La más inesperada de las muertes
Me he sentido profundamente conmocionada con lo que ha pasado a la familia de Liria, me encuentro en mi 34 semana de embarazo de una niña. Es mi segundo embarazo. En el primero no era muy consciente de las perdidas perinatales, esta vez lo soy bastante más y, aunque no es un miedo que viva permanentemente en mi cabeza, se asoma de vez en cuando.
Aparte de la falsedad y la frivolidad con la que la noticia ha saltado a los medios donde se afirmaba en titulares que el bebe murió en el parto (lo cual no era cierto), queda la desconexión que la sociedad suele tener con este tipo de muertes,ya que parecen ser solo noticia si la familia ha decidido contemplar el nacimiento de una manera diferente a la mayoría de la población.
Mi primer hijo nació en casa después de estudiar mucho la situación actual de la atención al parto en el medio hospitalario de mi entorno y las demás posibilidades de mi comunidad (únicamente parto domiciliario,ya que no había casa de partos). Me decanté por esta manera de parir pensando siempre en estar bien acompañada profesionalmente y que fuera el proceso más seguro para mi bebe y para mi, en mi caso, con dos matronas experimentadas en parto en casa. Esto último me parece vital ya que ante cualquier eventualidad estas profesionales aconsejan a la familia un traslado hospitalario con tiempo suficiente, pudiendo tener así lo mejor de los dos mundos. De lo que también estoy segura es de que si mi bebe se quedase sin vida antes de nacer, el parto domiciliario seria mi opción para así poder vivir mi dolor en la máxima de las intimidades en ese momento tan duro para la familia , el parto y el duelo.
El caso es que cada bebe que nace a término y sin ningún problema es una inmensa alegría. Pero la naturaleza no es infalible y desde el momento de la gestación hasta el parto hay múltiples motivos de muerte fetal.
Paso a dar algunos datos reales que he encontrado en el Instituto Nacional de Estadística cuyo último registro se hizo en el 2014 diferenciados por semanas de gestación y por causas. Resumiendo, antes de la semana 28 de gestación la muerte fetal golpeó a unas 229 familias en nuestro pais. Entre la semana 28 y la 36 el número asciende a 564, y entre la semana 37 y la 42 o más es de 390. En el año 2015 hubo en España unas 1277 muertes fetales tardías de las cuales nadie habló por supuesto, los partos no debieron ser en casa.
La mortinatalidad es la relación entre el número de niños nacidos muertos y el número total de nacimientos. Su cálculo y su seguimiento resultan complicados debido a las disposiciones reglamentarias, que varían con el tiempo y entre países, referentes a la declaración de un nacimiento según el término del embarazo y el estado inicial del niño, supongo que por ello es muy difícil acceder a datos sobre muertes de bebes en el momento del parto
Los abortos en 2014 que no fueron a petición de la propia mujer (es decir, aquellos que englobarían diferentes causas como: grave riesgo para la salud para la embarazada, riesgo de graves anomalías en el feto, anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave o incurable) fue de un 10,63% de los abortos totales. Muy tristes motivos también para perder un hijo.
La naturaleza se impone, no nos queda más remedio que aceptar la muerte como parte de la vida, aunque desde luego en un bebe es lo más antinatural que se puede esperar.
Quiero mandar mi cariño a esa familia y a todas las que han sufrido la pérdida de un hijo, cualquiera que fuese su edad, estuviera o no dentro del cuerpo de su madre y por la causa que fuese. Un fuerte abrazo para ellos y espero que estos datos sirvan para hacernos una pequeña idea de la realidad de este problema.