Otra patada a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres
Como asociación feminista que trabaja en la defensa de los derechos en salud de las mujeres y sus criaturas en la gestación, parto-nacimiento y crianza, nos unimos al malestar manifestado por las matronas, asociaciones de matronas y la la Asociación de Enfermería Pediátrica ante la actitud irresponsable de la enfermería comunitaria y de atención primaria al dejar a las matronas fuera de la atención primaria. Como usuarias, aplaudimos que los enfermeros y enfermeras españolas aspiren a una mejor formación profesional que les capacite para ofrecer asistencia sanitaria en la comunidad basada en la evidencia más actual, pero no entendemos que quieran apropiarse del espacio que les es reconocido legalmente a nivel nacional e internacional a otros colectivos.
La figura de la matrona es antiquísima, como bien se recoge en diversas fuentes y que la matrona e historiadora Dolores Ruiz Berdún recopila con mucho rigor en su fantástico libro La historia de las matronas en España.
Las mujeres siempre hemos tenido a nuestro lado a otras mujeres “expertas” acompañándonos y ayudándonos en nuestros procesos sexuales y reproductivos, así como en la crianza de nuestras criaturas, en nuestros hogares primero y después, con la creación de los hospitales materno-infantiles, en los centros sanitarios donde se accedía a cuidados y tecnología más especializada, no siempre necesaria, pero a donde se nos invitó a acudir, con más o menos insistencia desde mediados del siglo XX en aras de mejorar los índices de mortalidad de madres y bebés.
Son muchos los avatares que han experimentado estas profesionales en su tarea de ofrecer asistencia en materia de salud sexual y reproductiva, llegando casi a desaparecer de la escena en algunos momentos de la historia por tener vetado el acceso a la formación reglada, habiendo sido entretanto su necesaria labor asumida, en parte o completamente, por otros sanitarios con una visión e intereses muy diferentes a los de las matronas.
Esta dificultad para la formación y el ejercicio profesional persiste hoy en día y prueba de ello es el insuficiente número de plazas que se convocan en España para formarse como matrona y la resistencia a ofrecer una alternativa a la formación especializada desde la enfermería.
Al tiempo que hay resistencia para el avance de unos colectivos, observamos que la FAECAP ha presentado su hoja de ruta en el Ministerio de Sanidad con la intención de acaparar toda la asistencia sanitaria básica en cuidados. Nosotras entendemos que potenciar la enfermería comunitaria, contribuyendo así a reflotar el primer nivel asistencial de nuestro sistema sanitario, no es ni debe ser incompatible con la presencia de las mencionadas especialidades de pediatría y obstetricia-ginecología.
En los últimos días, la Federación Española de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria propone hacer retornar a las matronas exclusivamente al ámbito hospitalario. El comunicado donde así lo manifiestan se publicó el pasado 15 de julio en respuesta al manifiesto de la Asociación Española de Enfermería Pediátrica en el cual se reconocía el papel de dicho colectivo en la promoción de la salud y la prevención durante la infancia en todos los niveles asistenciales, así como la necesidad de que esté presente en los centros de salud formando parte del equipo multidisciplinar que atiende a la población.
La ausencia o insuficiencia de matronas en nuestro sistema sanitario conlleva serias repercusiones para nuestra salud y la de nuestras criaturas.
Un sistema de salud no es feminista si no invierte en matronas.
Lo hemos dicho por activa y por pasiva, pero si seguimos por la senda que llevamos desde hace años, la desaparición de las matronas de la atención primaria está asegurada. Las matronas serán borradas del mapa de la asistencia externa al paritorio, porque, como vemos, aparecen nuevos profesionales que pretenden apoderarse de sus competencias y porque no se escucha la petición de formar más matronas. Irremediablemente estas figuras volverán “forzosamente” a los paritorios, de dónde ha costado tanto que salieran, perdiendo así nuevamente otros espacios para acompañar y ayudar a las mujeres, ya sean estos las consultas externas de los hospitales, las plantas de hospitalización y por supuesto, los centros de salud.
Hace unos meses difundimos la negativa de un servicio regional de salud a ofrecer asistencia de matrona en atención primaria a una usuaria que así lo reclamaba. Aprovechamos entonces para recordar y/o explicar, a quien no lo supiera, “qué hace una matrona”. Pero al parecer hay que estar constantemente haciendo esta tarea de divulgación por parte de la ciudadanía ya que entre los propios sanitarios no lo tienen muy claro.
¿Y por qué se producirá el retorno involuntario a los hospitales de muchas matronas?
No hay reemplazo asegurado para las profesionales que se jubilarán en los próximos años.
Nos sumamos hace tiempo al grito de las matronas españolas que, desde hace al menos 3 años, están alertando de las penosas condiciones laborales que sufren y que repercuten en su trabajo y su salud, así como de la falta de relevo para las jubilaciones que se avecinan. Paritorios sobrecargados ofreciendo una asistencia muy alejada de la ideal porque no pueden ocuparse sólo de una mujer en trabajo de parto, especialmente en el periodo estival, como sucedía en la época previa a la reapertura de la formación (que estuvo interrumpida completamente desde 1987 por no cumplir con las directrices europeas y que no se reactivó hasta 1992 llegando al mercado laboral las primeras matronas como especialistas enfermeras en 1994); plantas de hospitalización o consultas externas de donde desaparecen para ser reubicadas en el paritorio; centros de salud que cierran las consultas durante las ausencias de las matronas por falta de cobertura y en los que también sobreviven todo el año con gran carga asistencial, en las afortunadas regiones en las que esta figura puede desarrollar su labor.
Pero lejos de mejorar, la situación cada vez está peor, puesto que la formación es insuficiente para las necesidades de reemplazo que tenemos. En España, para convertirse en matrona, hay que estudiar el Grado de Enfermería y después cursar una especialidad a través del mismo acceso que tienen otros sanitarios.
La situación actual de las matronas está perfectamente recogida en el extenso informe elaborado por la Federación de Matronas de España en febrero de 2023 titulado Desarrollo de la profesión de matrona en España: retos y recomendaciones.
Con un número total máximo de 539 plazas acreditadas, a lo largo de más de 30 años desde que se reactivó la docencia a nivel nacional en 1992, resulta que este año el Ministerio de Sanidad sólo ha convocado 451 puestos, 18 menos que en 2023, siguiendo la estela del descenso iniciada en 2013. Pero curiosamente, la convocatoria de plazas de especialista en enfermería comunitaria se ha duplicado ampliamente desde 2019, cuando la cifra rondaba los 350 puestos, hasta alcanzar las 919 plazas de la convocatoria prevista para 2025.
Como se puede consultar en el documento de la FAME indicado anteriormente, España ocupa uno de los últimos puestos en Europa con relación al número de matronas por cada 10.000 mujeres. Si bien la tasa de matronas ha aumentado paulatinamente hasta las 6,1 matronas cada 10.000 mujeres entre 14-65 años (rango etario al que atienden las matronas) en el 2020, nuestra tasa se situaba por debajo de la mediana europea, 9,1, necesitando unas 5.093 matronas para llegar a dicha media. Mientras, observamos que 14 países europeos superan esa media, algunos muy ampliamente como en el caso de Irlanda, Finlandia y Bélgica que alcanzaban unas tasas de matronas por 10.000 mujeres de 65’5, 35 y 31’8 respectivamente. Y nuestros datos por Comunidades Autónomas son devastadores en cuanto a su disparidad, ya que sólo 3 regiones registran tasas en la media de UE e incluso discretamente superiores como son la Comunidad Foral de Navarra, Cantabria y Melilla con 10’2, 10 y 9’9 respectivamente, frente al resto de regiones con valores inferiores hasta llegar a la cifra ridícula de Canarias con 3’3 matronas cada 10.000 mujeres.
Si nos fijamos sólo en la asistencia al parto-nacimiento, nos encontramos con una tasa de 12’4 matronas por cada 1.000 nacimientos, mientras que la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) es de 25 matronas por 1.000 nacimientos.
Además de estas cifras desoladoras, la FAME expone que, mientras que en la Unión Europea el acceso a la formación universitaria tiene una doble modalidad: directa al Grado de Matrona o de especialidad, cursando previamente el Grado de Enfermería, España es el único país europeo que sólo cuenta con la especialidad como modalidad de formación de matronas, dificultando el acceso a la profesión. Permitir también en nuestro país el acceso directo al Grado de Matrona, con una duración de 4 a 5 años, representaría un menor coste público en formación por profesional y un aumento en la calidad de los servicios de salud sexoafectiva y reproductiva. No cambiar la estrategia de formación contribuye a mantener una baja tasa de matronas a nivel nacional. Además, la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo no establece cuáles deberán ser las profesiones y/o especialidades sanitarias encargadas de llevar a cabo las funciones de salud sexual y reproductiva en los servicios sanitarios. Es la mezcla de ambos factores por la que en la actualidad existe una intromisión de otras profesiones sanitarias no especializadas que impacta en los indicadores de calidad de los servicios y de promoción del parto normal en España.
Y nosotras nos preguntamos: ¿por qué no se revierte esta situación? ¿Por qué no se forman más matronas en España si nosotras y los organismos internacionales sabemos lo importantes que son? Tan importante es su labor en la sociedad, que el 6 de diciembre de 2023 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconocía a la Partería o matronería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por su aporte en varias regiones del mundo al bienestar de las comunidades, la defensa de los derechos de las mujeres, la equidad de género, el bienestar y la paz.
Las matronas saben que necesitamos asistencia especializada fuera del hospital. Saben que el hospital no es el único, ni siempre el más adecuado espacio para el nacimiento de nuestras criaturas. Pero no se las escucha a ellas, ni a nosotras. Y nos cierran casas de parto o centros de nacimientos, bloqueando sus proyectos de construcción como hemos visto en los dos últimos años en varias Comunidades Autónomas.
Sabemos que las asociaciones regionales de matronas siguen movilizándose (más intensamente en los últimos días), reuniéndose con sus consejerías de salud y que a nivel nacional la Federación de Asociaciones de Matronas de España ha contactado con el Consejo General de Enfermería para tratar este grave asunto. Esperemos que el Ministerio de Sanidad escuche a estas representantes de las matronas y medie en este conflicto protegiendo nuestros derechos y los de nuestros bebés.
Entre tanto os animamos a escribir quejas a la FAECAP (aquí: Contacto - FAECAP), a vuestras consejerías regionales y en vuestros centros de salud, protestando por la falta de matronas y las pretensiones de otros sanitarios por ocupar su ausencia; acudid también, cuando podáis, a manifestaciones convocadas por estas profesionales allí donde se organicen.
También os invitamos a conocer un poco más a este colectivo que nos atiende y nos defiende leyendo sobre ellas y viendo cómo trabajan en algunos espacios tal como nos los presenta la película Matronas que se estrenó en Madrid el 1 de agosto.
Sabemos por la historia, tal y como hemos comentado antes, que las matronas defienden a las mujeres. Han atendido desde siempre a las mujeres independientemente de su situación económica, algo que no podemos decir de otros colectivos. Si se hace desaparecer a estas profesionales de un espacio concreto, las mujeres perderemos autonomía sobre nuestra salud, pero irremediablemente seguiremos necesitando asistencia, para lo cual acudiremos a otros profesionales peor preparados que ellas que en el sistema público o nos veremos abocadas a recurrir al sistema privado donde la visión de la salud femenina está más patologizada y la asistencia es más cara, ya que son los médicos especialistas en enfermedad los que están a la cabeza, como bien sabemos desgraciadamente.
Así que por todo esto decimos bien alto y claro que estamos con vosotras, matronas. Defendiendo un presente y futuro juntas porque sólo de este modo somos más fuertes todas.
Enlaces de interés citados en el texto:
Recursos, libro Historia de las matronas en España:https://www.elpartoesnuestro.es/recursos/historia-de-las-matronas-en-espana
Noticia sobre la hoja de ruta de la FAECAP: https://faecap.es/presentacion-de-la-hoja-de-ruta-de-faecap-para-la-implantacion-real-de-la-especialidad-de-enfermeria-familiar-y-comunitaria-en-el-ministerio-de-sanidad/
Hoja de ruta FAECAP: https://faecap.es/wp-content/uploads/2024/07/Hoja-de-Ruta-de-consenso.pdf
Entrada en el blog de EPEN: https://www.elpartoesnuestro.es/blog/2024/01/11/de-que-sirve-una-matrona-para-que-quieres-una-matrona
Entrada en el blog de EPEN: https://www.elpartoesnuestro.es/blog/2022/06/24/no-hay-matronas-iii-las-matronas-nos-cuentan
Informe de la Federación de Matronas de España (febrero de 2023) titulado Desarrollo de la profesión de matrona en España: retos y recomendaciones: https://federacionmatronas.org/wp-content/uploads/2024/01/Informe-Analisis-FAME-2023-VF110423.pdf
Entrada en el blog de EPEN: https://www.elpartoesnuestro.es/blog/2024/04/16/cuando-las-decisiones-politicas-perjudican-la-salud-de-las-mujeres
Recursos en la web de EPEN: https://www.elpartoesnuestro.es/recursos
Contacto FAECAP: https://faecap.es/contacto/
Campaña EPEN La voz es nuestra: https://www.elpartoesnuestro.es/informacion/campanas/la-voz-es-nuestra/la-reclamacion
Comentario de la película Matronas: https://www.filmaffinity.com/es/film955602.html