Muy señor@s mí@s. Admiro su trabajo desde hace años, pero no entiendo esta obcecación con el jamón y el toxoplasma. En su primer texto, tal y como recoge el blog "Comer o no comer", dijeron que “Todas las mujeres embarazadas pueden comer jamón y embutidos sin riesgo de contagiarse de toxoplasmosis”. En el segundo afirmaron que “estudios más actuales [...] claramente demuestran que el jamón curado (español para más señas) no contiene Toxoplasma gondii”. Pero en este tercer texto (en respuesta a una irrefutable argumentación por parte de "Comer o no comer"), afirman que un 1% de los jamones sí puede tener Toxoplasma gondii, aunque, según ustedes “se debería hacer énfasis en el bajo riesgo asociado a este producto aun cuando se consuma sin congelar”. Es decir, que según "El Parto es Nuestro", las ginecólogas de atención primaria debemos transmitir a las mujeres embarazadas españolas un mensaje que haga énfasis en el bajo riesgo de comer jamón, "aun cuando se consuma sin congelar", sabiendo que una de cada cien mujeres embarazadas que coma jamón podría contagiarse con el parásito. Si una de mis pacientes embarazadas se contagia a causa de sus desacertados consejos tendrán noticias mías, a través del Ministerio de Sanidad (o noticias del abogado de dicha paciente, mediante un bonito burofax). Atentamente. María González.