Mi relato de parto en el Hospital Infanta Leonor
Me gustaría compartir mi experiencia en el hospital Infanta Leonor. A mi, personalmente, me ayudó mucho visitar vuestra página y leer los relatos de otras mujeres, para elegir el hospital y para hacerme una idea de lo que iba a experimentar y vivir... La verdad es que me intenté documentar mucho e informarme y gracias a ello tuve un parto lo más parecido a lo que yo quería.
Mi fecha de salida de cuentas era el 20 de Marzo. Durante todo mi embarazo pensé que Victoria nacería antes, ya que en mi familia parece que tenemos tendencia a adelantarnos a la fecha, pero no fue así. Tuve un embarazo muy bueno, me sentía muy bien en general, no cogí mucho peso y estaba muy ágil, así que cuando se pasó la fecha prevista de parto yo seguía con mi vida normal, eso sí, cada día pensando, ¿será hoy?
Elegí el hospital Infanta Leonor porque entre las opciones que tenía, me parecía que cumplía más o menos mis expectativas de un parto respetado.
Durante el embarazo me documenté bastante, es cierto. Intenté leer e informarme sobre los hospitales, fui a las visitas guiadas, leí relatos de partos en distintos sitios y conocí los procedimientos que se practicaban. Antes de quedarme embarazada mi ignorancia era total en este tema. A veces pensaba, ¿ para qué me estoy informando tanto si casi ahora me da más miedo las prácticas que se realizan que antes? pero sí, es bueno informarse y saber que puedes decir no a ciertas cosas y elegir, y por eso escogí el Infanta Leonor, donde, pensé, al menos algo de caso te van a hacer.
Finalmente el día 25 de Marzo por la mañana, después de varios días de nervios en los que no pasaba nada, igual alguna contracción y dolores por la noche pero nada más, me levanté con las bragas un poco mojadas y pensé, ¿será que se me ha roto un poco la bolsa? me relajé y me tumbé en el sofá, seguí mojando un poquito pero ya casi nada... Llamé a emergencias telefónicas y me dijeron que fuera al hospital. Así que nos fuimos, mi pareja y yo, tranquilamente en metro, jajaja, que además era Viernes Santo! Llegamos al hospital y me tomaron la tensión y me dijeron, uy si es rotura de bolsa te vas a quedar ingresada... qué rabia, pensé, como me ingresen ya no voy a poder vivir el parto como yo quería, dilatando en casa hasta el último momento para llegar al hospital ya dilatada para poder aguantar tranquila y tener fuerzas de parir sin epidural, que era mi intención. Me pasaron a una sala con una matrona, que la verdad me cayó fatal, super borde (no me lo esperaba por lo que había oído sobre las matronas en este hospital), me cogió una muestra de la vagina, para ver si el líquido que tenía era amniótico, y tuve que esperar a que saliera el resultado. Cuando esta matrona me cogió la muestra me dijo te voy a explorar... Ya en la consulta que tuve en el hospital tres días antes, tras la monitorización, la ginecóloga me dijo te voy a explorar, y le dije, prefiero que no. Ahí ella lo respetó, cosa que me gustó mucho, y me dio cita para la semana siguiente, la 41, y me dijo que ya en esa cita si quería me podría explorar y forzar un poquito para ver si me provocaba el parto si aún no me había puesto, y así tener que evitar una inducción y le dije que de acuerdo, que ahí sí, pero que ese día, que era dos días después de salir de cuentas, prefería que no me hiciera nada y esperar que llegara de manera natural. En cambio con la matrona que me hizo la prueba, como estaba nerviosa y un poco asustada, no fui capaz de decirle nada. Me exploró, me metió casi la mano entera y la retorció, me hizo bastante daño la verdad, y luego me dijo que el resultado era negativo, cosa que me alivió pero, no se por qué, me pareció que era erróneo, y que me podía ir a casa.
Nos volvimos tranquilamente a casa pero ya esa tarde, después de sentir dolor y escozor, iba por la calle y noté que me mojaba bastante. Así que llegué a casa, me duché y nos volvimos al hospital. Me hicieron de nuevo la prueba, esta vez una matrona super dulce y agradable, y me dijo que sí, que era líquido de la bolsa, que debía tener una fisura, que ahora sí que me ingresaban y que me subían a la habitación y a esperar. Le pregunté cuántas horas tenía hasta que me pusieran oxitocina (horror, justo lo que no quería), le expliqué que quería intentar parir sin epidural y sin nada, me dijo que lo entendía y que aguantarían unas 8 horas, que intentara descansar y dormir y a esperar a ver. Nos subieron a la habitación ( ya la conocía de la visita guiada y la verdad es que están genial, super amplias, con un sofá para el acompañante, una butaca, el baño super bien) y fue llegar a la habitación y empezar las contracciones. Eran ya contracciones super fuertes y seguidas, la verdad es que flipé, porque casi duraban 1 minuto y como dos de descanso.
Estábamos ahí en la habitación solos, los monitores y salas de parto están en el piso bajo y las habitaciones en el tercero, ahí te dejan un poco a tu bola y llamas por el interfono si necesitas algo...yo la verdad es que desde el minuto uno estaba flipando de dolor con las contracciones, supongo que también porque había roto bolsa.
Eran como las 12,30 o la 1 de la madrugada, aguanté hasta las 3, caminando, arrodillándome, tirándome por el suelo, jajaja, y mi chico el pobre intentando ayudarme, aliviarme, pero yo estaba en mi mundo, intentando respirar entre contracción y contracción.
A las 3 les llamé y me bajaron a monitores y a explorarme a ver cuánto había dilatado. En el camino en silla de ruedas con el celador me dio una contracción, yo ahí retorciéndome apoyada en la pared del pasillo, el celador super majo ahí, tranquila, tú a tu ritmo, a mi me daba igual todo yo estaba a lo mío. Llegamos abajo y me exploró esta matrona tan maja, y me dijo que estaba de 3 casi 4, que si quería ahora me podían poner epidural. Me gustó lo que me dijo después, "recuerda que tú deseas un parto natural y que no te la querías poner, haz lo que sientas y lo que quieras por supuesto, si la quieres te la ponemos", dije que no, que iba a aguantar un poco más. Me dijo que ok, que llamara cuando quisiera.
Volvimos a la habitación, mi novio como no podía hacer mucho y yo estaba a mi rollo, que no quería ni que me tocara ni casi que me hablara, se tumbó a descansar en el sofá. Yo ahí, hasta las 5, aguanté, contracciones cada minuto, super dolorosas, lo estaba pasando muy mal, cada vez que pasaba una pensaba, después de la siguiente llamo y que me la pongan. Me daban sudores fríos y arcadas cada vez que llegaba el final de la contracción... estaba un poco en trance yo creo, me acordaba de la matrona del curso de preparación al parto, de sus consejos de respiración que intentaba poner en práctica, del libro "El parto sin dolor"... pensaba, quien diga que se puede disfrutar de esto que venga y me lo diga ahora, jajaja.
Sentía el dolor concentrado en mi vientre, cada vez mas abajo, y sentía como la bebé iba descendiendo, muy poco a poco. Intentaba pensar en ella, comunicarme con ella, sentir lo bello de todo aquello... En un momento me metí a ducharme, me aliviaba darme calor en la zona, pero tras unas contracciones en la ducha ya no entendía que hacía ahí... la verdad es que estaba un poco ida, era todo como extraño pero a la vez muy personal, muy mío.... El caso es que miraba el reloj y cuando vi las 5 decidí que ya no podía aguantar más, levanté a mi novio y le dije que iba a llamar, que me moría de dolor y que quería epidural o lo que fuera... Llamé y me vinieron a buscar, otra vez contracción por el camino al salir del ascensor, yo ahí casi tirada por el suelo, y al llegar ya no estaba la matrona super linda, estaba otra un poco más seca, que en principio me gustó poco... me exploró, le dije que es que ya no podía más, y me dijo estás de 9 cm vamos al paritorio...Yo ahí me sentí super feliz, pensé lo he conseguido! Claro, ahora faltaba el colofón, pero al menos había llegado solita hasta ahí! Estaba muy cansada y muy dolorida. Me preguntó que cómo quería ponerme. Me tumbé en la silla y me dijo que bien, seguramente porque era mejor para ella, claro, pero es que ni se me ocurrió ponerme de otra manera porque es que ya no podía con mi alma.
La matrona era seca pero se la veía segura y por otro lado me escuchaba y se comunicaba conmigo. Mi chico estaba ahí a su lado, los dos ayudándome y animándome, yo empecé a empujar, por primera vez sentí las contracciones de pujo, qué fuerte, tantas veces que me lo había imaginado... Yo pensaba que éstas dolerían menos, la verdad es que me seguían doliendo brutalmente, pero sí que en un punto sentía las ganas de empujar... estuve un rato así, cada vez más cansada, eso sí.
Hubo un momento que le dije a la matrona si cambiaba de postura, ella me dijo que mejor no, que ya estaba la cabeza saliendo, pero que iba muy poco a poco, que me sujetara yo las piernas y que me tocara para que la notara casi saliendo. ¡Qué impresión! Me toqué con los dedos y ahí estaba la cabecita de mi niña, con un montón de pelo! Eso me dio fuerzas para seguir. Me retorcía, gritaba, me agarraba a la mano de mi chico que pensé, se la voy a romper. La matrona me ofreció si quería un espejo, le dije que no, que sólo quería sacarla ya, que no podía más. Me dijo claro que puedes! Tras unos empujones más no acababa de salir, y me dijo que me iba a tener que cortar un poquito... le grité, noooo! por favor no! y me dijo, como quieras pero tienes ya pocas fuerzas y no está avanzando, va a ser un corte muy pequeñito y cuando lo haga saldrá ya. Ahí me rendí, y no sé si tendría que haber insistido, y no sé si se podría haber evitado... Eso en realidad no lo puedo saber, así que fue como fue.
Me dio un pequeño corte, que ni sentí la verdad, y ya empujé y mi bebé salió, me la pusieron encima y fue maravilloso. De pronto la vi ahí, perfectamente hecha, con un pelazo impresionante, jajaja, yo estaba encantada de que ya se hubiera acabado todo, y sentí una paz y un descanso... Me pusieron oxitocina para sacar la placenta, le pedí a la matrona que me la enseñara, y me la enseñó y me explicó como iba, mi chico y yo ahí flipando, yo me sentía super bien, la verdad.
Me puso unos puntos, con un poco de anestesia, y ahí estuvimos como casi dos horas con la bebé encima, los dos solos, fue precioso...
El día después me sentía super bien, me tome un paracetamol para el dolor, pero estaba super feliz y medio eufórica, no notaba el cansancio. Me venían a ver y pensaba, debería dormir y que no venga nadie más, estoy super cansada, pero por otro lado estaba plena de felicidad y todos me decían, parece que no acabas de parir estas super bien...
En cuanto al parto y al trato recibido tengo que decir que el hospital cumplió mis expectativas. Mi parto fue casi casi 100% como yo quise. Me sentí respetada, escuchada y cuidada y, viendo lo que ocurre por ahí, creo que no se puede pedir más! Eso sí, mi parto fue corto, no sé si por la ausencia de epidural también, claro, pero dilaté rápido y creo que por eso también pude aguantar sin epidural... La verdad es que me alegro de haberme informado tanto y de haber podido elegir, y de que todo saliera más o menos como yo quería.
* Desde El Parto es Nuestro nos cuestionamos la necesidad, o no, de algunas episiotomías y el criterio utilizado por los profesionales sanitarios en cada caso.