No me sorprende que cuando nace el bebé haya tantas depresiones postparto: si venimos de una etapa en la que se nos trata como a niñas, cómo vamos a considerarnos preparadas para cuidar de una persona al 100%. El decirnos que no sabemos más que los médicos, que si se hace será por nuestro bien y los millones de opiniones no solicitadas nos hacen afrontar la maternidad como si fuéramos incapaces. Hay que ser muy fuerte para no dejarse llevar por las opiniones del entorno y luchar por nuestros derechos incluso en el mismo parto. Pero poco a poco, TENEMOS q conseguirlo. Ánimo a esta mujer y que recurra la sentencia tantas veces como sea necesario. Igual que hay personas que se niegan a recibir ciertos tratamientos, la episiotomía y tantas otras prácticas del parto tienen que ser informadas y consentidas. En cuanto a dar permiso con la epidural... desde luego cuando yo firmé el consentimiento de la mía, no decía nada de cortarte la vagina! Estoy segura de que tampoco lo dice en su autorización. Qué vergüenza.