Tuve a mi primer hijo por parto vaginal hace casi 17 años, un parto rápido por supuesto que son mucha intervención médica, pero sin mayores problemas. Con el segundo, dos años después rompí bolsa y había meconio, me pusieron suero con oxitocina y monitor, pero a las dos horas yo recién empezaba a dilatar y se presentaba sufrimiento fetal. El médico decidió hacerme cesárea de urgencia y yo estaba tan tan asustada que a pesar de haber hablado muchas veces que llegado el caso de una cesárea yo la quería con epidural en ese momento le dije: primero dormime y después hace lo que tengas que hacer. Fue un miedo tremendo, despertar sin panza, dolorida y no tener a mi bebé al lado hasta tres horas después. Aún hoy (y van casi 15 años) sigo preguntándome como fue ese pedacito de la historia que me perdí dormida. Quien lo tomó en brazos, quien lo llamó por su nombre por primera vez, cómo fue su primer llanto. Me llevó mucho tiempo superar esa sensación de que a su nacimiento le faltaba algo. Se que fue por su seguridad y por suerte nació en perfectas condiciones, no critico la decisión médica porque con cada contracción su frecuencia cardíaca bajaba de 120 a 60, pero después de haber parido uno estaba tan convencida que mi segundo parto iba a ser maravilloso que me quedçó una sensación enorme de vacío. Gracias por los aportes que hacen siempre. Ojalá los hubiera podido leer cuando estuve embarazada!!