#MiMamáCura sigue siendo necesaria
Siguiendo con la campaña de #MiMamáCura, no podíamos dejar pasar por alto este comentario de S.S.:
«Buenos días, en relación a un artículo que he leído en el que se expone la iniciativa para reclamar áreas de descanso para padres de niños ingresados, quería compartir mi experiencia por si pudiera servir de algo o en algún momento fuera útil hacerla pública. Tuve dos niños gemelos hace 11 meses y a uno de ellos lo ingresaron en neonatos. A los 2 días del parto nos dieron el alta a mí y a mi otro bebé. Pedimos alargar ingreso, nos lo denegaron. Solicitamos alojamiento económico al lado del hospital, denegado. Pedimos hablar con servicios sociales, no pudo ser porque iban a tardar unos días en atendernos y nuestro problema era inmediato... Al final una amiga nos proporcionó estancia en un hotel, con el tremendo gasto que aquello supuso y todos los días pasábamos 12h en la sala de espera de neonatos. Yo entraba en la unidad para hacer piel con piel y amamantar a mi pequeño luchador y cuando mi otro bebé recién nacido lloraba desde fuera, su padre me avisaba por móvil, salía a darle el pecho y mi marido entraba. Fue una pesadilla. Ir con un bebé recién nacido a cuestas, con lluvia y frío para vivir en la sala de espera de un hospital entrando y saliendo de la unidad de neonatos. Ni siquiera me facilitaron poder tener a los dos niños juntos. Un saludo y espero que salga adelante la petición!»
Comentarios como este reafirman que esta campaña, lamentablemente, sigue siendo muy necesaria, que nos siguen ninguneando y siguen sin respetarnos, a nosotras, a nuestros hijos y a nuestras familias.
Y lo triste es que este comentario es uno de tantos que hemos ido recibiendo por diferentes vías, no es una excepción en ningún caso. Deseamos que estos relatos desaparezcan, porque eso querrá decir que por fin nos han escuchado, que han reaccionado y que la humanidad y el sentido común se han impuesto en nuestros hospitales y en las Unidades de Neonatología y Pediatría.