Parto de Mercedes. Nacimiento de Eric.
Una compañera de trabajo me habló de El Parto es Nuestro cuando estaba ella embarazada así que cuando lo estuve yo, busqué en vuestros contenidos y acudí a varias reuniones en Valladolid. Nunca me había planteado el parto en términos reales, como algo más que “el bebé nace”, desconocía todo lo que podía suceder alrededor de este nacimiento y sobre todo no tenía ni idea de lo importante que era y cómo podía marcarnos a las madres a nivel emocional.
Mi embarazo fue llevado en la Seguridad Social y transcurrió sin ninguna complicación. Y el parto sería en el Hospital Rio Hortega de Valladolid.
Cuando ya se acercaba el final del embarazo tenía claro cómo quería que fuera mi parto, aunque después de escuchar y leer diferentes relatos y a las matronas del centro de salud no tenía del todo claro que eso fuera a ser posible.
Salía de cuentas el 5 de enero y el día anterior tenía cita para monitores. Pero no llegué a ir. Rompí aguas la madrugada del 3 de enero a las 3’45, pensé que me quedaría en casa haciendo ejercicios para estar más tranquila y ver si comenzaban las contracciones, y en eso vino la primera contracción, la siguiente a los 5 minutos y así sucesivamente así que le dije a Rubén que nos marchábamos al hospital ¡Estaba de parto!
Cuando llegamos al hospital a las 5 de la mañana me pasaron enseguida y una matrona me explicó que me iba a hacer un tacto para ver cómo estaba, fue rápida y suave. Me preguntó si tenía pensado ponerme epidural y le dije que no, ella me animó diciéndome que iba fenomenal para no ponérmela porque había dilatado 6 centímetros.
De ahí nos pasaron a una sala que sería donde tendría lugar también el parto. Después de firmar una serie de papeles me pusieron una vía para ponerme antibiótico y me colocaron una monitorización continua. Nos preguntaron qué intensidad de luz queríamos, nos ofrecieron una pelota de pilates para hacer ejercicios y bolsas de agua caliente, también nos explicaron como subir y bajar la altura de la camilla (pues yo estaba apoyada en ella) y nos dijeron que nos iban a dejar solos, que si necesitábamos algo les llamáramos y me animaban diciéndome que lo estaba haciendo muy bien. Cuando me venían a hacer tactos (yo recuerdo 3, Rubén dice que fueron más…jajaja) me pedían que me subiera a la camilla y si mientras tanto tenía alguna contracción me ponía de lado y cuando pasaba continuaban.
Cuando había dilatado 8 centímetros me trajeron óxido nitroso para que lo inhalara y las contracciones fueron más llevaderas. En esto hubo cambio de turno y vinieron a despedirse y los que entraban se presentaron. Cuando ya tenía muchas ganas de empujar avisé y me dijeron que subiera a la camilla y aunque no estaba en dilatación completa que fuera probando a pujar a mi ritmo. El matrón titular estaba a cierta distancia observando sin intervenir y el residente estaba a mi lado y me iba animando y preguntando cómo lo iba llevando. Cuando estuve en completa el matrón titular se acercó y me fueron variando la posición de la camilla (era bastante articulada y tenía también un arco para agarrarse) no sé cuánto tiempo estuve en el expulsivo, quizás media hora, unos 10-12 pujos. Eric nació a las 8’30. Directamente me lo pusieron encima pero tuvieron que pasarle unos minutos a una mesa porque el cordón era muy grueso y no lo podían cortar, me lo devolvieron en cuanto terminó. Tuve 2 laceraciones leves, nadie en ningún momento mencionó nada sobre cortar ni sobre episiotomías. Cuando acabaron de coserme me trajeron hielo para ponerme en el periné y me preguntaron si iba a darle el pecho al bebé, les dije que sí y como Eric se agarró bien nos dejaron como otra hora allí a los 3 solos hasta que nos llevaron a una habitación.
Puedo decir que tuve el parto que yo quería y fue mucho mejor que lo que esperaba que iba a tener. En todo momento sentí que yo llevaba las riendas de lo que iba pasando, que estaba ayudando a mi bebé a venir al mundo, todo sucedió de forma pausada, se preocuparon porque estuviera a gusto y me animaron en todo momento.
Tanto para Rubén como para mí fue una experiencia preciosa y la forma perfecta de que Eric llegara a este mundo.