He conocido varias bodas de esas absolutamente glamourosas y maravillosas:la novia lloraba, la madre también... (Estaban seguras de que no sería un matrimonio para toda la vida, ni siquiera para los próximos diez años, probablemente si siquiera para cinco. He conocido alguna que acabó antes del año. Y ambas lo sabían..., por eso lloraban...)