Sobre las embarazadas gazatíes
Como Asociación que pretende mejorar las condiciones de atención a madres e hijos/as durante el embarazo, parto y posparto, nos horroriza la situación que están viviendo las madres gazatíes.
En cualquier guerra, quienes más sufren por desgracia son las mujeres y sus criaturas, especialmente cuando los atacantes no respetan los derechos humanos ni las infraestructuras civiles que nunca deberían ser bombardeadas, como escuelas, recintos sagrados y hospitales.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la agencia de la ONU encargada de los derechos sexuales y reproductivos, lleva días llamando la atención sobre la situación “catastrófica” que atraviesan las mujeres embarazadas en el enclave.
Según los datos estimados por UNFPA, de entre los 2,2 millones de personas que viven en los 365 kilómetros cuadrados de extensión que conforman Gaza, aproximadamente medio millón (540.000) son mujeres en edad reproductiva y 50.000 de ellas están actualmente embarazadas.
La agencia estima que 5.500 están en estado avanzado de gestación y parirán en noviembre y se estima que unas 150 dan a luz cada día.
Aunque la realidad previa a los ataques de Hamás del 7 de octubre ya era muy complicada para el sistema sanitario gazatí, ahora la situación es catastrófica.
Raquel González, coordinadora en España de Médicos sin Fronteras (MSF), que cuenta sobre el terreno con 300 compañeros, advierte de que los hospitales están “bajo una presión inimaginable” y cinco ya están inoperativos.
Prácticamente sin electricidad, funcionan con generadores, “pero apenas hay combustible”, lo que impacta de manera directa “en pacientes en la UCI, que requieren respiración asistida o los neonatos”.
Con los hospitales colapsados, sin electricidad, con los suministros básicos, medicamentos, comida y agua al límite y en medio de bombardeos sin escapatoria posible, unas 150 mujeres embarazadas dan a luz cada día. Estas mujeres se enfrentan “a un desafío extremo e impensable”, sostiene Dominic Allen, representante del UNFPA en Palestina.
La mayoría de embarazadas “no pueden ser atendidas en centros médicos” y “no tienen a dónde ir” en medio de los ataques aéreos israelíes, remacha Allen.
La Asociación Palestina de Planificación y Protección Familiar (PFPPA), establecida en Jerusalén desde 1964, denuncia que aunque “la ocupación israelí ya había negado sistemáticamente atención y derechos sexuales y reproductivos” a las palestinas, ahora las mujeres están “arriesgándose a complicaciones potencialmente mortales” para ellas y los recién nacidos.
Junto con la ONU, otros organismos internacionales y ONG de protección a la infancia, exigimos seguridad y ayuda humanitaria para las madres y bebés gazatíes, exigimos que se garanticen los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres afectadas por esta guerra, y exigimos que se cumpla el artículo 3 de la Convención de Ginebra sobre las guerras, que establece que se debe tratar con humanidad a todas las personas que no participen en las hostilidades o que caigan en poder del adversario, sin distinción alguna de índole desfavorable. Este apartado prohíbe específicamente los atentados contra la vida, las mutilaciones, la toma de rehenes, la tortura, los tratos humillantes, crueles y degradantes, y dispone que deben ofrecerse todas las garantías judiciales. Y por supuesto también establece que se debe recoger y asistir a los heridos y los enfermos.
Fuentes: