Los peligros que conlleva minimizar la violencia obstétrica
Ilustración: Sofía Costa Sagardoy
La exministra de Sanidad y diputada del PSOE, María Luisa Carcedo, ha asegurado, en una entrevista publicada en 'Médicos y Pacientes' y recogida por Europa Press, sentirse "ofendida" por el término de violencia obstétrica, tanto como sanitaria como exministra.
Este argumento nos resulta familiar, el mismo debate ya se ha producido en muchas revistas científicas. De hecho, algunas (pocas) autoras, como Lappeman y col. han argumentado de manera muy similar a Carcedo o la SEGO que el termino violencia obstétrica es “perjudicial y violento (hacia los trabajadores de la salud) y no es útil en los esfuerzos para mejorar o reformar la atención de la maternidad y han sugerido que se usen en su lugar descripciones menos incendiarias como "maltrato" (Lappeman & Swartz, 2021). Las respuestas que han recibido nos parecen sumamente esclarecedoras en el momento actual de este debate a nivel mundial. Los títulos son tan ilustrativos como este:
“Nombrar el silencio y llamar a la atención obstétrica inadecuada violencia obstétrica es un paso necesario para el cambio” (Salter CL, Olaniyan A, Mendez DD, Chang JC. Naming Silence and Inadequate Obstetric Care as Obstetric Violence is a Necessary Step for Change. Violence Against Women. 2021;27(8):1019-1027)
Pero el más elocuente de todos es este artículo de Rachelle Chadwick en el que describe con precisión los peligros que conlleva minimizar la violencia obstétrica (Chadwick, 2021):
“Los peligros de minimizar la violencia obstétrica”. (Chadwick R. The Dangers of Minimizing Obstetric Violence Violence Against Women. 2021;10778012211037379)
Entre otros puntos Chadwick señala y aclara:
- Definir la violencia nunca es un acto neutral, siempre es profundamente cuestionado y político
- Nombrar la violencia obstétrica como una forma de violencia estructural implica reconocer que los profesionales sanitarios también la padecen y pueden ser víctimas de esa violencia sistémica (Sadler et al., 2016)
- La utilización del término violencia obstétrica ha contribuido al reconocimiento de la dimensión global del problema (como han descrito ONU y OMS)(Simonovic, 2019)
- Muchas mujeres han utilizado el mismo lenguaje que las víctimas de violaciones para describir como fueron tratadas en sus partos (Kitzinger, 2006)
- El lenguaje y termino de violencia obstétrica no está pensado para reconfortar los profesionales, sino para incomodar, con la esperanza de desencadenar una reflexión crítica que pueda transformar las prácticas normalizadas y mejorarlas.
Referencias
Chadwick, R. (2021). The dangers of minimizing obstetric violence. Violence Against Women, , 107780122110373-10778012211037379. doi:10.1177/10778012211037379
Kitzinger, S. (2006). Birth as rape: There must be an end to `just in case' obstetrics. British Journal of Midwifery, 14(9), 544-545. doi:10.12968/bjom.2006.14.9.21799
Lappeman, M., & Swartz, L. (2021). How gentle must violence against women be in order to not be violent? rethinking the word “Violence” in obstetric settings. Violence Against Women, 27(8), 987-1000. doi:10.1177/1077801221996444
Sadler, M., Santos, M. J., Ruiz-Berdun, D., Rojas, G. L., Skoko, E., Gillen, P., & Clausen, J. A. (2016). Moving beyond disrespect and abuse: Addressing the structural dimensions of obstetric violence. Reproductive Health Matters, 24(47), 47-55. doi:10.1016/j.rhm.2016.04.002 [doi]
Simonovic, D. (2019). A human rights-based approach to mistreatment and violence against women in reproductive health services with a focus on childbirth and obstetric violence : ().UN,. Retrieved from http://digitallibrary.un.org/record/3823698