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Mi experiencia del nacimiento de mi bebé

Antes que nada, muchas gracias por este espacio. Creo que muchas mamas y papas que encontramos este sitio hemos tenido alguna experiencia para contar al respecto.

En mi caso, mi experiencia con mi hijo me dejó aun secuelas de dolor e impotencia que no puedo superar. Y sobre todo muchas preguntas. ¿Por qué nos separaron a mi hijo y a mi? Esta gente que se dedica supuestamente a salvar vidas o traer vidas al mundo, ¿necesita causarle esto a una criatura? ¿Será quizás debido a tanta oscuridad y deshumanización que recibieron ellos mismos al llegar al mundo?

...Mi cesárea duro unos 15 o 20 minutos... Para los que esperaban por nosotros afuera en los pasillos (mis padres y mi esposo) pasó muy rápido, pero para mi fue una eternidad. Nacía mi bebé por cesárea y sólo me lo mostraron, a unos dos metros de distancia y diciendo "mira mamá, tu bebé"... Y se lo llevaron. Sin razón alguna porque mi bebé estaba en perfectas condiciones de salud. Me llevaron a la habitación de la clínica y empezó lo peor.. La espera... Paso una hora y media y el ya estaba en la sala de neo, en incubadora (en observación, pero sin razón alguna). Mientras todos mis familiares podían conocerlo a través de un vidrio, yo me moría de tristeza en la habitación de la clínica. Mi marido lo cuidaba y no le sacaba los ojos de encima, también con impotencia y bronca por la situación. Pasaron más de tres horas y recién ahí pude tener en mis brazos a mi hijo. Cuando pregunté la razón de esta demora, una enfermera nefasta me dijo algo así como "esperamos unas horas en entregarlo para que las madres se tranquilicen...". Pregunto: ¿tranquilizarme de qué? ¿Qué mayor tranquilidad que estar con nuestro bebe el que tuvimos en la panza nueve meses? Creo que esta gente no entiende nada de aquello que debería saber mucho... Desde ese día me propuse no volver a vivir esto en mi próximo parto.

¡Hagamos valer nuestros derechos como mamás y los de nuestros recién nacidos!

Espero sirva mi testimonio para que otras mamás también se desahoguen. Y para quienes están esperando un hijo tomen en cuenta estos aspectos, que luego se transforman en fuertes traumas...

¡Gracias por el espacio!

Paula Pussetto
Córdoba, Argentina