El pasado 14 de febrero El Parto Es Nuestro participó como una de las organizaciones invitadas a la jornada
Agenda 2030: promover la salud sexual y reproductiva y cumplir con los compromisos en el encuentro celebrado en la sede del Senado. La jornada, cuyo objetivo era dar a conocer la situación de los trabajos relacionados con los objetivos de la ONU, organizada por la Federación de Planificación Familiar Estatal, pretendía juntar a parlamentarios, funcionarios de las Naciones Unidas, consejeros autonómicos y representantes de la sociedad civil para debatir el futuro de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS).
Asistimos 40 personas aproximadamente, muchas mujeres activistas de ONGs y organizaciones feministas, la mayoría de ellas de Catalunya y Euskadi. Los parlamentarios participantes en el intergrupo del Parlamento estatal y de los parlamentos vasco y catalán no tenían nada por lo que presumir en este asunto y se limitaron a admitir que es muy "complicado" encontrar fondos para la salud reproductiva y sexual. También agradecieron a la sociedad civil presente en la sala por brindarles la oportunidad de conocer el problema de cerca. En cambio, las preguntas de las mujeres de las organizaciones iban dirigidas a aclarar QUÉ hacen las autoridades para mejorar la situación y las respuestas resultaron muy evasivas y vacías de contenido: «...hacemos más presión...», «...insistimos en la incidencia política...», etc.
Después hubo una mesa sobre la propia
Agenda 2030 con dos ponentes de la ONU - director regional de UNFPA Esteban Caballero y la directora de IPPF Catarina Carvalho. Sus intervenciones arrojaron un cierto pesimismo, porque la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible no transcurre como estaba previsto y acordado por los estados. España, por ejemplo, no colabora correctamente para conseguir las metas. Además se avecinan más problemas, como los cambios bruscos llegados con la nueva legislatura de Trump. Este señor ya ha introducido una ley (Gag Rule) que prohíbe a las ONGs destinar fondos a los programas de la ONU sobre la salud reproductiva y sexual, haciéndolos a la larga inviables, ya que la aportación de los EEUU pertenecía a las más cuantiosas. Y un dato muy relevante: los "informes en la sombra", como el de CEDAW, con el cual colabora nuestro
Observatorio de Violencia Obstétrica, no están incluidos en la Agenda 2030, por lo cual será más difícil hacer el trabajo de control a los gobiernos. La Agenda ha sido fruto de un compromiso y dista de ser ideal, entre otros motivos, por la falta de la perspectiva feminista.
La tercera mesa era sobre la implementación autonómica de los
ODS y durante la presentación escuchamos a la consejera vasca Leire Madariaga y el director catalán de co-desarrollo Manel Vila. Estaba también anunciado un representante del Ministerio de Exteriores, pero no vimos ni rastro de él (ni tan siquiera una explicación). Euskadi y Catalunya son las dos comunidades autónomas españolas que más dinero dedican al desarrollo y a la salud reproductiva y sexual. La consejera vasca presumía de la guía clínica de atención al parto normal, del derecho garantizado al amamantamiento en espacios públicos y a que todas las mujeres tienen derecho a presentar un plan de parto en Euskadi. Por su parte,Manel Vila presentó los programas de salud catalanes implementados en otros países, algo que provocó una respuesta de una activista indignada que solo se trabaja con "el Sur", cuando «los
Sures los tenemos aquí al lado, en nuestra calle...»
Al final dos activistas de Catalunya, una de la Asociación de Planificación Familiar y otra de Medicos Mundi, nos aportaron una visión del trabajo de base que hacen a diario para mejorar la salud reproductiva y sexual. El panorama es bastante desolador, porque simplemente no hay dinero. Solo el 12% de los fondos destinados a salud corresponden a la salud reproductiva y sexual. Las CCAA son las únicas que han aumentado estas asignaciones.
La jornada terminó con una llamada de alarma a los legisladores: en julio 2017 habrá una gran reunión de 60 países en la que se presentará los esfuerzos para la persecución de los objetivos de la Agenda y que
España aún no tiene nada que contar, porque ni siquiera ha formado una comisión o un gabinete.
En general, ha sido un encuentro que puso de manifiesto el abandono de las políticas de salud reproductiva y sexual por parte del Estado Español. Si no se forma el grupo de trabajo para conseguir las metas a las que España se ha comprometido, los tratados y acuerdos firmados por el estado serán papel mojado. Esperemos que un asunto de tan vital importancia como es la salud sexual y reproductiva reciba por fin la atención de los que nos gobiernan y los encuentros siguientes sirvan para debatir, formular e implementar políticas reales y transformadoras para la sociedad.
