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PVD2C en Hospital Juan Ramon Jimenez
Huelva
Abril 2022
Este embarazo llegó sin ser buscado, pero creo que así tenía que ser, vino para quitarme esa espinita que tenía por no haber podido en mis dos partos anteriores, los cuales terminaron em cesareas.
En cuanto me enteré que estaba embarazada, lo primero que hice fue hablar con una amiga matrona que habia asistido partos en casa, por si nos queria acompañar. Ella me dijo que ahora mismo no estaba dedicada a ello, que hablara con su compañera a ver que me decia. Hablé con ella y me dijo que ella no hacía partos en casa después de cesáreas que si quería me acompañaba en la dilatación en casa, si todo iba bien. Nos planteamos buscar otras opciones para hacerlo en casa, pero finalmente decidimos hacerlo con ella y tener el final de parto en el hospital.
Conocía otras matronas que allí trabajan e incluso la compañera de la matrona que me acompañaria también trabajaba alli, por lo que confiaba en el personal que me podía atender.
Tuve un tercer embarazo estupendo.
Las ginecologas que me encontré en las ecos, todas me hablaron de los riesgos que tenía querer tener un PVD2C, pero ninguna me puso el grito en el cielo. Cuando llegué a la eco 34, me derivaron a medicina fetal, donde me dijeron que me dejaban hasta la 41+3. Me sorprendió mucho ya que en la anterior fue hasta la 41+5.
La matrona que nos acompañaba me insistía que me tenía que poner de parto, hice todo lo que estaba en mi mano para ello.
En la semana 39, estaba teniendo ya algunas contracciones, el jueves expulsé el tapon y el viernes tuve un poco de sangrado. Vino a verme la matrona. Me dijo que tenía el cuello muy favorable, pero aun me quedaba, seguía con contracciones pero muy soportables. Me comentó que estaría bien hacerme una eco, por ver si todo estaba bien de cara a la dilatación en casa, por descartar que ese sangrado pudiese ser de la placenta, útero..
La noche del viernes fue movidita y el sábado por la mañana fui al hospital, me vio una de las matronas que estarían en el parto, me puso monitor había contracciones, me exploró había borrado cuello y me vio un ginecólogo el cual me dijo que todo estaba bien.
Decidimos que ese sábado pasariamos el día en la calle por si era el último que pasamos siendo 4, pasé el dia regular las contracciones eran más seguidas, comimos en la calle, parque, de camino al helado me estaba costando, no se si podría llegar caminando a casa eran más seguidas, pero lo hice.
Avisé a mis padres que fueran viniendo a casa.
Cuando llegué a casa me encerré en la habitación, música, luz tenue, agua para beber, infusión y empezó todo... Contracciones cada 4min..eran las 17.30 horas el papá pendiente de los peques, venía de vez en cuando y me masajeaba, yo en la pelota de pilates con movimiento circulares y la mantita de calor sobre riñones. Me preparó un baño con lavanda, velas... me sentó genial de hecho pensaba que aun quedaba bastante...
Entorno a las 21.30 horas, llegó la matrona que me acompañaba en casa, ya que le dije que aún no estaría de parto que viniera tranquilamente.. Me exploró y estaba de unos 5 cm, parece que la estaba esperando.. Cuello borrado.. No me lo podía creer. No había sido tan duro hasta ahora.
Empezaron las contracciones más seguidas, más fuertes pero con respiraciones, masajito en pelota con movimiento y apoyada, se iban llevando.. La verdad que pensaba sería mucho peor.
A las 22.30h, M. le dijo a mi marido que era momento de irnos al hospital, me costó vestirme entre contracción y contracción y llegar a la puerta. Me dio penita de no depedirme de los peques pero pensé que podrían asustarse de verme ya así, ya que ellos hacía un tiempo que no me veían y estaban emocionados porque acababan de llegar sus abuelos con los que se quedarían y hacía un mes que no veían.
Me monté en el ascensor con ganas de empujar, en el coche con una empapadera, por si rompía aguas, el camino fue regu, ventanilla bajada con airecito y ojos cerrados metida en mis contracciones con respiracion, M. nos acompañaba, mi marido iba tranquilo. Llegamos al hospital y no quise bajarme hasta que no me hicieran el ingreso, por no dar mucho el espectáculo.. Me recoguieron en silla y entramos directos a paritorios.
Nada más entrar me encuentro con C. una amiga matrona a la cual se me había olvidado avisar...jjjji...me dio un alegría enorme, otro subidon de oxitocina y directas a la sala alli llegó C., la otra matrona que trabaja con M. en el hospital, teníamos a las tres para nosotrxs, todo un lujo. Y asi fue, todo un lujo de proceso, aun no lo creo cada vez que lo recuerdo. Una vez en paritorio el cuerpo me pidio tumbarme imagino querria descansar, pero no fluía, me puse de lado y tampoco, finalmente tal como había proyectado en mi mente tantas veces de rodillas. Gritaba el paritorio estaba un poco escandalizado... Jijjj, entró el ginecólogo, mi matrona lo presentó, ellas le dijeron que todo iba bien, elloxs desde fuera estaban muy pendientes.
Mi marido estaba ahí dandome ese apoyo incondicional, unos pujos más venía con la bolsita, las matronas dudaron en romperla para que fuese más rápido, pero finalmente decidieron no hacerlo y me alegro que supieran esperar porque así fue mucho más fácil unos pujos más y salió la cabeza se rompió la bolsa y salio el cuerpecito sin enterarme.. "Coje al bebé Victoria.." ya estaba ahí lo tenía en mis brazos no lo podia creer.. ya.. Qué maravilla... Mi marido y yo no lo creíamos que emoción es algo indescriptible... Toqué y dije un niño... (pero no, era el cordón), era una niña Valentina, nacio a las 23.59h.
Sin prisas el cordón dejó de latir, ya con la placenta fuera, le hicimos unas fotos con la bebé, ella tranquila en mi brazos, en mi pecho... Mi marido cortó el cordón y luego hicimos unas estampaciones con esta.
Todxs estaban super emocionadxs, un parto velado, que parto más bonito, algunas en sus 30 años en el hospital me decian que no habían visto nunca nada así. La verdad fue maravilloso.
Lo habíamos conseguido ese PVD2C y el útero no se inmutó en ningun momento.
Un poco de desgarro, que ha cicatrizado genial.
Realmente no sé si todo esto hubiese sido posible, sin el trabajo previo al parto. En mi caso estiramientos diarios, largas caminatas, yoga una vez a la semana, homeopatia, infusiones de hojas de frambuesa y acupuntura.
Por último, agradecer todas esas personas que me han apoyado desde el inicio. Sobre todo a mi marido, pilar fundamental de todo el proceso. Y por supuesto a esas profesionales que nos han sabido tan bien guiar.