El nacimiento de Noreia
Esperábamos a nuestra pequeña Noreia para el 22 de julio de 2015. Mi marido y yo con un embarazo muy deseado estudiamos todas las posibilidades de tener un parto respetado en A Coruña y alrededores. Después de leer muchos testimonios en la web de esta asociación y después de acudir a una reunión en nuestra ciudad, la decisión era clara: el parto en casa se nos salía de presupuesto, el parto en el Materno de Coruña supondría hacer un plan de parto y que mi marido tuviese que pelear por cada cosa que quesiésemos a riesgo de no disfrutar de la experiencia del nacimiento de su hija. Así que la única opción que nos quedaba era hacernos la tarjeta de desplazados y bajar al Hospital do Salnés en Vilagarcía de Arousa (a 1 hora y 15 min. de nuestra casa). A nuestras familias la decisión no les agradó demasiado, pero la respetaron. Para nosotros fue un descanso absoluto tomar esa decisión. La recomendación era bajar a Vilagarcía alrededor de la semana 30 de gestación para empezar con los trámites y posteriormente asistir a la charla que dan las matronas de O Salnés. Después de asistir a las charlas de Preparación al Parto en A Coruña y salir horrorizada de ellas, sobretodo porque obviaban TODAS las recomendaciones de la OMS y del Ministerio de Sanidad especialmente con respecto al protocolo de parto (no informaban sobre nada, simplemente te decían como se procede en el Materno de A Coruña como si eso sentase cátedra), acudir a la charla de el Hospital do Salnés fue simplemente increíble. Me emocioné en más de una ocasión, primero por las hormonas jajajaja, y segundo porque estaba oyendo, de boca de una matrona que podría asistir mi parto, que el protocolo que seguían en este hospital era punto por punto lo que nosotros deseábamos y lo que se recomienda desde todos los organismos nacionales e internacionales con respecto al parto, postparto y cuidado de la lactancia materna. Una inmensa felicidad nos inundaba saliendo del salón de actos. Estábamos seguros de que estábamos en el lugar correcto para recibir a nuestra pequeña. Después de esa charla volvimos para hacer un control con la Obstetra del Hospital, que por cierto nos trataron infinitamente mejor que las de A Coruña, y otra cita para hacer un Plan de Parto personalizado con una matrona, que forma parte del equipo de matronas que atiende partos, que desprendía una dulzura y tranquilidad que impregnó la consulta. El seguimiento del embarazo lo hice en A Coruña hasta el día de FPP (22 de julio) fecha en la que teníamos el primer control de Monitores. A ese le siguieron 3 más... Llegando así al lunes 3 de Agosto en el que ya me indicaron que al día siguiente ingresaría para proceder a la inducción. No sólo no tenía contracciones sino que además mi cuello del útero estaba como si nada... El martes 4 de Agosto entramos en monitores a las 9 de la mañana. Para mi sorpresa, la matrona que me iba a atender era la misma con la que hice el plan de parto y también una matrona de Prácticas andaluza que hizo muy buen trabajo bajo la supervisión constante de la matrona titular (en mi plan de parto permitía la intervención de matronas en prácticas). Me llevan a la sala de dilatación para hacerme un monitor, un tacto y viendo que todo seguía igual, para insertarme la primera dosis de Própex. Eran las 10:30 hrs aproximadamente cuando me colocaron la tirita intrauterina del medicamento. Tenía que estar una hora en horizontalidad y después podría hacer vida normal en planta. En el momento del comienzo de la inducción, un enorme pesar y agobio se me estaban viniendo encima. Sin saber porqué, necesitaba llorar. Estuve llorando un largo rato, para luego comprender que mi miedo por no ser capaz de generar mi propia oxitocina (ya que yo nací en parto inducido con oxitocina) me había llevado a esta situación. En ese mismo instante que solté y reconocí todos mis miedos aparece la matrona. Me dice que me tranquilice, y me propone tomar unas flores de Bach. Yo, le digo que ya he liberado todas las tensiones con la llorera. Ella me indica que el proceso de inducción es muy largo, que me lo tome con calma. Una muestra de lo poderoso que es nuestro cerebro estaba por venir. En cuanto me levanté de la camilla me fuí directa al baño. Me estaban dando unos dolores tipo gases bastante fuertes (para ser gases). No me atrevía a hacer mucha fuerza ya que tenía el Própex colocado y no quería que se me cayese. Un retortijón daba lugar a otro. Y después a otro. Viene la matrona. Le explico lo que me pasa. Me dice que no son contracciones. Que me lo tome con calma, que hay mucho cuello por borrar antes de estar en trabajo de parto. Me suben a planta. Una vez llegué a la habitación, me doy cuenta de que voy a estar en planta con más gente... El fin de semana anterior fue una locura en O Salnés, atendieron 13 partos en 2 días. Con dos salas de dilatación y apenas 8 habitaciones. Era bastante desagradable estar pasando las contracciones (aunque la matrona decía que no lo eran, yo así las sentía) con una compañera de habitación recién parida y todo lleno de visitas. Yo resoplaba cada minuto o minuto y medio. Cada vez se hacían más intensas. Llega la comida. Me como el pan y el yogurt. El resto de la comida la dejo. En torno a las 16 hrs parece que las contracciones son "regulares" cada 1 minuto. Aviso a las enfermeras para que se lo comenten a las matronas. Bajo a dilatación, me hacen un monitor y determinan que todavía queda mucho trabajo por hacer. Me comentan que puedo meterme en la ducha para aliviar el dolor. Vuelvo a la habitación, y sin dar crédito está aún más llena de gente. Me voy directa a la ducha. Uf... Qué alivio! Esto es vida! Realmente nos sé cuánto tiempo he estado... Y con la habitación llena de gente me empecé a rallar por si alguien quería ir al baño... En ese momento mi útero hace un pujo involuntario y la tirita de Própex se sale... Ala! A llamar q las matronas de nuevo! Yo toda colorada, pidiéndoles disculpas. Ellas todas tranquilas. "No pasa nada" dicen. Tengo a todas las matronas conmigo ya que soy la única mujer inducida y no hay nadie de parto. Esta vez serían las 18 hrs más o menos. Me hacen otro monitor y tacto para ver si se ha salido porque ya estoy en trabajo de parto. Nada, falsa alarma. Está mejor pero son contracciones irregulares y no son de parto. Me insertan de nuevo el Própex. Allí empiezo a necesitar hacer ruiditos con cada contracción. A las 19:00 o 19:30 me comunican que me vuelven a subir a planta. Hablo con ellas y les pido que me dejen estar allí. Que arriba hay mucha gente. Yo no me podía ver haciendo ruiditos y con la habitación hasta los topes de gente desconocida... Ellas, muy majas, me dicen que me dejan quedarme hasta que haya una urgencia. Yo les digo que sin problema. Mi alegría fué enorme! Ahora soy libre de dejarme llevar! Me llevaron un saquito de semillas para aliviar los dolores de la espalda. Me senté en una mecedora que hay en la sala de dilatación con bañera. Cada contracción hacia pequeña a la anterior. Me dormía entre contracción y contracción. Cada vez los ruiditos se parecían más a grititos y éstos a berridos! Vino la cena, no pude tomar ni el yogurt! Ya estaba entrando en estado animal. Estaba perdida en el proceso. Perdí na noción del tiempo. Al cabo de un rato viene una matrona y me dice que puedo darme una ducha si quiero. Me meto en la bañera y según me siento en el borde viene un pujo involuntario y se sale el Própex! Una vez más! Ya hacía un rato que las contracciones habían cambiado. La barriga se movía con cada contracción y notaba una presión hacia afuera en la zona de la vulva. Son las 22:00 hrs. Vienen las matronas. Hacen un tacto. "Estás de 3 centímetros!". "Ya te quedas aquí". "Estás en trabajo de parto". No os podéis imaginar la enorme felicidad que me invadió en ese momento! Además, estaba en la sala con bañera! Les pregunté si podía meterme en la bañera ya. Como tenía el estreptococo positivo me tuvieron que poner una vía y la primera dosis de penicilina. En cuanto se terminó de llenar la bañera, me metí como si no hubiera un mañana! Oh! Dios mío! La bañera! Qué maravilla! Las contracciones se hicieron más llevaderas. A estas alturas ya grito como una loca en cada contracción. Así estuve un rato. A las 23:30 noto que en medio de una contracción se libera la presión de la vulva. "Creo que he roto aguas". Efectivamente. 2 contracciones más y les digo. Oh! No puedo más! De repente se empieza a movilizar todo el personal (las 2 matronas y la de Prácticas). Les digo que creo que la niña está bajando. Que noto algo. Ponen más agua en la bañera. Agua caliente. Qué gusto! Y se ponen a cazar mis caquitas (aunque nadie lo diga, sí, te haces caquita. Realmente haces tanta fuerza, que es normal). Llevaba empujando un buen rato. Dios mío! Cuanta fuerza! Empiezo a notar el aro de fuego, me indican que deje de pujar. Que respire despacio. Ese instante fué el más difícil y el más bonito de todo el parto. En ese instante que Noreia estába coronando, pude notar perfectamente cómo la niña hacía fuerza para salir. Recuerdo esa sensación cada día de mi vida. Fue increíble. En la siguiente contracción empujé y salió la cabeza. Cogí aire y en la misma contracción salió el resto del cuerpo. Nadie se lo esperaba! Noreia tenía muchas ganas de salir! Eran las 00:10 del 5 de agosto de 2015. Mi marido dándome la mano durante todo el proceso. Yo, ahora, con Noreia en mi pecho. Llorando. Le dejan latir el cordón. Cuando se vuelve blanco (después de estar tranquilos un ratito) lo corta mi marido. Me llevan a la camilla sin quitar a mi niña de mi pecho. Allí una matrona nos ayudó a enganchar a la teta. A las 00:48 hrs nuestra pequeña estaba haciendo su primera toma! Mientras tanto están mirando cómo va la placenta. Se desprende sin necesidad de inyectarme oxitocina. Finalmente, tengo un pequeño desgarro de grado 1, deciden darme 2 puntos porque sangra un pelín. A las 02:30 hrs estábamos todos en planta. Noreia durmió conmigo toda la noche y mamó varias veces durante la noche. Al ser un parto tan rápido, no pudieron ponerme la segunda dosis de penicilina. Lo que hicieron fue hacerle un análisis a Noreia al día siguiente y al dar negativo, ya no hizo falta medicarla más. Al día siguiente yo estaba como si nada. Podía andar sin problema. Tuve una recuperación espectacular. Este es el relato de un parto súper respetado en el Hospital do Salnés. Quiero agradecer a todo el equipo de matronas del Hospital el trato recibido. Ojalá, cada vez haya más relatos como el nuestro. Muchas gracias! Paloma, Iago y Noreia.