Publicidad engañosa en el portal de internet operarme.es, ofreciendo cesáreas programadas sin indicación médica
Con estupor leímos hace unos días un anuncio del portal operarme.es, ofertando la cesárea a la carta, sin indicación médica ninguna. Publicidad engañosa de primera clase, lleno de mentiras que anuncia, previo pago, poder sacar directamente cita en el hospital IMED de Valencia, para realizarse dicha operación.
Es una mala praxis que llevamos viendo años ya en EEUU y los países latinoamericanos, y que ahora, por desgracia, llegó a España. Nos recuerda tristemente a las grandes vallas publicitarias en México de las clínicas privadas, que hacen su negocio con la desinformación de las mujeres.
En esta oferta en concreto, a precio cerrado, resulta que no incluye la atención al recién nacido, en caso de que necesite ingresar a Cuidados Intensivos o Intermedios Neonatales, cosa muy a tener en cuenta, al aumentar por 4 el riesgo de sufrir alguna consecuencia de la operación el bebé en un nacimiento por cesárea.
El anuncio ya fue retirado de la página en cuestión, pero sí nos gustaría destacar algunas partes del contenido, dado la gravedad del asunto:
Screenshot de la página operarme.es, sacado el 8 de noviembre de 2018.
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Entre las ventajas de la cesárea programada se podía leer: “Evitar los dolores de las contracciones. Cuando se programa una cesárea, no resulta necesario realizar un trabajo de parto, por lo tanto, no se inicia el periodo de contracciones. Además, antes de iniciar el proceso quirúrgico, se administra anestesia epidural o general, aunque esta última no suele ser lo normal.”
La operación en sí misma no duele al recibir anestesia, pero sigue siendo una operación de cirugía mayor abdominal con todo lo que implica, aparte de los riesgos asociados para madre y bebé, que superan claramente los de un parto vaginal. Después de la intervención sí hay dolor, por los puntos o grapas que cierran la herida, más tarde por la propia cicatriz y las adherencias de la misma que pueden dar problemas durante años. El dolor de un postoperatorio cualquiera, que se ha ido banalizando tanto como la propia intervención quirúrgica.
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“Evitar la episiotomía. Cuando se hace una cesárea, la cicatriz se realiza en la parte baja del abdomen y no en el periné, zona que hay entre el ano y los órganos genitales.” Un parto vaginal no tiene por qué implicar una episiotomía, de hecho la intervención de la episiotomía solo está indicado en un porcentaje muy pequeño de los partos vaginales. Es absolutamente engañoso jugar con semejante argumento, ya que omita la propia cicatriz de la cesárea.
Otras mentiras son:
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“Los riesgos para el bebé se disminuyen, considerablemente. Pues, la cesárea incluye una menor tasa de mortabilidad fetal y un menor sufrimiento para el bebé.”
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“…con la cesárea se evita la deformidad (de la cabeza del bebé), y eso hace que el bebé nazca con la cabeza más redondita.”
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“Una cesárea programada reduce la ansiedad y el temor que puede generar un trabajo de parto, así como la incertidumbre de no saber el día exacto del nacimiento del niño.”
Pero nuestra sorpresa iba a más, cuando el Equipo de Ginecología al Equipo Directivo de IMED Valencia (el hospital al que remite la página web) emitió un escrito en relación a esta misma oferta. Aplaudimos a su escrito, donde dejan muy claro cuál es su postura, y esperemos que se aplique así también en la práctica.
Recordamos que la Comunidad Valenciana cuenta con los hospitales privados con las tasas de cesáreas más altas de toda España.