La noticia más absurda de estos días...
...ha sido un artículo publicado el pasado 28 de septiembre en el Diario de Sevilla. Desarrollan un dispositivo para evitar desgarros durante el parto se titulaba la notica, en la sección "Innovación" del periodico citado.
Todo un secreto, este nuevo dispositivo.
Como ya dijimos en otra ocasión:
“La cultura de la intervención en el parto se une a la del marketing”
Otra vez se intenta vender una solución a los daños colaterales del parto medicalizado, el remedio definitivo, dando por hecho que el parto intervenido es el “bueno”, el “correcto”, sin cuestionar el problema en su raíz. Poco dicen del producto en sí -siempre hay que estar atento al espionaje industrial-, pero ya sabemos que será un producto “muy innovador”, y además financiado, prometiendo que “puede reportar importantes beneficios para la salud de la población femenina”.
¿Y por qué no invertimos ese dinero en la formación de los profesionales, para terminar ya de una vez con las intervenciones de rutina que nos llevan a sufrir desgarros?
Una gran mujer dijo hace unos días: “Seguimos igual. En lugar de cambiar las prácticas que ocasionan los desgarros (las posturas absurdas, forzar las contracciones con oxitocina y la episiotomía, principalmente), se ponen a buscar una solución mecánica... para generar un producto lucrativo.”
Sí, será otro artilugio más para una atención al parto y al nacimiento en la era del plástico.
Así que, cuando estemos en pleno expulsivo del parto, se supone que nos tenemos que preocupar de abrir una caja, sacar un innovador producto y colocar correctamente el “dispositivo ergonómico” y “desechable” (faltaría más) sobre nuestros genitales. ¡Venga ya! Ay, no, nos lo hará el profesional correspondiente, porque tal vez formaremos parte de un ensayo clínico encubierto...
Sería interesante que los profesionales que se han molestado en desarrollar este dispositivo se molestasen en informarse de las maneras más fáciles, económicas y eficaces de evitar los desgarros, a saber: libertad de movimientos, no intervenir innecesariamente, no dirigir los pujos ni instar a la mujer a “terminar ya”… Y ya que investigan, podrían comenzar por recabar la opinión de las usuarias, a quienes no parecen haber preguntado en ningún momento. Tal cual lo explica la noticia, parece que estemos en la era de la “ginecología ilustrada”:
“todo para la mujer, pero sin la mujer”.