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El nacimiento de Gris

El 20 de diciembre de 2021, estando de 41+5, nació Gris, después de una inducción con un propess, aunque creo que yo estaba empezando mi parto y que habría nacido el día 21 de haber dejado a la naturaleza hacer lo suyo. 
Desde la semana 37 me decían "uy no vas a llegar a la 40, ya verás!" Pero ahí estábamos, en la 40+3 teniendo que decidir una fecha para la inducción. 
Me dio mucha pena y tuve un poco de duelo, yo me imaginaba iniciando mi parto en casa, agradable, con mis lucecitas, mi ducha, mi pelota... 
Pero bueno, al final las cosas no son previsibles. 
El equipo de la doctora A S fue impecable, extraordinariamente amable siempre, muy riguroso y comprensivo. 
Me.gustó mucho haberlas elegido para parir.

La verdad es que tenía miedo de parir en un hospital al uso desde que tengo uso de razón en lo que a nacimientos se refiere. Creo que casi todas las historias que escuché hasta ese momento eran horribles y yo solo pensaba en que tenía que ser posible parir de otra manera. 
Cuando me tocó a mí investigué mucho, y mi hermanastra parió completamente natural en el Hospital de Manises y tuvo una experiencia muy buena, así que pertrechada de muchísimo conocimiento le dije a mi marido que yo quería parir natural, a lo que él solo me puso una condición "que no sea en casa".
Bueno, vale, un poco para mí y un poco para ti. O. t. O. fue el sitio que más me convenció en general por todo, instalaciones, opiniones, personal...

He de decir que en la semana 39, en unos monitores el corazón parecía ir un poco deprisa y me pidieron que subiera a urgencias en el propio hospital, para hacer unos monitores más largos, y claro, al subir a urgencias ya no es el equipo de la doctora S, ya es el propio del hospital... 
Empezaron a meterme miedo, a decirme que soy muy pequeña (1,57) y que el bebé está más seguro ya fuera que dentro, que me iban a hacer una Hamilton para ayudarlo a salir blablabla ... Y mi marido con toda su sangre fría se puso de pie y dijo "esto lo decidirá su ginecóloga, no tú, vámonos, están intentando meternos miedo" 
Y nos fuimos, efectivamente. Aún le aplaudo.

El día 20 nos levantamos por la mañana como cualquier día, yo no había tenido ni un triste pródromo, nada, solo braxton. 
Llegamos al hospital y me cagaba, iba al baño cada 3 minutos, mi cuerpo vaciandose.

A las 11 o así vino mi matrona P. y me colocó el propess con todo el cariño, y me dijo "esto tardará entre 8 y 12 horas en hacer efecto* así que Álvaro se fue a comprar cositas para comer y tal al supermercado que hay cerca. Estaba cogiendo unos M&M's cuando lo llamé "Álvaro, he roto la bolsa!" No habían pasado ni 15 minutos. 
Fue como si dentro de mi se hubiera roto una membrana, sentí un "clac" y salió líquido, menos del que me esperaba, pero era inconfundible.

No le dio tiempo de volver del super cuando ya habían empezado las contracciones. 
Me fui al WC y recuerdo sentir dos contracciones más suaves y que una de las matronas de la planta me dijo "estás bien?" Y le dije "Sisi" 
Y la siguiente contracción ya fue dolorosisisisima. 
Pasó de cero a cien. 
Pasaron a ser cada dos/tres minutos, las persianas estaban bajadas y solo recuerdo un dolor soportable, pero intensísimo. Tenía puesta la máquina tens.
No sé qué hora era cuando avisaron a mi matrona, P, que me invitó a bajar por fin a la sala de partos de O. t. O., me metieron en la ducha con la pelota de pilates mientras Álvaro me echaba agua caliente en la espalda. Estaba agarrada a la toalla que colgaba del toallero (que tenía los tornillos más grandes que he visto en mi vida para poder tirar tranquila jaja) 
Y mugía como una vaca.

Se me estaba haciendo largo. No recuerdo ese momento que mucha gente dice de la diferencia entre contracciones y cuando sintió que ya quería pujar. Para mí fue gradual, y empecé a querer empujar en cierto momento pero desde fuera tampoco se notó.
A las 17h le pregunté a P si la gente a esas alturas ya había pedido la epidural, y me dijo "no lo se, no se de cuánto estás, quieres que lo mire?" 
Le dije que si y me dijo "pero si ya está la cabeza en el canal!" Me ofreció si quería irme a la bañera, la llenó de agua calentita y me pasé alli. 
Yo la verdad es que el concepto del tiempo lo tengo súper diluido, a veces preguntaba la hora, por tener una idea, pero igual podía haber pasado una hora o quince horas, yo estaba en otro mundo.

En la bañera me dormía entre contracciones, soñaba y todo, me quedaba flotando muy muy relajada durante el minuto o dos minutos de pausa entre una y otra, me despertaba y pedía agua, necesitaba beber agua todo el rato. La matrona me animaba a comer pero a mí no me entraba nada en el cuerpo, las contracciones me dolían muchiiiiiisimo. Luego supe que fue culpa de que tenía el suelo pélvico completamente agarrotado, me hicieron falta 14 sesiones de fisioterapia con mi maravillosa A para solucionarlo. Lo que más me dolía era eso, no las contracciones. De hecho en un momento dado pregunté si me podían dar un Ibuprofeno, tanto era el dolor que sentía muscular que el instinto me decía que con un Ibuprofeno estaría mucho mejor jajaja (no me lo dieron, obviamente) 
Recuerdo que en un momento dado ya estaba A S en la sala y dijo "halaa es rubio!" Y al poco tiempo dije "pero cuánto falta????" Y me respondió Álvaro "si ya te han dicho que es rubio, cuánto va a faltar!" 
Pero la realidad es que fueron 3 horas y media de expulsivo. El aro de fuego no fue un aro de fuego, fue la puerta del infierno jajaja ahora estoy embarazada otra vez y tengo ganas de parir sin la vagina llena de nudos musculares, porque lo que más me dolía era eso. Sentía que me arrancaban la uretra, como si Gris naciera por la uretra en lugar de por la vagina. 
Luego con la fisio volví a sentir el mismo dolor, que no he vuelto a sentir desde que me arregló los nudos. Viva!!

En un solo pujo final, Gris salió como un pececito en la bañera, me lo pusieron encima y lloró, lloró mucho y yo estaba muy cansada y dolorida. "Hola bebé! Soy tu mamá!" En aquel ambiente oscurito, tan agradable para nacer, tan silencioso, fue un placer llegar así a la vida. Lo tuve en brazos piel con piel hasta alumbrar la placenta, que fue bastante rápida, vaciaron la bañera y me fui a la camilla, hacían falta tres puntos en el periné, mientras que yo salía de la bañera lo pusieron en el pecho de su papá, y yo salí por mi propio pie de la bañera. Me tumbé en la camilla y me lo volvieron a poner en el pecho. Se agarró a la teta y Álvaro me dio queso y nueces que llevábamos en la mochila. Me supieron a gloria. Nada más acabar me moría de hambre. 
Recuerdo ese tiempo super tranquilo y relajado, pacífico y super amable. Fue precioso. 
Llegamos a la habitación, arriba, y me tumbé con él en la cama, debían ser las 10 de la noche o así. 
Lo mantuve en mi teti y nos dormimos los dos muy agusto. 
Yo no sentí ese amor en el instante en que nació, pero después de 3 o cuatro horas los dos en la cama a la luz de las velitas eléctricas que llevábamos, con esos ruidos de cachorrillo, me embriagó un amor inexplicable, que me subió por la espalda, y aún hoy dos años más tarde aún no se ha ido ❤️

En resumen, mi parto fue precioso, doloroso, pero soportable. El dolor se establece en un momento y no empeora, no hay que tenerle miedo al dolor en el parto, porque es un dolor fisiológico que nos acompaña y nos permite recibir a nuestra criatura después de una ruptura con el mundo real. Es necesario. Sin duda recomendaría a toda mujer que quiera parir respetuosamente a venir a O. t. O.

Ahora espero a mí siguiente hija, y creo que lo haremos en casa. Mi marido después de la primera experiencia está a tope con parir en casa, y a mí me apetece muchísimo. Ya volveré (espero) con el siguiente relato de parto 😄