La historia de un parto en los 80

Yo tuve mi único parto va a hacer 40 años. Como mi madre tenía terror de los partos y había tenido cuatro, yo quería superar esa cultura del miedo. Durante meses fui a una comadrona que había organizado una escuela de yoga para embarazadas y como preparación al parto. Empecé con cinco minutos de ejercicio diario y los días anteriores al parto llegaba a la hora y media.
Con los ejercicios de respiración para las contracciones y entre ellas.
El día del parto empezaron las contracciones por la mañana y por la tarde fui dos veces a la residencia Del Valle Hebron de Barcelona, dos veces me mandaron a casa y a la tercera ya debían ser las once de la noche, me hicieron quedar y me pusieron a un médico al lado para que me siguiera (y aprendiera!) Por desgracia para mi la matrona del hospital decidió romperme las aguas para provocar el parto, y no mancharse ella. La odie por ello. Y no fue suficiente me dilataron a mano los cm que faltaban. Yo no quería ni epidurales ni nada.

La médico me hizo una episistomía y al quejarme yo me dijo que era por mi bien y que si creía que eran unos carniceros.... de Al estar en unos paritorios en espina de pescado se oían los gritos de todas las parturientas y evidentemente no dejaban entrar a los padres.
Para confiar en que “las mujeres ayudan a las mujeres”.
Menos mal que la reducción de la natalidad hace más confortable la estructura de las clínicas. Pero está visto que lo que prima, si se estudian las estadísticas de los partos y cuando tienen lugar, es el confort de los sanitarios, y eso es torticero y manipulador.
Hace así que se sabe y nadie pone el grito en el cielo. Me parece penoso.

Se aprovechan de que al tener el bebé encima se te pasan todos los males y solo miras hacia adelante.
Es por eso que quería contar mi historia.
Porque pienso que no podemos dejar que nos sigan maltratando.