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Después de trece años...

Tuve a mi hija mayor hace ahora casi trece años y aún, sobre todo cuando me lavo, pienso si algún día buscaré quien repare lo que algún desgraciado me hizo. El mío era un primer parto maravilloso... hasta que llegué al hospital. A todo el mundo le entró la prisa, no me dejaron dilatar, ni pujar, ni hacer absolutamente nada. En lugar de eso me "juntaron el pecho con la espalda" y se sentaron en mi barriga para "sacar" a mi niña. Como recuerdo llevo entre las piernas dos feos pliegues de piel y uno sobre todo, el del ano, me resulta molestísimo. Trece años después sigo pensando que no le haría yo a auqel desgraciado que me tocó en suerte.

He parido dos veces más desde entonces. La primera con mucho miedo, porque pensé que me desgarraría, pero busqué la ayuda adecuada y parí sola, en cuchlillas, sin desgarros, sin oxitocina, sólo con mi cuerpo que está hecho para esto y ¡confirme que soy mujer y puedo parir!. La tercera fué en mi casa, tambien solita, con mis manos recibí a mi tercera niña. Y tanto en una como en otra juro que podría haberme dado después una vuelta en bici.

Pero sigo sufriendo cada día, cada vez que paso al baño, por mi y por todas las mujeres del mundo "civilizado" que siguen sufriendo a diario una agresión dificil de olvidar. Y no solo agreden nuestro físico, agreden nuestra moral. Porqué nadie se para a pensar que mi perineo es tan mío como mi cara, mis ojos, mi nariz. Si no me cortan la mejilla para llegar a la muela del juicio, porqué cortar rutinariamente otra parte de mi cuerpo.