Parto de Orla. El Nacimiento en casa de Saoirse
Puente de Andalucía 2013
Estoy en la bañera y sobresale por encima del agua mi barriga de más de 42 semanas.
“Saoirse, te prometo que si decides salir ya, haré todo lo posible para que todo sea como allí dentro…”
Mis tardes habían convertido en una deliciosa rutina de paseo, infusiones, masajes, sexo y baño con el fin de sentir que estaba haciendo todo para darte las condiciones para decidir venir al mundo. Pero, como bien me has enseñado, los bebés nacen cuando están listos,y la cantidad de semanas, 42 semanas y 5 días, son solo números. Hace semanas me había encerrado por primera vez en mi vida, sin contacto con nadie más que mi madre, mi marido, mi hija mayor y mis matronas. Hablar con otras personas me producía ansiedad; me hablaban de números, hospitales y de estar “entera”, sentía que me juzgaban por mis decisiones. Casi todo el mundo me respetó y no me molestaron. Por ello estoy profundamente agradecida.
La mañana del 4 de marzo vino Sonia, nuestra matrona. Me dejó más tranquila y nada más irse empecé a tener contracciones. No me sorprendieron, llevaba semanas teniendo contracciones. Llegaron por correos unos anillos para una bandolera y saqué la máquina de coser y empecé a trabajar. Más contracciones, más fuertes. Mi madre me dijo que si estaba cosiendo, probablemente estaba de parto. Llevaba semanas haciendo todo tipo de crochet y manualidades y nada de nada. Llamé a una amiga, le dije que pensaba que estaba de parto. Fue el primer contacto que tuve con el mundo exterior en semanas.
Seguían las contracciones cada vez más fuertes. Avisé a Sonia y vino. Me dijo que no estaba de parto todavía. Entre mi madre y yo la obligamos a ver un capitulo de “Llama la comadrona”, estuvimos enganchadas a la serie. Se fue y las contracciones se aflojaron un poco. No quería pasar otra noche con contracciones que luego no eran de parto. Me metí en la cama con Ciara a darle pecho y dormirla y empezaron otra vez fuerte, tanto que no podía seguir con ella, me estaba viendo pasarlo mal. Pero en mi cabeza decía “bien, va a ser hoy, va a nacer hoy, por fin…”
A las tres de la mañana llamó Jim a Sonia. Cuarenta minutos más tarde estaba en casa y nada más mirarle a los ojos sabia que ella sabia que estaba de parto. Me preparó un baño para los pies, me dio un masaje. Me preguntaron si quería llenar la piscina de parto abajo en el salón y poner música pero yo no quería. No me podía mover de mi fular enganchado a la puerta del armario donde tiraba durante las contracciones.
Cuando Sonia me invitó a que me pusiera de rodillas al lado de la cama, tiraba de Jim en vez del fular. Recuerdo gruñir como un animal, como han gruñido las mamíferas de parto siempre. Me sentí primal, desinhibida, me daba igual todo, estaba enfocada en mi tarea, mi trabajo de parto. No tenia miedo, nada de miedo. Confiaba plenamente en mi misma, en mi capacidad de parir a mi hija.
Fuera se escuchaba como llovía con fuerza. Entre contracciones me susurraba Jim al oído, “tranquila, dentro de nada tendremos a nuestra pequeña con nosotros”. “Quiero que esté aquí mi madre”, dije. Y vino mi madre. Vio nacer a su nieta.
Me dijo Sonia que estaba dilatada de 4 cm pero yo sentí ganas de empujar. Pensaba que lo estaba haciendo mal. Así no es en los libros y videos, pensé. Pero claro, mi parto no estaba escrito en ningún sitio. En poco tiempo sentí la cabeza de Saoirse y sabía que estaba a punto de nacer. Con toda mi fuerza la aguanté dentro de mi para que su llegada al mundo fuera lo más suave posible. Siempre había visto nacer primero la cabeza y después el cuerpo, pero Saoirse nació “del tirón”, dentro de la bolsa. Dicen que da mucha suerte, antiguamente los marineros pagaban una fortuna por el saco amniótico de un bebé nacido en la bolsa, pues el que lo llevaba le podría proteger de la muerte por ahogamiento.
Como estaba de rodillas, no podía ver a mi bebe pero mi madre cuenta que en este momento Sonia quitaba el cordón umbilical del cuello de Saoirse y contaba, hasta cuatro. También dice que lo hacía con destreza y confianza, con sus manos que parecen que llevan la sabiduría de todas las matronas, parteras y llamadas brujas de todos los tiempos. Me dio mi pequeña y nos miramos por primera vez.
Jim no quería cortar el cordón, al igual que en el nacimiento de Ciara. Lo hizo mi madre. Fue algo espontáneo pero a su vez muy significativo. Parí la placenta. Nada de puntos, ¡triunfo!
Saoirse empezó a llorisquear un poco. ¡Nacer es muy duro! Como no sé hacer otra cosa le ofrecí teta y se calmó. Nos metimos en mi cama, piel con piel, igual que hace unas horas cuando estaba dentro de mí. ¡Qué gozada!
Había parado de llover, estaba amaneciendo y Sonia se preparaba para marcharse. Se quedó conmigo Luz, nuestra doula, que se sentó conmigo y me acompañó en mi estado eufórico. No podía dormir, solo podía mirar al bebe precioso dormido a mi lado y pensar, “¡lo hemos hecho, lo hemos conseguido!”. Un sueño hecho realidad. Lo quería gritar a los cuatro vientos. Me limité a anunciarlo en Facebook y mandar muchos whatsapps.
Ha pasado un año y esta noche 5 de marzo, Saoirse cumple un año.
Saoirse, creo que he sido fiel a mi promesa. Naciste suavemente en el calor de tu casa y rodeado de tus seres queridos. En libertad como indica tu nombre. Tus primeras semanas fueron lo más parecidos a la vida en mi matriz, sin ropa, piel con piel, con teta cuando querías. Muy pronto nos regalaste tu sonrisa y de allí tu risa. Te hemos llevado cerca a nosotros y hace unos meses empezaste a dar tus primeros pasos y a alejarte. Tienes una hermana que te quiere con locura y tú a ella también. Me siento satisfecha de haber hecho todo como quería, lo mejor que podía. Estoy enormemente orgullosa de lo que hicimos juntos.
Pienso en tu nacimiento todos los días, no lo cambiaría por nada en el mundo.
Happy Birthday chicken!
Gracias a las personas que hicieron que todo esto fuera posible. A nuestros padres por su ayuda. A Jim por el viaje que nos llevó hasta aquí. A Ciara por enseñarme todo. A los amigos que apoyaron, respetaron y no juzgaron. ¡A los que juzgaron también que es normal! A mis comadres de Regazo, sabéis quienes sois.
A Sonia, Rafa y Luz de Nacimiento Consciente por todo.
Para más información sobre bebés nacidos en la bolsa - http://www.placentera.com/1/post/2013/08/enmantillado-nacer-con-el-saco-amnitico-intacto-mito-y-magia.html