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Trastorno por estrés postraumático tras el parto

Leyendo sobre Trastorno por estrés postraumático tras el parto he dado con esta página y he comenzado a leer los relatos de tantas mujeres que han tenido un parto complicado como lo fue el mío.
Rompí aguas una tarde y esperé unas horas hasta acudir a mi centro Hospitalario, como bien te enseñan en las clases de preparación al parto. Tras el ingreso estuve varias horas durmiendo hasta que empezaron las contracciones. La matrona nos indicó que había que esperar a dilatar al menos 5 o 6cm para poder poner la epidural. Tras varias horas de contracciones intensas volvimos a avisar a la matrona, que tras el correspondiente tacto, dio el visto bueno para subir al paritorio. Una vez allí echaron a mi marido de la sala para que el anestesista me pusiera la epidural entre contracciones, algo que a día de hoy seguimos sin comprender...y tras 15-20 minutos sola, permitieron a mi marido entrar de nuevo. El parto comenzó dos horas después y fue rápido, mi hija salió sin dificultad y fue puesta en mi pecho inmediatamente. ,
Sin embargo, la ginecóloga al tirar del cordón umbilical lo rompió, dejándome la placenta en el interior. Tuvo que sacar la placenta con sus manos y extraerla a trozos, haciéndome presión sobre el útero y usando algún instrumento/ instrumental médico del que no me informó, durante aproximadamente 25 minutos. Gracias a Dios la epidural hizo que no sintiera dolor, sólo presión en ese momento. Al pasar un par de horas comencé a sentir un dolor muy intenso en mi zona vaginal/anal... más doloroso que las contracciones y que me impedía moverme de la cama. Pregunté al personal médico si era normal ese dolor y me miraron con sorpresa..incluso una enfermera me dijo "acabas de parir, no sé qué esperabas". Sangraba abundantemente pero mi inexperiencia como primeriza me hizo no volver a preguntar, hasta que a media noche era tal el dolor que sólo deseaba desmayarme para no tener que seguir sufriendo. No recuerdo esas primeras horas con mi bebé ya que era tal el sufrimiento que sólo quería conseguir dormirme para que no me doliera. No podía orinar y me amenazaron con que si no lo conseguía en un breve espacio de tiempo me sondarían y "reeducarían mi vegija". Tonta de mí fui al baño a intentar orinar y me desmayé, por lo que me llevé la bronca de la enfermera que me dijo que no me levantase de la cama sola y volví a sangrar abundantemente, a lo que me dieron un empapador para no "ensuciar la cama". 

Tras dos horas llorando en la cama sin poder moverme y habiendo empapado cerca de 8 compresas en ese breve período de tiempo, llamé al timbre y dije que me encontraba muy mal, que me estaba desangrando, que por favor viniera algún médico a verme. Diez minutos después una ginecóloga de guardia me estaba metiendo en quirófano y salvándome la vida. Tenía una hemorragia en el útero, posiblemente causada por el trabajo de la anterior ginecóloga en el parto. 
Tuvieron que ponerme varias transfusiones de sangre, hierro y otros medicamentos, a parte de alargar mi estancia en el hospital...y lo que le importaba al personal de enfermería era que le diera el pecho a mi bebé. Empatía cero. 

Creo que mí mente ha reprimido recuerdos de esos días por ser tan sumamente dolorosos...pero tengo flash backs del momento del alumbramiento de la placenta y de la noche en la que quise desmayarme para no seguir soportando ese dolor.
Cuatro meses después sigo son secuelas físicas y con tratamiento psicológico, me encuentro mejor pero no puedo evitar llorar ahora que comparto mi experiencia con vosotras.
Un abrazo a todas.