Cuando las decisiones políticas perjudican la salud de las mujeres
Nos encontramos en un momento de retroceso a nivel global y nuestro país no está exento de verse envuelto en este movimiento. Aunque El Parto es Nuestro no es una entidad política, está claro que se nos relaciona con el progresismo y tanto nuestra asociación como toda entidad que se relacione con nuestra causa se encuentran con obstáculos y frenos que imposibilitan el poder conseguir nuestros objetivos.
Estamos viendo cómo algunos sectores políticos están paralizando proyectos que nos hacían avanzar hacia aquello que las mujeres hemos estado demandando desde hace décadas, un lugar donde parir que respete la fisiología fuera de las instalaciones hospitalarias destinadas a la enfermedad y que a la vez estén conectadas a entornos hospitalarios por si es necesario: los centros de nacimientos públicos.
Todos los éxitos que hemos ido consiguiendo las mujeres españolas se acumulan más ampliamente en las comunidades con más avances en cuanto a la inclusión, la igualdad y el respeto por los derechos humanos y donde más voz se les ha dado a asociaciones feministas, como es el caso de Cataluña, Euskadi y la Comunidad Valenciana. A ésta última región vamos a referirnos hoy en esta entrada, pues recientemente acaba de sufrir un golpe muy duro con la destitución de Soledad Carregui como matrona coordinadora del hospital la Plana de Castellón.
Para quienes no sepan quién es Soledad Carregui, haremos una breve reseña.
Soledad Carregui fue designada en el año 2000 como supervisora del área de partos del centro hospitalario de la Plana de Vila-Real, en Castellón y su gestión era muy valorada entre profesionales y usuarias, según recoge la propia Asociación de Comares de la Comunidad Valenciana. La dedicación y pasión por su trabajo durante más de dos décadas, gracias a la promoción de un ambiente colaborativo entre los distintos actores sanitarios implicados en la asistencia, ha contribuido directamente a una atención más segura y efectiva para las mujeres de la Región, a la vez que ha posicionado al Hospital de La Plana como un referente a seguir por muchos otros equipos, no sólo a nivel autonómico sino también nacional, para la atención a la salud de las mujeres y sus criaturas.
Su injusta destitución es una pérdida lamentable para las mujeres valencianas, así como para todos los profesionales sanitarios relacionados con la salud maternoinfantil del área, especialmente la comunidad de matronas que la está arropando en estos difíciles momentos.
Esta matrona cuenta en su haber con distintos reconocimientos a su trayectoria profesional en favor de la salud de las mujeres y de la población en general a lo largo de los 22 años al frente de las matronas del hospital desde el momento de su inauguración, tales como el “Premio a las mejores prácticas clínicas 2008 otorgado por el Ministerio de Sanidad y Política Social por el proyecto Atención al parto natural y humanización del parto en todas sus vertientes”, la ”Gran insignia de Oro” entregada por el Colegio Oficial de Enfermería en 2011 y en 2019 por el ”Protocolo de uso del agua durante el trabajo de parto”. A pesar de este currículum a las espaldas, es apartada de su cargo la persona que ha liderado al equipo de matronas del hospital de la Plana que es actualmente referente español en la asistencia respetuosa al parto y nacimiento.
Nos llama enormemente la atención que su cese en este puesto de libre designación ante la pérdida de confianza por parte de la nueva dirección, surgida tras las elecciones autonómicas del verano de 2023, tenga lugar poco después de las protestas que asociaciones de mujeres y matronas valencianas, con Soledad a la cabeza, protagonizaron a la salida de las Cortes Valencianas en febrero de 2024, sólo unas semanas más tarde de que se anunciara desde la renovada Consejería de Sanidad dirigida por el doctor Marciano Gómez la paralización sine die del proyecto de construcción de la Casa de Partos que había sido defendido por las matronas del hospital y reivindicado por las Corts valencianas en 2021 y que finalmente recibió la aprobación de licitación por parte del Botànic en abril de 2023 contando con una partida presupuestaria específica para su puesta en marcha. Sin embargo, esta partida había desaparecido en los presupuestos de la Consejería presentados en enero de 2024.
Este centro público estaba diseñado para brindar atención a embarazos que, a priori, no requerían intervención médica, ni de obstetras ni de pediatras, mejorando así la experiencia materna en un entorno de confianza e intimidad. Existe un único centro con estas características funcionando en España actualmente y se encuentra en Cataluña. En 2023 se cerró la primera casa de partos abierta en el país en 2017, en Martorell.
Y queremos señalar especialmente el caso de Mallorca, que también fue paralizado por la nueva Conselleria del año pasado. Una situación que se repite en la Comunidad Valenciana, con un proyecto ya aprobado y licitado que se paraliza durante el proceso de construcción.
Como asociación de usuarias y profesionales que vela por el respeto a la autonomía de las mujeres y la defensa de los derechos reproductivos, consideramos un retroceso sin parangón esta decisión y nos adherimos a la petición de la Associació de Comares de la Comunitat Valenciana de instar a la administración del hospital a reconsiderar este cese y a buscar soluciones que permitan la reinstauración de Soledad Carregui en su cargo.
Mientras seguimos sembrando avances en otras zonas del país con el trabajo de nuestros dieciocho grupos locales, desarrollando entre otras, las proyecciones del documental PARIR, en la que la productora Barret Cooperativa ha contado con la participación de nuestra asociación para su grabación, así como para su difusión por todo el territorio nacional con gran aceptación entre usuarias/os y profesionales de la salud pese a las reticencias por aceptar el término de violencia obstétrica que expone, está generando tantas reflexiones acerca de las prácticas sanitarias y la vulneración de los derechos de las madres y los bebés en las ciudades de Vitoria, Madrid, León, Burgos, Toledo y la más reciente y emotiva en Ciudad Real (puesto que ya nos habíamos hecho eco de su destitución).
Queremos recordar a las autoridades sanitarias que es esencial proteger y apoyar a quienes trabajan incansablemente para mejorar la calidad de la atención que se nos brinda a los usuarios, en este caso a las mujeres parturientas y nuestras criaturas. Una adecuada gestión de los recursos sanitarios no puede pasar por encima de escuchar las demandas de los trabajadores y las personas que reciben esa atención si con ello se va a causar irremediablemente un perjuicio a su salud.
Para finalizar nuestra denuncia, nos gustaría invitar a una reflexión profunda acerca de lo que esta decisión política nos quiere enseñar a las personas que nos esforzamos por contribuir a un mundo mejor. Porque cuando se nos retira de la escena pública y de los puestos de responsabilidad es porque se estaba generando incomodidad con el trabajo bien hecho y alguien se había encontrado perdiendo poder.
Se halla muy próximo el 5 de mayo, día internacional para el reconocimiento de la figura de la matrona. ¿Qué les dirán nuestros gestores valencianos a las matronas y a las mujeres y familias que son atendidas por ellas? ¿Se atreverán siquiera a mencionar su labor en aras de la salud de la población? ¿Con qué desfachatez contarán a los cuatro vientos que hay que priorizar en la asistencia sanitaria procesos diagnósticos, que no por ser poco numerosos son insignificantes, pero que frente a la tasa de partos realmente resultan irrisorios, dejando sin dotación económica a un modelo de asistencia obstétrica ya consensuado entre profesionales y ciudadanía y que ha demostrado ampliamente su viabilidad en otros puntos del país y reportado un importante ahorro para las arcas públicas al generar menor consumo de recursos altamente costosos?
Para terminar, decir que este tipo de injusticias que atañen a las mujeres son una cuestión patriarcal, un sistema al que le molesta que no seamos sumisas y nos neguemos a someternos a aquello establecido. Soledad Carregui ha demostrado a mujeres y profesionales que otra forma de trabajar es posible y por ello merece todo nuestro reconocimiento y apoyo incondicional.
Exigimos la reincorporación como supervisora de partos al Departamento de Salud de La Plana a Soledad Carregui, como usuarias, porque el parto es nuestro, de las mujeres, quienes deseamos y necesitamos que matronas como ella nos acompañen.
Una entrada muy acertada. Lo que votamos en las urnas tiene un impacto directo sobre nuestras vidas, pensadlo bien, mujeres, aprovecharán la mínima excusa para echar atrás nuestros derechos conquistados.