es un proceso fisiológico pasa a ser un proceso médico que necesita control sobre mí, sobre ti, desde antes de nacer. No quiero epidural porque no quiero verte y percatarme de ti como ondas, y seguirte en una línea porque ya no me llega tu presencia, porque no me llega tampoco la mía. No la quiero porque no quiero que nadie me dirija, que otro tome el poder sobre mi cuerpo y sobre el tuyo, y manipule algo que es solo nuestro. El parto es solo nuestro: tú eres mío y yo soy tuya, y tú vas a salir de mí, sin más ayuda que la de la naturaleza, que es tan perfecta. No la quiero porque no haría nada que aumente las probabilidades de un parto instrumental, y que te saquen de mí con fórceps o por cesárea (inne-cesaria), no quiero que nadie te extraiga, quiero que tú salgas cuando sea tu momento, con mi ayuda, con mi consciencia, no eres una muela (como muy torpemente he oído decir a algún médico). No quiero la epidural porque cuando recién hayas llegado, quiero vivir el momento tan al completo, que todas mí ser, yo entera, podamos darte la bienvenida al despertar de la vida, y yo también despierta, y nada me enturbie. No quise la epidural porque las personas que me acompañaron en mi parto me otorgaron poder para no necesitarla, delegaron en nosotros, sin prisas, con amor, con ternura, con acompañamiento y cuidados, pero invisibles. Porque mi compañero no tuvo miedo, y, si lo tuvo, se lo guardó para él solo, porque me ofreció sus fuerzas para cuando flaqueaban las mías, y con sus ánimos y su cariño iluminó los momentos oscuros. Porque confió en la leona que yo soy por dentro y en mi hijo, que se deslizó de mí como un pez.
miren (unverified)
21 Ene 2016
Precioso. 100% identificada. Ojala este texto se repartiera en las clases de preparación al parto. En el trabajo una compañera (30 años) me dijo: Ah, ¿ pero se puede parir sin epidural? Cuanto miedo infundado, cuanta mala ( nula ) información, cuanta mentira... Y que impotencia.
GEMIX (unverified)
22 Ene 2016
100% de acuerdo, yo dí a luz sin epidural y describe perfectamente lo que yo sentí para tomar esta decisión. No quería estar inerte sin sentir, y aunque tuvieron que utilizar ventosa para sacar a mi hija, comparto el mismo respeto que tuvo el equipo médico. Las personas que lo cuentas te miran entre mezcla de admiración y locura yo siempre digo que es lo mas natural y normal del mundo que no he hecho algo que no han hecho incontable número de mujeres desde los albores de la humanidad, dar a luz. Y ojo que para mí es más valiente una mujer que se pone epidural porque yo sólo de pensar en el cateter en la espalda me daban los siete males. Por eso decidas lo que decidas eres maravillosa, eres mama. Un beso.
Mamáleona (unverified)
29 Ene 2016

Enviado por Mamáleona (no verificado) el

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Admirable testimonio, nuestra cultura no nos educa en la valentía de la vida. Yo soy un ejemplo de ello y parí con epidural, por miedo. Nuestro parto fue vaginal, sin prisas ni inducciones, relativamente natural, pero el miedo fue más grande que yo y tampoco me arrepiento. A pesar de ello mi recuerdo es maravilloso y creo estar igual de ligada a mi hijo que vosotras, simplemente no fue para mi hacerlo "sin". Espero mejorar en mi siguiente experiencia. Gracias por contarnos las vuestras. La información es poder ! Abrazo
Kary (unverified)
27 Feb 2017
Me sentí completamente identificada, así viví mis dos partos. Gracias mil por plasmar en palabras esos momentos únicos. Agradezco también a mi compañero de vida por su apoyo y amor incondicional y a todo el maravilloso equipo que nos acompaño. Saludos