Me encantó este artículo. Claro y conciso. A veces, leyendo tantas cosas por ahí, tanta ristra de recomendaciones, de trabas, de problemas, me pregunto cómo hemos llegado hasta aquí como especie. Porque no es que seamos una especie más, es que hemos colonizado el planeta. Y partiendo de la base de que sí, que puede haber complicaciones y que en mi caso es algo que ocupa de forma parcial mi mente llegado al parto, cada vez me siento más empoderada -siendo primeriza-, solamente viendo cómo mi cuerpo, sabiamente, va cambiando por sí mismo para alojar una nueva vida.
El símil de hacer el amor es estupendo: en la primera vez, ese posible miedo o apresuramiento -según el caso- hace que las cosas no "fluyan"; pero en el parto es el propio cuerpo el que, por sí mismo, sin mediación externa, y en circunstancias normales, se pone a funcionar y sólo pide que lo dejen tranquilo. Algo tan sencillo como eso no precisa de más: ni de más medios, ni de más médicos. A ver si pronto cambia el paradigma.