Aportes a la Ley de Parto Humanizado de Ecuador
Sala llena en el Foro Aportes a la Ley de Parto Humanizado /©Mateo Barriga/El Parto es Nuestro-Ecuador.
Desde 2012, en El Parto es Nuestro Ecuador trabajamos incansablemente para que las mujeres que buscan quedarse embarazadas, que ya lo están o que ya son madres, estén informadas de sus derechos sexuales y de sus derechos reproductivos, de sus derechos como usuarias del Sistema Nacional de Salud, que conozcan las recomendaciones de la OMS y del MSP sobre buenas prácticas. Que sepan lo que es un parto respetado, en el que la mujer es la protagonista de su embarazo y parto, donde se respetan sus tiempos, donde se le brindan toda la información y las opciones para que tenga libertad de elección.
El pasado marzo nos sorprendía la noticia de que dos asambleistas presentaban, el mismo día, sendas propuestas legislativas de atención al parto. La propuesta de Ley de Parto Humanizado, centrada en reducir la alarmante tasa de cesáreas que sufrimos en Ecuador, y el proyecto de Ley de Práctica Intercultural para el Parto Humanizado en el Sistema Nacional de Salud, donde se recoge la necesidad de recuperar la práctica de la atención ancestral y alternativa del parto y garantizar el acompañamiento a las mujeres en el mismo. El Consejo de Administración Legislativa pedía posteriormente que ambas propuestas se fusionen en una sola. Poco después se reactivaba la revisión del Código Orgánico de Salud.
Desde El Parto Es Nuestro vemos esta coyuntura como una oportunidad fantástica para visibilizar la problemática de la violencia gineco-obstétrica en el Ecuador, por lo que hemos hecho un profundo análisis en base a legislación comparada, la última evidencia científica e investigaciones académicas, y en base a toda la experiencia acumulada por la asociación a nivel mundial de más de 13 años. Esto se resumió en un documento de 45 páginas que fue entregado formalmente a la Asamblea, como aportes tanto para las leyes como para el COS.
Nuestras compañeras Belén Durango y María Moreno de los Ríos, contando sus relatos de parto y realizando los aportes a la Ley / ©Mateo Barriga/El Parto es Nuestro-Ecuador
Además, tuvimos la oportunidad de presentar estos aportes ante los asambleistas: el 13 de abril participamos en un Foro en la Asamblea Nacional, en el que tuvimos sala llena. Madres, bebés, padres, parteras, doulas, obstetras, ginecólogos, psicólogas… todos pendientes de lo que los ponentes teníamos que decir. Nuestra compañera Andrea Moreno Wray escribió un emocionante relato que puedes consultar aquí. El 1 de junio hacíamos una nueva presentación, esta vez ante la Comisión de Salud de la Asamblea.
A continuación señalamos los aspectos centrales de nuestros aportes a la Ley de Parto Humanizado (es importante señalar que, cuando entregamos los aportes, el CAL todavía no daba el visto bueno a la Ley de Práctica Intercultural. Sin embargo, y como señalábamos al inicio, sí usamos esta ley como insumo para nuestros aportes):
- A priori, es una ley centrada en un momento muy puntual de la atención gineco-obstétrica a una mujer: el momento del parto. Se sugiere brindarle integralidad incorporando la atención desde el momento en que una mujer busca quedarse embarazada hasta el postparto. Por ello, sugerimos ampliar la finalidad de la ley a:
- Reconocer que el nacimiento es un proceso FISIOLÓGICO, SANO y SALUDABLE;
- Los DERECHOS de las mujeres y de nuestros bebés en el embarazo, parto y nacimiento son inalienables.
- Se debe garantizar la práctica médica respetuosa, incorporando la SALUD ANCESTRAL, mediante el reconocimiento y respeto de los conocimientos, medicinas e instrumentos empleados.
- Se debe superar y erradicar toda práctica de VIOLENCIA GINECO- OBSTÉTRICA, que empieza en la misma formación de los profesionales.
- Es indispensable enfocarse en reducir la MORTALIDAD MATERNA, así como en fomentar la LACTANCIA MATERNA.
- Se sugiere profundizar en el enfoque de derechos. Creemos que éste debería ser el centro de la discusión: la garantía de los derechos. Estamos hablando de los derechos humanos más básicos de la madre, del/la recién nacido, del acompañante, así como de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. En nuestra propuesta también recogemos el derechos de los padres y de los recién nacidos en situación de riesgo que son ingresados.
- Consideramos fundamental que el presente proyecto de ley sea de aplicación al Sistema Nacional de Salud al completo, no sólo a la parte pública.
- Queda claro que el texto parte de la necesidad de regular las cesáreas, lo que es muy necesario y válido. Sin embargo, en otras legislaciones (venezolana, argentina, mexicana, entre otras) se considera la cesárea innecesaria como un tipo de violencia gineco-obstétrica y se establece el nexo entre ésta y el parto humanizado. Por lo tanto, es ésta una excelente y valiosa oportunidad para profundizar más en el tema de dicha violencia, que se ejerce tanto sobre la madre como sobre el/la recién nacido/a, razón de fondo por la que se quiere legislar el parto humanizado.
- En este sentido, proponemos recoger los distintos ámbitos de la violencia obstétrica, tanto en la exposición de motivos como en el cuerpo de la ley. Queremos además señalar la relación directa entre ésta, la depresión post parto y la mortalidad materna, que creemos debería reflejarse.
- Es importante señalar que las cesáreas también deben ser humanizadas. Por ejemplo, cesáreas en la que participa el/la acompañante elegido por la mujer, donde se corta tardíamente el cordón umbilical, existe un contacto piel con piel mamá/recién nacido para favorecer el apego y la lactancia. Debe garantizarse la posibilidad de un parto después de cesárea. Según el MSP y la OMS una cesárea previa NO es indicativa per se de una cesarea posterior, sin embargo, es algo negado casi en la totalidad de los centros públicos y privados del país.
- Una cesárea implica un riesgo de mortalidad y morbilidad materna 6 veces mayor al de un parto vaginal. Nada justifica nuestra tasa de cesárea del 41,2% (ENSANUT, 2012), casi cuatro veces mayor a la recomendada por la OMS.
- Sin embargo, una mujer puede optar por una cesárea por numerosas causas (violación, maltrato, miedos profundos, depresión, incesto, muerte anterior de un hijo en el parto), en cuyo caso, y habiendo sido informada de los riesgos, su decisión debe respetarse.
- Vemos como un riesgo de la ley tal y como está redactada que, para evitar una cesárea que se reflejará negativamente en las estadísticas de un hospital, se realicen partos de riesgo que terminen en el uso de instrumental, en episiotomías de rutina, se maltrate a la mujer, o que acaben con la muerte de la madre o del recién nacido. Existen partos vaginales que no son humanizados y cesáreas que sí lo son.
- Apreciamos cómo abordan la necesidad de que se brinde información a la mujer y se recoja en los historiales e informes médicos. El lema de El Parto es Nuestro es “Infórmate y decide”, pues entendemos que la información a la mujer es el primer paso para que ésta ejerza sus derechos y los de su hijo/a. En este sentido, se podría pensar en que las mujeres elaboren un completo “plan de parto” desde sus primeras consultas, en continuo diálogo con el/la profesional que las atienda (no el actual del MSP que es una versión muy reducida, sino otros formatos como el del Ministerio de Sanidad de España, por ejemplo). Este plan de parto sería la garantía que los derechos de las mujeres estén sobre los protocolos hospitalarios que muchas veces agraden sus derechos.
- No permitir que se utilice prácticas y procedimientos que carezcan de estudios científicos y sanitarios avalados por el Ministerio de Salud, la OMS o la comunidad científica.
- Sugerimos que el enfoque hacia los profesionales de la salud sea menos agresivo, reconociendo que ellos a veces también son víctimas de la violencia obstétrica y del sistema (escasos recursos, poco tiempo para la consulta, compañeros de profesión no siempre actualizados, prácticas y protocolos hospitalarios obsoletos, entre otros). En el articulado hemos realizado algunos aportes al respecto.
- En un país intercultural y plurinacional como el Ecuador consideramos imprescindible reconocer la figura de la partera tradicional, confiando en que este reconocimiento sea extensible a la partera urbana y a la doula. Hay sobrados estudios científicos y declaraciones de la OMS y del propio MSP que avalan estas figuras y el efecto que tienen en el correcto desenlace del parto.
- Sugerimos incluir el parto en casa en la ley. Creemos que, al igual que en otros países, el parto en casa y la atención de profesionales, parteras y doulas deberían ser cubiertos por el Seguro Social.
- Se sugiere definir claramente el aspecto procesal, otorgando a las mujeres mecanismos de reparación eficaces y ejercer una debida diligencia por parte del Estado. Proponemos que la violencia gineco-obstétrica se configure como una “contravención de violencia contra la mujer” (siempre y cuando no existan elementos constitutivos de delito) y de esta forma su juzgamiento sea competencia de las y los Jueces de Violencia contra la Mujer y la Familia del país.
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