Parto de mis hijos. Historia de Sara - 2ª Parte

Me quedo embarazada de mi niño y en la semana 36 ya pesa casi los 3,5 kg y me comentan que deberían inducir el parto, se me cayó el mundo encima, yo había preparado el plan de parto, todo controlado y dejado claro, mis deseos de nada de oxitocina sintética ni rotura de bolsa se van al garete y aparece el mayor de mis miedos que es no parir a mi segundo hijo y que termine en cesárea pero menuda diferencia de un Hospital a otro... El día de la inducción yo estaba de 38+6, la ginecóloga y las matronas me tranquilizan y me dicen que yo voy a parir que no me preocupe.

A las 11:00h ingreso acompañada en todo momento de mi marido, nos meten en una sala pintada de verde pastel, con vinilos de pájaros y notas musicales, con una minicadena para poder poner música y nos dejan estar a nuestras anchas, al ser diabética y tener que llevar tanto cable no puedo pasear pero me dejan la pelota (se la recomiendo a todas las mujeres), pongo la música que llevaba preparada y a cantar mientras dilato, a las 16:00h me rompen la bolsa y me suben la oxitocina... A las 18:30h ya no puedo con el dolor y llamo a la matrona que me dice que aguante media hora y cuando vuelva a mirarme el azúcar me explora y ya vemos. Llegan las 18:50h me miro el azúcar, lo tengo bien, llamo a la matrona y la digo que me baje la oxitocina o que me ponga la epidural que ya no puedo más, me explora y estoy de 5 cm. Se pone a explicarle a mi marido que hay un gas de la risa que podemos probar, me baja la oxitocina y en la siguiente contracción me entran ganas de empujar... Tanto la matrona como mi marido no dan crédito (me acaba de explorar y estaba de 5 cm), me vuelve a mirar y nota la cabeza de mi niño... Ahora viene la mejor parte, me pregunta como quiero parir y la digo que sentada, preparan la silla, ponen debajo empapadores y me siento con mi marido en mi espalda abrazándome mientras ella coloca un espejo en su pie para que podamos verlo todo y en unos 6 empujones (sin ser dirigidos por ella) nace mi hijo... Fue algo maravilloso, mágico, espectacular. Ver con cada empujón como iba saliendo mi hijo lo tendré grabado en mi retina por el resto de mi vida, poder estar abrazada por mi marido mientras me susurraba al oído que yo podía, que ya estaba cerca, que nuestro pequeño ya llegaba... Jamás lo olvidaré. Mi hijo pesó 4,540 kg y nació de forma natural (aún siendo inducción) sin epidural y sin episiotomia, se puede parir sin problemas si nos dejan. Os recomiendo que os informéis y que luchéis por vuestros derechos porque el parto es una de la experiencias más bonitas que hay.