661
PVDC en Hospital Teresa Herrera de A Coruña
Buenos Aires, Abril 2018, le pregunto al obstetra acerca del PVDC en la Clinica Santa Isabel ( Capital Federal) hasta qué semana esperan, y me contesta "qué más da como nazca, lo más importante es que venga sano".
A Coruña, Agosto 2018, le pregunto a dos matronas sustitutas de la titular que me tocaba sobre el PVDC, y me dicen "siempre es mejor un parto, que una cesárea, se va a intentar todo lo posible porque tengas un parto vaginal, y no influye ni tu sobrepeso anterior al embarazo, ni la cesárea anterior". A Coruña, Noviembre 2018, matrona titular, es casi imposible que tengas un parto natural, estás muy gorda, y con una cesárea ufff no, no, ni de coña. Semana 40+5, no me puse de parto naturalmente, me dieron la fecha de ingreso para el viernes 15/12/2017, me ve una tocóloga y me dice por qué no te vas a casa y esperas a la semana 42, le digo que no, por decisión propia no quiero llegar a esa semana. Me colocaron un proper, y tuve algunas contracciones pero nada que desencadenara el parto. La misma doctora me dice que al día siguiente provocarán el parto pero que solo un par de horas porque con mi cesárea anterior no pueden hacer más. Sábado 16/12/2017, me pasan a otra planta, que es partos, viene a presentarse la matrona, me empiezan a pasar la medicación, me ofrece pelota, paños de agua caliente, agua, me baja la luz, y al rato comienzo con contracciones. Estaba con mi marido, bailamos, lloré, grité de dolor así unas cuantas horas. Se presenta el médico que está de guardia, L., me pregunta si puede hacerme tacto, le digo que sí, pero pide que salga mi marido, realmente esto no me importó. Me dice que dilate 3, que ya volverá. Los dolores son cada vez más fuertes y termino pidiendo la epidural, me la pone una anestesista que fue la única persona desagradable que me crucé. Me decía que no me colocaba bien que me doblara hacia adelante, hasta que me canso y me olvidé de mi educación y a sus "si las otras pueden tu también" pues ya ves que no, quizás no sea yo el problema. Ahí se calló la boca y finalmente me puso la epidural. Los dolores pasaron, volvió el gine, me preguntó del tacto, me monitorizaban y todo muy respetuoso. Me sugirieron que era conveniente romper bolsa y les dije que sí, que lo hagan. Pasadas unas horas me vinieron a revisar y ya había dilatado mucho más. Pero de repente empecé a sentir dolor, en algunas contracciones, como si no tuviese la epidural, vino la anestesista, gine titular, L., revisaron la máquina, se plantearon si no me estuviese pasando la medicación, una de ellas dijo si no le pasa la medicación, se estaría retorciendo todo el tiempo y el dolor lo siente en algunas contracciones. Sigo igual, me dan calmantes, hasta que empiezo con un calor tremendo y tiro del cuello del camisón, se me suelta el cable de la via, llamo a la matrona y me dice tenías pinzado esto, por eso no te pasaba bien la epidural. En cada visita de L., le pregunto a que hora deciden que voy a cesárea si no hay adelantos en el trabajo de parto, y cada vez que le hacía esa pregunta, él me insistía en que confiara en mi misma que iba a tener un parto vaginal, que no pensara en la cesárea, que para eso faltaba muchisimo, que se podía seguir esperando hasta el día siguiente. Son las 21 hs, me duermo, viene L., con la gine titular, algunas matronas, me piden disculpas por estar todos en la habitación, me preguntan para hacer el tacto y estoy en 9, me dicen que no me llevan a paritorio hasta estar en completa. 23 hs estoy en completa, todos festejan porque voy a tener mi parto. Me dicen que tiene que ser un parto instrumentado, porque la frecuencia cardiaca de mi beba baja y que ella no termina de bajar. Les digo que no, me explican me hablan con una dulzura inexplicable y acepto. Pero mi marido solo puede entrar cuando la niña ya este afuera. Tengo que aclarar que podía mover las piernas perfectamente, nos vamos al paritorio me paso a la silla, pujo tres veces y me dan a la niña, se la llevan porque vino una pediatra. Entra mi marido me da la mano, me dice que todo va bien, se acerca una enfermera y me pone una pulsera para el banco de sangre. Vuelven a traerme a la niña para que le de un beso y me dicen que se la llevan a neo porque estuve con fiebre y aun tenía. L., me dice que la beba pesó más de lo que imaginaban, fueron 4,160 kg, que tengo desgarro anal interno y una episotomia de 3 puntos. Durante un rato, me preguntan si estoy bien, si me mareo. Los veo tanto a L. como a otra doctora un poco desesperados, o a mi me dio esa sensación. Cuando terminan, me dicen que tardaron porque yo estaba perdiendo muchísima sangre. Me llevaron a la habitación, estaba agotada, pero feliz, me sentí respetada, me consultaron todo, me explicaron cada paso que daban. Sé que si me hubiese tocado el equipo de guardia del día anterior hubiese terminado en cesárea. ¿Si me hubiese gustado que fuera menos intervenido? Claro, pero pude tener mi parto vaginal a pesar de los comentarios de algunos profesionales. En mi estadia en el Materno Infantil de A Coruña, no me hicieron sentir mal en ningún momento, descarto a la anestesista, y tengo el mejor recuerdo del trato en el hospital.