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El parto de Teresa, en el hospital de Valladolid.
Quería compartir mi parto y como fue el nacimiento de nuestro hijo con vosotros.Gracias por vuestro apoyo en la pagina y en las reuniones, fue uno de los pilares en la preparación a la que ha sido una de las mejores experiencias de nuestra vida.
Nos enteramos de que estaba embarazada en el verano de 2012 y la fecha que seria probable de parto indicaba el 19 de Marzo de 2013. A partir de conocer la noticia tomamos conciencia de como queríamos vivir el parto y la decisión fue que de una manera consciente y responsable con el bebe y la naturaleza. Prepare mi cuerpo con yoga y ejercicio, para asi mantenerme activa y en contacto con mi cuerpo y asistimos a las reuniones de varios grupos de apoyo, entre ellos el parto es nuestro, para preparar la parte psicológica de todo el proceso.
Ahora me doy cuenta de todas las personas que nos han apoyado, que han creído en lo que estábamos haciendo.
Queríamos un parto natural, compartido y respetado. Decidimos hacerlo en el Hospital de nuestra ciudad, el que nos correspondía por zona y hasta el ultimo momento fue toda una incógnita como trabajaban, después de oír historias de todo tipo, nosotros tuvimos una muy buena experiencia.
Comencé el día 23 de Marzo a las 03:30 con unos pinchazos (contracciones) que me invitaron a levantarme de la cama para ir al baño y ver que pasaba, nada mas incorporarme de la cama rompí aguas, y estas eran claras, así que seguimos con el plan que teníamos, que era hacer la dilatación (lo máximo posible) en casa. Mi pareja preparó la casa con velas, y llamamos a nuestra amiga y Doula C.P. para que fuera viniendo a casa. Ella llevaba días esperando el momento, la habíamos pedido que nos apoyase en este momento y llevaba haciéndolo desde el embarazo.
Comenzó la dinámica de contracciones de una manera estable y cada 12 minutos y así se fueron acortando hasta las 08.30, hora en la que decidí que era el momento de ir al hospital. Cuando llegué allí apenas había nadie, era una mañana de sábado, tranquila y silenciosa. Las matronas me hicieron un tacto y estaba de 5 cm, entre contracción y contracción puede compartir con ellas el deseo de que el parto fuera natural y no instrumental, que estaba preparada y feliz de poder colaborar para que naciera mi hijo de esta manera. Lo comprendieron al momento, me enseñaron la cama articulada del paritorio donde iba a parir horas después y me explicaron la manera de proceder.
Me fui a la habitación a seguir dilatando y cual fue nuestra sorpresa, que allí había una mujer con su bebe y su padre, fue un poco incómodo, por que los dolores eran ya fuertes y tenerlo allí delante me cortó en un principio. Alli estuvimos hasta las 11 de la mañana, momento en el que decidí que era el momento de ir al paritorio.
Cuando entré, acompañada de mi pareja, les dije a las matronas que era muy importante para mi que entrara mi amiga y Doula, ya que estaba siendo un apoyo fundamental en el parto y que seguro me ayudaría mucho. Al principio no supieron que hacer, por ellas no había problema y fueron a gestionarlo.....y consiguieron que entrara.
Así que en un mano a mano entre mi pareja y ella, empecé la ultima parte de la dilatación, ya estaba de 8 cm. Pude moverme libremente, de pie casi todo el tiempo, con mi pareja haciendo ejercicios de liberación del peso de la cadera, que fueron imprescindibles. Me ofrecieron oxido nitroso y fue también liberador. Me dolía la parte de los riñones y también me ofrecieron las inyecciones de agua para liberar la zona.
El respeto fue tremendo, las dos matronas, ellos dos y yo, los cinco a un mismo objetivo y en una misma actitud. Mantuvieron un ambiente de silencio, bajando las persianas para que hubiera menos luz, atentos a lo que necesitaba, respetando mis gritos cuando venían las contracciones.
El expulsivo fue largo, casi dos horas, en las que puede moverme ya en la cama cuando tenia ganas de pujar. Montaron la cama articulada para ponerme a cuatro patas, de lado, de costado,etc....
Mario nació a las 14.07, hermoso y feliz, con 3.040 gr y 50 cm. Nosotros estábamos también muy contentos, después de un esfuerzo muy grande, de los dolores mas intensos de mi vida, lo habíamos logrado.
Me sentí muy querida por los míos muy respetada por el equipo del hospital, gracias a las dos matronas que nos atendieron, por su profesionalidad, por su cariño, por su respeto, por dejarme parir y estar cerca en lo que necesité. Gracias a mi amiga, que comprendió como mujer y que sabia lo que estaba pasando, por dentro y por fuera. Y gracias a mi pareja, que me sostuvo con amor, me comprendió, y decidió unirse desde el principio a este camino que es la paternidad.