Contacté con una fisioterapeuta
Me ha costado y me cuesta escribir este mensaje, todavía duele, física y psicológicamente, pero ya estoy mejor en ambos aspectos y uno de los pasos que me está ayudando a superar todo esto es no callarlo, no debe avergonzarme, mi caso no es único, por eso lo escribo, para dar testimonio, para que cualquiera pueda leer lo que puede pasar tras una “corriente episiotomía” y para decir a otras mujeres que están pasando por lo mismo que no se conformen con el dolor y que no están solas, que no son las únicas.
Hace casi 7 meses que nació mi hija, Alicia, y en el parto entre otras muchas cosas me practicaron un episiotomía. No se si estuvo justificada, puede que sí, ya que Alicia sufrió distocia de hombros y quizá esto hizo que fuera necesario agilizar el expulsivo... pero también creo que aunque no hubiera pasado nada, aunque mi parto hubiera sido perfectamente normal, me la hubieran practicado igual, ya que la hacen al 99’9% de las primíparas en ese hospital.
(De cualquier manera, probablemente si mi parto se hubiera tratado de otra forma, con libertad de movimientos, sin oxitocina, sin epidural... quizá ni siquiera la distocia se hubiera producido, pero esa es otra historia, otra lucha, aunque muy relacionada con esta).
La episiotomía no fue grande, la sutura fue intradérmica y no dio ningún problema en la cicatrización, casi ni me dolió. La sorpresa vino después, tras la cuarentena, cuando intenté retomar las relaciones sexuales, no resultaba doloroso, resultaba insoportable. No me lo esperaba, de verdad que no, nunca había escuchado ni leído que eso pudiera pasar, creía que al principio sería un poco molesto pero no estaba preparada para ese dolor. Me sentía rara, única, me entristecí mucho y durante un tiempo este problema no salio de las paredes de mi dormitorio.
Un par de meses después, a base de cariño y paciencia, lo que era horrible pasó a ser solo doloroso. Esta mejoría me animó y deje de angustiarme y de pensar que jamás volvería a tener relaciones sexuales satisfactorias. Me informé, leí, casi todo por Internet, conocí El Parto es Nuestro y esta página y me di cuenta de que no era la única, ni mucho menos, y que esto no debería suceder y si sucede, debería ser una excepción una triste consecuencia de algo que se hizo porque no quedaba más remedio, y no por rutina.
Por fin me decidí a hablar de ello, a buscar ayuda. Se lo conté a mi ginecóloga, que me dijo que la cicatriz era normal que tenía buen aspecto y que quizá pudiera ayudarme la fisioterapia.
Contacté con una fisioterapeuta, que es un cielo, y me ha enseñado a tocar mi cicatriz, a flexibilizarla para que poco a poco deje de doler y me ha mostrado como reeducar mi suelo pélvico. Los masajes duelen, pero estoy contenta porque veo que hago algo, que doy pasos hacía algún sitio y no me quedo de brazos cruzados. Ahora estoy en esa fase, y si dentro de unas semanas no ha desaparecido el dolor, volveré a la consulta de la fisioterapeuta, no pienso conformarme, no pienso parar hasta que el dolor no cese.
Considero la episiotomía como una mutilación genital, y el hecho de reconocerme "mutilada" me ha liberado enormemente, porque esto significa que lo que me ha pasado no es normal, sino algo que debería ser una excepción, una complicación y que como tal, puede traer consecuencias.
Estoy indignada, porque ahora se que podía haber luchado contra el corte, pero esto me da fuerza para luchar en el futuro, para luchar contra otra episiotomía y contra toda medicalización no necesaria de mi parto, no pienso pasar por más sufrimientos innecesarios .
Muchas gracias a quienes habeis hecho esta página, espero que abra los ojos a mucha gente, que haga pensar, a profesionales y usuarios. Para algunas, como para mi, esta página significa mucho, el reconocimiento de que lo que me ocurre no es raro, ni único, ni vergonzoso y que al mismo tiempo no debería ser habitual, pero para otras significará mucho más, será la información, el arma que evitará que les ocurra lo que a muchas nos ha ocurrido.
Un beso y una vez más GRACIAS.
Silvae.