Alerta roja: se sigue dando haloperidol a las parturientas en Osakidetza
"Se encuentra nerviosa y con dolor. Se pone 1/2 dolantina + 1/2 haloperidol"
Por Ibone Olza, psiquiatra y socia de El Parto es Nuestro
Cuando hace poco más de un año lanzamos la campaña Haloperidol en el parto: ¡nunca más! para denunciar que España probablemente sea el único país en el mundo donde se tiene la costumbre de dar un potente antipsicótico a las parturientas mucha gente no daba crédito. Especialmente muchas compañeras psiquiatras se llevaban la mano a la cabeza y preguntaban extrañadísimas ¿cómo es posible este uso si no tiene ningún sentido?¿A quien se le ocurre dar un potente antipsicótico, un tranquilizante mayor a una mujer de parto con la excusa -falsa- de que quita las náuseas de otro fármaco -la dolantina- que alivia el dolor? En este tiempo hemos recibido algunas comunicaciones anónimas de matronas que nos han contado como, gracias a esta campaña, en sus hospitales han retirado el haloperidol del paritorio, pero no han querido hacerlo público porque eso supondría admitir que estaban realizando una práctica lesiva que está calificada como una forma de sumisión química.
Por desgracia es probable que pese a nuestros esfuerzos la práctica siga vigente en muchos lugares. Nos llega ahora el testimonio de una madre que recibió haloperidol en el Hospital Universitario de Txagorritxu, Vitoria, perteneciente a Osakidetza (servicio vasco de salud), hace ahora justo un año. Nos adjunta la siguiente imagen de su propia historia clínica, a la que ha tenido acceso por ser facultativa del mismo hospital, lo que prueba la denuncia.
Este es su testimonio:
"Rompí aguas estando de vacaciones, en semana 37+6, fuimos al hospital y allí me dijeron que me tenía que quedar, había rotura de la bolsa. Me dieron un tiempo para decidir que quería y finalmente optamos por la inducción. A la mañana me administraron la prostaglandinas. Como "el parto no avanzaba" al final del día me dieron la oxitocina. Tras administrarla y a las horas comencé a sentir muchos dolores. Me llevaron a las camas y allí me dijeron que solo estaba dilatada de 2cm, eran las once de la noche. Me dijeron que me fuera a dormir, que a la mañana siguiente nacería mi bebe. Nos fuimos a la habitación, mi pareja se durmió y yo fui sintiendo cada vez más dolor. A la 1 no pude aguantar más y les llamé, les pregunté si no podíamos hacer nada para el dolor. Me dijeron que me podían dar medicación. Como ya me olía por donde pudieran ir los tiros, les pregunté que era y me dijeron que "nada, algo suave para manejar el dolor". Accedí, llevaba casi 24h sin dormir, solo quería descansar. Me pincharon y me fui a la habitación. El dolor no cesó, siguió toda la noche y yo no pude descansar.
“Me levantaba de la cama para moverme, necesitaba estar en movimiento. No podía, tenía la sensación de estar drogada, recuerdo ir a oscuras en la habitación, de un mueble a otro, al baño, agarrarme a la cama porque me caía. Mi pareja me preguntaba que me pasaba "no lo sé, me han dado algo. No me han quitado el dolor. Ahora tengo el dolor y además me siento drogada".
A las 8 de la mañana empezó el parto, a las 12:30 nació mi bebé. Posteriormente, asistiendo a una formación, escuché hablar del haloperidol en el parto, y pensé que eso no me había ocurrido a mí. Pero por si acaso miré mi historia clínica ya que como sanitaria tengo acceso (no todas las mamas pueden). Y ahí lo leí "Se encuentra nerviosa y con dolor. Se pone 1/2 dolantina + 1/2 haloperidol"
Me sentí .... engañada, sucia. Yo me había informado, no quería eso. Pregunté. ¿Porque me habían hecho eso? Otra mujer engañada. Por eso me sentía drogada."
Lo sentimos muchisimo, gracias compañera por hacernos llegar tu relato y permitirnos visibilizarlo. Por desgracia no todas las madres pueden acceder a su historial, muchas no saben que también les fue administrado el haloperidol en su parto.
Desde El Parto es Nuestro denunciamos esta práctica y exigimos se detenga la administración del haloperidol en el parto. Y pedimos ayuda a todas las profesionales de la atención al parto, especialmente para seguir denunciando esta forma invisible de y gravísima de violencia obstétrica.