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Mi vida en riesgo innecesariamente
El día 29 de noviembre sin pegar ojo en toda la noche por contracciones irregulares (así llevaba más de dos semanas, tras visita al hospital por tensión en 15/10 y contracciones regulares me dan una pastilla y se corta todo el proceso, yo creo que tenía que haber parido ahí), rompo aguas a las 6 de la mañana y tras ducharme salimos al hospital pues era positiva en streptococos y tenían que ponerme antibiótico.
Llegamos al hospital y a las 7.30 me hacen el primer tacto, (ginecóloga muy joven que no sabe si es líquido amniótico y la tiene que ayudar una enfermera a confirmarlo) posteriormente me hacen PCR y me pasan a pt mientras me pasan antibiótico.
Tras el pt me hace otra ginecóloga, esta vez parecía tener más experiencia, y me realiza otro tacto, explicándome que como no dilataba tenía opción de inducción o esperar, pero que ya me dejarían ingresada. Decido esperar a ver si dilato sola y me dicen que debo esperar PCR para que me den habitación.
Casi a la 1 de la tarde mi marido recibe su negativo y mi resultado sigue sin llegar. Para entonces, con el segundo tacto me revolvieron tanto que tenía contracciones continúas y dolorosas mientras esperamos en la sala de espera el resultado de la pcr. No había agua en ninguna máquina de ninguna planta y tuvo que dejarme sola y acercarse a la cafetería del hospital a buscarme agua.
Llegó un momento en que no sabía si tirarme en mitad del suelo con cada contracción.
Media hora más tarde llega mi PCR y sorprendentemente positiva (llevaba semanas sin salir de casa porque el bebé estaba encajado y no podía casi moverme)
Nos informan que han hablado con el microbiólogo y que mi carga viral es tan baja que no contagio pero significa que lo he pasado en algún momento del embarazo y tenía restos en la nariz. Automáticamente se aplicaba el protocolo covid y entrábamos en paritorio covid con todas las consecuencias. Si mi marido quería quedarse tenía que asumir que no se podía salir de la habitación pues estábamos aislados.
Entramos en la habitación con la matrona y sin darme más explicación me ponen oxitocina directamente (ya se olvidaron de la decisión de esperar) y me preguntan si quiero epidural. Yo acepto epidural porque ya no aguanto los dolores porque iban a peor.
Cuando entramos en la habitación lo primero que me hacen es otro tacto para ver si he dilatado algo más. Había dilatado un cm cuando empezó la odisea y en este momento iba en 2 cm.
Eran las 2.30 de la tarde cuando me ponen la epidural que solo me hace efecto en la parte derecha y cada poco me tienen que meter bolos para tolerar los dolores.
A las 6 de la tarde que tocaba cambio de turno la matrona me dice que estoy de 5 cm y que viene otra matrona, que no salgamos ni abramos la puerta porque tenemos enfrente a una chica con una carga viral muy alta y nos puede contagiar.
Nos llaman del rastreo y mi marido discute con una señora que está empeñada en preguntar si he ido a una discoteca o he hecho una fiesta en algún bar a pesar de decirla que estábamos de parto y que no salía de casa hacía mucho.
A las 8.30 estoy casi dilatada del todo y ya tengo la necesidad de empujar y la matrona me pone de lado y me dice que seguramente será una hora más todavía pero que si eso vaya empujando con cada contracción.
A las 9 ya se ve algo la cabeza y entra corriendo con dos auxiliares y se ponen los trajes "espaciales". Me ponen a horcajadas de nuevo para comenzar con los pujos. Tras tres intentos me dice que si en el siguiente no sale la cabeza tendrá que cortar porque hay sufrimiento fetal. Me hace episiotomia y sale el bebé.
El niño nace a las 23.35 con 3,750kg
Al ponerme el bebé al pecho me da un brote de raynaud y me lo quitan de encima porque gritaba de dolor. Se me dispara la fiebre.
Sale la placenta y alguien dice que cree que falta un cacho, y las otras dos dicen "estirarla bien, no mira bien, está entera".
Comienza a coser la matrona y tras más de media hora llama por walkie talkie a la ginecóloga y la dice que necesita ayuda porque no consigue cortar la hemorragia a lo que la contesta que ella puede y que si ve que se la complica que la vuelva a llamar.
Tras una hora suturando y más de cinco suturas que mi marido acertó a contar corta la hemorragia (el último bolo de epidural no me hizo efecto y noté todo).
Tengo escalofríos y tiritando les digo que cierren la ventana, que me den una manta o que hagan algo. La matrona se acuerda que había puesto placas de hielo en la incisión y me las quita tras un rato subiéndome la fiebre.
De pronto escuchamos por el walkie talkie como la ginecóloga dice: la junta ha decidido que la madre como ha tenido síntoma covid (fiebre) debe ir a planta covid, el niño a neonatos y el padre a confinarse en casa. La matrona dice que como van a dejar al niño solo si está bien y dice que lo vuelve a hablar.
Al rato dice que permiten que el padre se quede con él en habitación covid en la planta de obstetricia pero que yo debo ir a planta covid sí o sí. Que cuando me vaya en dos días puedo irme a casa con el niño.
Durante tres horas estamos todos juntos en aquella habitación hasta que a las 3.30 de la mañana nos separan.
Llego a la planta covid y me reciben dos chicas que están de guardia esa noche y una de ellas me dice: no te quejarás que ya te dan vacaciones para que disfrutes sin el bebé ahora.
Me informan que me tendrán que poner hierro mientras esperábamos abajo, por tanta pérdida de sangre.
El martes sigo sin poder levantarme de la cama y pienso que sigo con efecto epidural, nadie me dice nada. Vienen a darme Paracetamol y para la tensión pues me miden fiebre y tensión cada 6 horas más o menos. Pregunto si me van a pautar el hierro pero no tiene orden y nadie sabe nada.
Como no consigo extraer leche y tengo dolor les pido que me corten la leche.
El miércoles me traen dos pastillas para cortarla. Sigo con problemas en tensión y alguna décima.
El jueves por la mañana se me dispara la tensión a 15/10 y por la tarde voy al baño y mareada, antes de caer al suelo me tiro a la cama para poder llamar al timbre, tenía 9/5. En ese momento viene un médico de la planta covid harto y manda hacer analíticas y que venga cuanto antes la ginecóloga de guardia. Me explica que aunque me tienen en su planta dependo de gine y ellas deben pautar las cosas. A las 5 de la tarde me da ese bajón y a las 8 aparece una gine con documentos a firmar para hacerme una transfusión de sangre porque estoy muy baja y si me repiten analítica por la mañana y sigo baja me ponen otra bolsa.
Por la mañana segunda bolsa y después bolsa de hierro. Me informa la gine de ese día, hasta ahora la más maja y la que me explicó algo, que no debieron darme las pastillas para cortar la leche con mi preclansia posparto y por eso me pasó esto. Que no me preocupara que mañana (sábado) me daban el alta y podría irme a casa con mi bebé.
Llega el sábado y al traerme la comida pregunto si no me iba ya, aparece una enfermera de mi planta y me dice que si no tengo programada PCR y no se hacen en fin de semana no me iré hasta el martes o el jueves. Me da un ataque de ansiedad tal que mandan subir a alguien. Aparece una residente que me dice que no me pueden mandar a casa porque va a ponerme las pastillas de la tensión en lugar de cada 12 horas cada 8 y el domingo me manda a casa si va bien ese día. La digo que es imposible que en estado de ansiedad no voy a regular la tensión cuando estoy allí sin necesidad y mi bebé en casa hace días. No se quiso mojar.
Al día siguiente aparece a las 3 de la tarde una chica, otra residente con el informe de alta. Sin PCR a casa. No me dejan irme sola y debo esperar una ambulancia covid. Resultado: 12 de la noche llego a mi casa, estamos a veinte min del hospital.
PCR en casa: negativo
Le hicieron dos pcr al bebé: negativo
Tres PCR a su padre: negativo
Los dos días del bebé en el hospital totalmente desatendidos también, no entraba nadie en la habitación. Las enfermeras les dejaban pañales, ropa y comida, biberones en la puerta y debía esperar a que se fueran para cogerlo. Tenía que llamarlas para los biberones porque se olvidaban de llevarlos. La pediatra, única en entrar en la habitación, dijo que estaban muy obsesionadas con el covid las enfermeras a pesar de no trabajar con pacientes covid reales.
A las dos semanas mi matrona me corta un punto que no me dejaba ni sentarme y además tengo colgando una maraña de puntos trenzados de unos 5 cm de largo. Yo misma los vi. Además mal cosido y tengo una separación.
Salí con infección de orina del hospital. Tres semanas hasta conseguir que me hicieran un cultivo y me dieran medicación.
Se olvidaron de llamarme de Nefrología al mes y cuando van a hacer los dos meses y me queda poca medicación, tras tres llamadas de mi matrona me dan cita.
Empiezo a echar restos de tejido y llevo una muestra a la matrona y me dice que me pide una eco preferente.
Cuando llego a hacer la eco me dice la gine que me manda a sierrallana a que me hagan un legrado (como primeriza y novata en todo no sabía a qué iba) y que si podía ser hoy mismo mejor.
Dejo al niño y subo al hospital, tras dos horas esperando porque el sistema funciona mal me ve el jefe de gines y me pasa y explica todo y me manda a hacer PCR y pasar por urgencias para que me den cama directamente.
En urgencias me dejan en una sala de espera llena de ancianos, algunos covid incluso como me enteré después hasta que la gine de las consultas va al hospital y les manda ponerme una cama y está pendiente hasta que ella misma me realiza el legrado.
Cuando salgo me informa que estaba todo necrosado y que he tenido mucha suerte.
Y de momento, en eso ando, fisio de suelo pélvico, tengo pendiente revisión privada con gine para comprobar que todo esté bien...