Creo que en parte “quilla” sugiere la base de muchos de los debates y las aclaraciones que hay que hacer al respecto cuando se habla de parto respetado. Creo que hay determinadas posturas que ante la denuncia de casos de violencia obstetricia o peticiones de parto respetado, ensalzan como alternativa determinadas propuestas muy concretas, que a su juicio, no solo son las mejores, sino que a además se ven acompañadas de recriminaciones y censura hacia otras opciones alejadas de su forma de pensar. Hablo, por ejemplo, de personas o colectivos que equiparan el parto respetado a un parto en casa o un parto natural o un parto x. Por su puesto cada cual está en su derecho de tener una opinión al respecto y tomar sus propias decisiones, pero cuando dichas inclinaciones se convierten en imposiciones o juicios negativos, se roza la falta de respeto y de libertad que se defiende desde el parto respetado. Creo que ese tipo de confusiones, bien utilizadas a propósito, o bien fruto de la ignorancia, es lo que hace que movimientos que defienden el parto respetado cuenten con menos apoyos o tengan que adentrarse en este tipo de debates. No sé si quizá las socias y miembros de esta asociación han tenido alguna vez esa percepción.
Para mí es un alivio el poder encontrarme con asociaciones como EPEN, con este tipo de mentalidad y defensa, de respeto ante todo.