El embarazo de Vanessa
Mi embarazo: agosto- mayo 2011
Nos quedábamos embobados cuando veíamos bebés por la calle y después de un tiempo decidimos lanzarnos, 6 meses de búsqueda deseada y, por fin, test de embarazo positivo. Emoción, alegría, incertidumbre, pensamientos futuros, incredulidad… un conjunto de sentimientos nos embargaban.
Mes 1
Asimilando la noticia tan deseada, varios test de embarazo para reconfirmar lo que ya sabíamos, íbamos a ser padres, nuestro primer hijo. Ni un síntoma, sólo tensión en el abdomen, de hecho creía que eran agujetas porque estuve haciendo ejercicio.
Mes 2
A las 6 semanas empiezan las náuseas y los vómitos nocturnos, acompañados de frío-calor. La primera noche pienso que me ha sentado mal la comida. También noto pinchazos y a veces dolor de ovarios, pero sobre todo esa tensión como si me estirara por dentro.
Empezamos a creernos que de verdad hay algo creciendo en mi interior.
Este mes es el de la risa constante. Cualquier cosa me hace reír por absurda que sea. Las endorfinas se han apoderado de mi cerebro y me mantienen en un estado de felicidad y despreocupación. Me siento emocionalmente muy tranquila.
Primera visita con la matrona en la que básicamente me da recomendaciones de qué comer y de las próximas visitas.
Mes 3
Sigo con las nauseas diarias y vómitos ocasionales, ya empiezan a cansar, he perdido algún kilo y el apetito lo tengo atrofiado, además, no soporto ciertos olores. Los gustos culinarios también me han cambiado. Estoy tremendamente cansada y tengo mucho sueño.
La barriga se me hincha por las tardes, tengo gases, pero aún apenas se nota nada.
1ª ecografía: A las 12 semanas vemos al feto, es nuestro futuro bebé. Es algo tan sorprendente, dos células que se han unido, están creciendo y ya vemos su cuerpecito, cabeza, extremidades,…y lo mejor es que ¡se mueve! El trato por los profesionales de la Seguridad Social por ahora es estupendo, todo es en el centro de salud y no tengo que pisar ningún hospital.
Me dicen que tengo la placenta baja pero que es totalmente normal a estas alturas, que migrará hacia arriba y que no hay porqué preocuparse.
Esperamos los resultados del screening y análisis de la toxoplasmosis. Todo perfecto, ah y comeré jamón tranquila. Esta visita donde recogemos los resultados, me la hacen también en el centro de salud, pero otros profesionales, supongo que ginecólogos. Sólo me pesan y me toman la tensión arterial. Éstos dan pocas explicaciones.
Damos la noticia a familiares, en general, todos se alegran mucho, excepto mis padres, los cuales por su mentalidad y el hecho de no estar casada, se lo toman mal. Yo me siento decepcionada con ellos, lo que para mí es una alegría inmensa, para ellos no, y termina en discusión. Intento tomármelo bien pero me afecta y eso que me lo esperaba.
Mes 4
A las 15 semanas se me empiezan a quitar las náuseas y desaparecen los vómitos y recupero mi peso. Empiezo a ser persona y no una zombi que está todo el día durmiendo, recupero mi energía y dinamismo.
Descubro el yoga para embarazadas, me relaja y me sienta bien.
La barriga ya se aprecia bastante, el ombligo empieza a aplanarse y noto ligera tensión.
Los músculos se me cogen, los abdominales me tiran y a veces se me quedan cogidos los ligamentos del útero, pero nada de eso me impide disfrutar del embarazo.
Las endorfinas me embargan y estoy feliz y también algo despistada y torpe.
A las 16 semanas noto algo, ¿mi cosilla? ¿gases? se van incrementando esas sensaciones y a las 19 semanas son totalmente reconocibles, son movimientos, patadillas, manotazos…no sé…pero es tan agradable notar la vida en mi interior.
La familia empieza a comprarle ropita al futuro bebé, incluso mis padres ahora están contentos ¡cómo cambian las cosas !. Nosotros, por ahora, no queremos comprar nada.
Ya noto las contracciones de Braxton- Hicks, la barriga se pone dura pero no duelen.
Mes 5
2ª ecografía: Me la hacen a las 20 semanas, vemos de nuevo a nuestro bebé, mucho más grande y con forma humana. Aunque al principio se resiste a que le vean, después de unos paseos nos confirman que no hay malformaciones aparentes y que esperamos una preciosa nena.
Todo el mundo pregunta qué nombre le pondremos pero aún no lo hemos pensado.
Los movimientos son más intensos y ya los puede notar el papi, se queda sorprendido.
Le pongo música al bebé con unos auriculares en la barriga con música de Mozart, Vivaldi,… e intento hablarle, aunque se me hace raro.
Las endorfinas deben haber bajado, el estado de felicidad y risa constante es menor, aunque sigo disfrutando del proceso. Leo mucho sobre embarazo y parto y visito hospitales para decidir donde daré a luz, quiero un parto natural y respetado.
Hay varios temas de discusión con mi familia, tengo claro como criaré a mi hija y están en desacuerdo con muchas cosas (tema carrito/fular, no pendientes, colecho, parto…). Todos opinan, todos saben más, hablan desde la ignorancia y los prejuicios y aunque al principio intento dar explicaciones sólidas, termino por agotarme y mantengo la distancia.
Mes 6
Tengo visita con el ginecólogo para que vea el informe de la ecografía de 20 semanas y me pesan, miran tensión, altura uterina y latido fetal. Me manda el análisis de sangre y orina del 2º trimestre en el que se incluye el test O´Sullivan, el cual no quiero hacerme porque no se ajusta a mis comidas y pienso que es menos invasivo usar un glucómetro, sin embargo, el médico insiste en que me la haga sin dar explicaciones y sin escucharme. No me gustan estas visitas porque no se puede dialogar como personas sino que te tratan como una enferma e ignorante, además de que me ponen nerviosa.
Finalmente cedo al O´Sullivan por no discutir pero me parece innecesaria en mi caso.
La barriga ya me pesa más y lo noto al andar. Tengo la piel tensa y me echo aceite de rosa de mosqueta desde hace 3 meses. La nena, cuyo nombre ya tenemos decidido, ya da buenas patadas y casi siempre la noto en la parte inferior o izquierda del útero. Por primera vez, noto la cabeza del bebé, una bola dura que sobresale de mi barriga, el papi de nuevo se queda sorprendido. Sería tan emocionante que sintiera lo que yo, aunque ya con sus manos puede sentir mucho y, a simple vista, mi barriga también se ve moverse.
Empiezo las clases de preparación al parto, aunque ya me lo sé todo de tanto leer.
Mes 7
Empiezo mes recogiendo los análisis del 2º trimestre, todo bien y me atiende una ginecóloga más agradable que el anterior. La nena le da un patadón cuando intenta encontrarle el latido con el doppler y ya la deja tranquila, me mira altura uterina, tensión y peso.
Asisto a las reuniones de la asociación “El Parto es Nuestro” en las que se puede hablar de otra forma de parir sin que te digan que estás loca o que tienes que hacer lo que ordene el médico. Es muy gratificante compartir el mismo deseo de querer parir por ti misma sin la medicalización excesiva que hay en los la mayoría de los hospitales.
Empiezo con los masajes perineales para preparar la zona para el parto. Además practico relajación en casa.
Nos dormimos cada noche abrazados mientras el papi juega con la nena a través de mi barriga, ella sorprendentemente le corresponde en forma de movimientos. Es increíble.
Me encuentro mucho más conectada con el bebé. Noto que responde a mi voz, a los juegos con su padre, a la música y a la relajación. Me alegro tanto de haber decidido tener un embarazo tranquilo, sin trabajar, sin estrés, dedicándole toda mi atención.
Mes 8
La línea alba ya se aprecia y el ombligo sale bastante. La barriga de dimensiones ya considerables me impide dormir bien. Noto el hipo del bebé. Me gusta bailar meciendo mi barriga y con música. Grabo un video de recuerdo.
3ª ecografía: A las 33 semanas. Toman varias medidas del bebé y está todo normal. Es muy rápida y me voy muy tranquila.
Me hago el análisis del tercer trimestre junto con el exudado del estreptococo, en la semana 35 y los resultados me los darán en la 37.
Ya me da unas patadas considerables, a veces duelen si da en el hígado, parece que ya quiere salir… Me cuesta dormir porque la barriga me impide moverme.
He empezado con los masajes del periné a diario y también bailo con mi barriga de vez en cuando. También preparé la bolsa con las cosas necesarias para el hospital y tengo muchas ganas de sentir todo, de ver a mi bebé y de tenerlo en casa con nosotros.
Leemos el plan de parto juntos, ya que lo entregaré la próxima semana en varios hospitales. Y le doy para leer 2 relatos de parto, parece que entiende mejor porqué quiero un parto natural, el porqué de la intimidad… pero aún así él solo quiere que pase.
Pido el cambio de hospital para dar a luz, para el papi ha sido como un descanso ver el hospital donde seguramente vayamos.
Mes 9
Estoy con el síndrome del nido a tope, quiero dejarlo todo listo y termino muy cansada de hacer cosas. Tengo alguna contracción más que antes y noto algunos cambios y sensaciones en la pelvis pero sin importancia, me han salido estrías alrededor del ombligo a pesar del aceite.
Papi ya establece conversaciones con la nena acercándose a mi barriga y yo hago de intérprete, es una situación muy graciosa.
Me dan los resultados, algo de anemia leve y estreptococo positivo. También tengo el primer monitor en la semana 38, se hace muy pesado y me hacen esperar mucho.
A partir de la semana 38 me empiezo a sentir muy pesada y cansada, las estrías me salen por días y noto a la nena muy grande y dura. Tengo ganas de tenerla fuera y quitarme la barriga.
Aún no sé a qué hospital iré, depende de cómo empiece todo.
Ya tenemos la silla del coche para la nena, lo único que hemos comprado, a ver si se anima a salir.
Semana 40
Pido el cambio de hospital y voy a monitores, qué diferencia en rapidez y más personalizado.
Se confirma, tenemos una nena bien criada, que ganas de tenerla en brazos. Se me empieza a hacer larga la semana.
Semana 41
Me dan cita para inducción pero decido no ir, mi nena saldrá cuando ella esté preparada no cuando diga un protocolo. Estoy segura y confío en la naturaleza. No tengo miedo. No le digo nada a la familia e incluso así ya llevan varios días que si me lo van a tener que provocar, que si voy a tener una niña muy gorda y me van a tener que hacer cesárea….los ignoro porque es la única forma de estar tranquila.
Finalmente mi niña decide nacer a las 41+4 en un parto natural e intenso.
Ahora casi 2 meses después y con mi niña en brazos añoro ese día y me gustaría revivirlo. También añoro a mi nena tan pequeña, hinchadita y tan recién nacida. Ahora ya es toda una bebé de 5 kilos, pero la disfruto 24 horas al día.
(Vanessa Tenorio)