Historia de Mónica

Tuve un embarazo perfecto, yo tenia 19 años y me puse de parto el día anterior a la FPP. Tenía fiebre, casi 40º y pase la noche con molestias de parto. A las 9 de la mañana rompí aguas en casa e ingresé (la noche anterior había hablado con el hospital y me dijeron que me dejara de tonterías, que a muchas mujeres les da fiebre y que si rompía la bolsa o tenia contracciones de las de verdad ingresara, que antes ni apareciera por allí). La bolsa se rompió, nos fuimos al hospital y en cuanto me vieron me dijeron que tenia ya 4 cm dilatados, iba muy bien, a las 12 de la mañana eran 7 cm, iba todo de maravilla pero me pusieron oxitocina para acelerar el proceso y a las 6 de la tarde la fiebre hizo que me reventaran los labios y sangrara, las contracciones no eran rítmicas: tenía una a los 15 segundos empezaba la siguiente y después tardaba 5 minutos en tener otra.
La dilatación era total y me decían que si tenia ganas de empujar lo hiciera sin miedo, que el bebe estaba demasiado alto. Yo ya ni me tenía en pie con la fiebre y no tenía ganas de empujar, solo dolores. Me llevaron al paritorio y se me subieron dos señoras encima a tratar de bajar al bebé (los cardenales posteriores son para un libro). Yo ya no podía más, trataron de sacarlo con ventosa pero mi bebe traía un hombro por delante, así que no había manera de colocarlo y en las contracciones se retraía. Entonces una enfermera detectó sufrimiento fetal, a lo que la doctora respondió: "cómo no va a sufrir el feto con la madre que tiene que ni sabe empujar". Me llevaron al quirófano y mi bebe nació por cesárea. Tenía neumonía y estaba muy grave, por lo que lo llevaron a la UCI.